sábado, 24 de febrero de 2018

Estallan más Problemas en el Hogar del “Sueño Americano”

Jesús Hernández Garibay

Lo que ya es conocido ahora como “La masacre de San Valentín”, una matanza más que dejó 17 muertos en la escuela secundaria Stoneman Douglas de Florida, es el décimo octavo tiroteo en una escuela de Estados Unidos en lo que va del año, el sexto que ha dejado estudiantes muertos o heridos, el segundo en víctimas fatales desde el tiroteo de la secundaria Sandy Hook de 2012 que dejó 28 muertos, entre ellos 20 niños, y la octava refriega más letal en la historia reciente del país.

Un saldo nada deseable para el “campeón de la democracia”, que se suma a cantidad de problemas que le aparecen aquí o allá. La desigualdad continúa creciendo y los esfuerzos del gobierno estadounidense para salir de la crisis económica y financiera han hecho más profunda la brecha que separa a los ricos de los pobres. Así, la recuperación no es visible por las dificultades para conseguir un trabajo que tienen las mujeres, las minorías étnicas y raciales, las personas con discapacidad o quienes tienen antecedentes penales.

La recuperación económica de Estados Unidos se ha extendido a través de una amplia gama de sectores, dice un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); la mayoría de los bancos, agrega, de manera general han retornado a una situación saludable. Pero en razón de ello están aumentando los precios de la vivienda, mientras que el desempleo ha comenzado a caer de nuevo, luego de meses de crecimiento.

Tan solo la semana anterior la bolsa de valores de Wall Street comenzaba a mostrar un giro importante, una caída bursátil en varios días seguidos que alcanzó a derrumbar en 4 billones de dólares el valor de muchas empresas, además de afectar a los bolsas en todo el mundo, mientras se anunciaba que el índice de precios comenzaba a mostrar un aumento inesperado.

En efecto, los precios al consumidor aumentaron mucho más de lo esperado en enero, alimentando el temor de que la inflación “esté a punto de volverse peligrosamente alta”, un 5 por ciento en lugar del esperado 2 por ciento; lo que eleva la gasolina, los albergues, la ropa, la atención médica y la alimentación. Una muy mala noticia para los 40 millones de personas abajo del nivel de pobreza, y preocupante también para las capas medias, crecientemente empobrecidas.

De manera particular, ciertos grupos sufren más esta realidad. Las familias afro-estadounidenses que están en la pobreza (22 por ciento) son el doble que las familias blancas; el 19 por ciento de las familias hispanas están en situación de pobreza; las mujeres (14 por ciento) tienen más probabilidades de estar en la pobreza que los hombres (11por ciento). En tanto, las grandes corporaciones, aun en medio de las dificultades de los mercados, disfrutan de espectaculares ganancias.

El caso de las matanzas en las escuelas no deja de ser representativo, pues la venta de armas en la Unión Americana se sustenta en fuertes intereses de la industria armamentista. Y comprar una poderosa arma ahí requiere menos gasto que el que se necesita para un teléfono inteligente; un fusil AR-15, arma que se ha utilizado en varias masacres, se cotiza hasta en US$475, mientras un Iphone 6Plus cuesta entre US$549 y US$749. Todo eso lo sufre el ciudadano medio, esperanzado en que su país vuelva a ser lo que antes fue, donde muchos más alcanzaban el sueño americano.

24 de febrero de 2018.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 24
de febrero de 2018)
El Otoño del Imperio

domingo, 11 de febrero de 2018

Los Grandes Negocios Provocan el Grave Empobrecimiento en el Mundo

Jesús Hernández Garibay

La 48 edición del Foro Económico Mundial llevada a cabo recién en Davos, Suiza, cuyo principal lema fue “Crear un futuro común en un mundo fracturado”, dio cuenta de dos entornos mundiales igual de importantes: el reconocimiento de un nuevo ciclo de ascenso de los mercados, y la realidad que hoy conlleva el funcionamiento de los mismos; las dudas que se generan respecto a que esa bonanza sea duradera, y las grandes calamidades que provoca.

So pena de reiterar lo que en este mismo espacio he mencionado antes, resulta imprescindible referirse nuevamente a la gravísima desigualdad que continúa inexorable en el mundo. Tal como el año anterior, el informe de Oxfam (“Una economía para el 99%”), ofrece ahora nuevos datos a los cuales obligadamente hay que referirse de una manera amplia. “El 82 por ciento de la riqueza creada el año pasado ―dice el Informe― fue a parar al uno por ciento más rico de la población mundial, mientras que 3 mil 700 millones de personas que componen a los más pobres, o sea, la mitad de la humanidad, no tiene nada…”

El informe plantea un hecho irrefutable; que el capitalismo permite a una cada vez más pequeña élite acumular inmensas riquezas a expensas de cientos de millones de personas que viven una vida entera de pobreza y a los que se les niegan sus derechos básicos. “La economía ―agrega el Informe― está construida sobre las espaldas de los trabajadores, que están atrapados en la pobreza mientras los beneficios del crecimiento económico se concentran en pocas manos”. Así, tener un trabajo no significa salir de la pobreza; los que salen de la pobreza extrema, a menudo siguen siendo muy pobres, endeudados y luchando cada día por alimentar a sus familias.

El 2017 ―continúa el Informe de Oxfam― vio el mayor aumento en multimillonarios de la historia, con uno más cada dos días; los multimillonarios, nuevos y antiguos, vieron cómo su riqueza aumentaba en 762 mil millones de dólares en sólo 12 meses (marzo de 2016 a marzo de 2017). “Este enorme aumento pudo haber terminado en siete veces más con la pobreza extrema mundial”. Así, “el 82 por ciento de la nueva riqueza creada ha ido a parar al uno por ciento, mientras que cero por ciento de esa riqueza ha ido a parar al 50 por ciento más pobre del mundo…”

En esta amarga realidad ―narrada por una organización sin fines de lucro cuyo compromiso con el Foro ha sido la presentación de informes objetivos al respecto―, “las grandes corporaciones y los individuos ricos desempeñan un papel clave en la ampliación de esa brecha; utilizan su poder e influencia para un conveniente funcionamiento de las políticas gubernamentales en favor de sus intereses y, sin piedad…, se centran en maximizar los dividendos a sus accionistas por cualquier medio, ya sea reduciendo los salarios o evadiendo los impuestos…”

En ese entorno, se dice, en Davos los banqueros y ejecutivos celebraron el aumento de los mercados, pero las inquietudes subyacentes persistieron. Ellos advertían de esta calma temporal en un mundo fracturado: “Se siente como un poco de 2006, el sistema está orientado, pero cuando haya una recesión, se presentará de improviso,,,”, pues el momento “se parece mucho a una burbuja…” Como quiera que sea, digo yo, estás no son mejores, sino muy malas noticias para el 99 por ciento…

11 de febrero de 2018.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 12
de febrero de 2018)
El Otoño del Imperio