domingo, 1 de septiembre de 2013

Estados Unidos Preparado para una Nueva Guerra, Ahora en Siria

Jesús Hernández Garibay

El miércoles 21 de agosto un ataque con gas en las proximidades de Damasco, Siria, quitó la vida a cientos de personas; inmediatamente, varios países de la OTAN culparon al gobierno sirio del hecho, mientras que otras fuentes hablaban de un número indeterminado que iba de decenas a centenares. De acuerdo con la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras, el día en el que se produjo el ataque tres hospitales atendieron a 3 mil 600 personas con “síntomas neurotóxicos”, 355 de las cuales fallecieron. Activistas rebeldes acusaron de ello a las fuerzas gubernamentales; sin embargo, el gobierno sirio aseguró que fueron los rebeldes y no ellos quienes usaron el armamento químico.

Lo curioso del caso es que de manera inexplicable los informes acerca del lamentable suceso se dieron a conocer horas antes de ser llevado a cabo, pues al menos 159 vídeos que muestran a las aparentes víctimas del ataque se subieron a YouTube desde el día 20 de agosto, es decir, un día antes de que los informes de prensa dijeran que el ataque ocurrió el día 21; en efecto, la lista de reproducción de vídeos fue subida el 20 de agosto, mientras los informes hospitalarios daban a conocer que fue el día 21 cuando los pacientes comenzaron a ingresar a sus instalaciones. Esta divergencia provocó que el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, afirmara que el incidente no era más que una nueva provocación diseñada con anticipación por los rebeldes.

El gobierno sirio ha presentado pruebas sobre el uso de químicos por grupos de la llamada oposición armada, en tanto busca desmantelar la campaña mediática en su contra que pretende justificar una invasión militar. Al allanar la víspera un depósito perteneciente a los rebeldes en Jobar, localidad de la periferia de Damasco, el Ejército Árabe Sirio encontró barriles de agentes tóxicos con la inscripción “Hecho en Arabia Saudita”, además de máscaras antigases y pastillas para neutralizar efectos por la exposición a dichos químicos, según mostró la televisión nacional siria; durante el operativo, soldados sirios sufrieron problemas respiratorios, ardor y picazón en la garganta y los ojos, además de otros síntomas por gases que habían sido rociados para evitar que se ocupara el lugar.

En días pasados la ONU decía que el número de niños que han huido de la violencia en Siria ha llegado ya a un millón, la mayoría refugiándose en países vecinos como Irak, Turquía, Líbano, Jordania y Egipto; la ONU estima que 740 mil refugiados sirios están por debajo de los 11 años y se cree que más de 7 mil niños sirios han muerto desde que el conflicto comenzó hace dos años. Ahora, cualquier tipo de intervención militar de Estados Unidos en Siria agravaría la crisis en ese país árabe y llevaría al mundo al borde de una nueva guerra, según asegura el analista político Kevin Barrett a la cadena iraní Press TV: “La participación militar de EUA obviamente no resolvería la crisis… Este es un movimiento peligroso porque realmente estamos al borde de una posible tercera guerra mundial. La región es cada vez más inestable…”

1º de septiembre de 2013.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 1º de septiembre de 2013)
El Otoño del Imperio

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