domingo, 26 de octubre de 2014

Los Cambios en el Orden Mundial, con China a la Cabeza

Jesús Hernández Garibay

Después de una década con tasas de crecimiento por arriba del promedio mundial, la economía de China se ha convertido en la mayor del mundo, desplazando a Estados Unidos. Esto afirma un documento del Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual informa que el gigante asiático a estas alturas representa 16.46 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, medido a través del indicador de Paridad de Poder Adquisitivo (PPP, por sus siglas en inglés), mientras que EUA suma 16.27 por ciento del mismo indicador. El texto advierte que la diferencia entre ambas naciones seguirá ampliándose en los próximos años, a grado tal que “la economía de China será 20% más grande que la de la Unión Americana en 2019”.

El informe, como se entiende, tiene una especial significación en el contexto de la crisis no resuelta para los países occidentales más desarrollados y en especial para Estados Unidos y la Eurozona, que circunstancialmente se han propuesto enfriar las relaciones con Rusia luego de los acontecimiento de Ucrania, y que han venido a abrir una guerra económica con visos de amenaza hacia una guerra caliente en la zona. De manera particular, la alianza energética entre Rusia y China ha provocado inquietud en Occidente; el reciente acuerdo gasífero por un total de 400 mil millones de dólares, representa el mayor compromiso económico de la historia rusa, y en términos geopolíticos permite a Moscú disminuir su dependencia económica de la Unión Europea, a cuyos países dirige la mayor parte de su exportación gasífera.

De hecho, Rusia y Occidente avanzan hoy en una dirección que lleva hacia un enfrentamiento cada vez más peligroso, sin que se vislumbre una solución. Por el contrario, los líderes del Grupo de los 7, los países más industrializados del mundo (Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Japón, Italia y Reino Unido), decidieron recién en La Haya excluir a Rusia del grupo, en represalia por la incorporación de Crimea a su república. Lo cierto es que los acontecimientos en Ucrania han cambiado profundamente las relaciones Rusia-Occidente y es muy difícil imaginar un retorno rápido al anterior tono de la diplomacia.

La misma visita de los mandatarios de Rusia y China a tierras latinoamericanas en este 2014, la postura de apoyo pleno de ambos países hacia Cuba y el fortalecimiento de la alianza de largo plazo del llamado grupo BRICS, la misma inevitabilidad de que se concrete la presencia de la isla antillana en la próxima Cumbre de las Américas que se realizará en abril de 2015 en la ciudad de Panamá, resultan en ese contexto motivos de la mayor preocupación para EUA y sus aliados, por lo que implica a los cambios en el llamado orden mundial; hecho que seguramente quita el sueño a más de un halcón de la ultraderecha internacional.

Los especialistas financieros del FMI han aclarado que si solo se toma en cuenta el Producto Interno Bruto nominal  (el cual determina el valor de la producción de los bienes y servicios generados por un país, a precios de mercado, durante un año), el de Estados Unidos sigue siendo casi un tercio más grande que el de China. No obstante, esto resulta secundario si se recuerda que ninguno de los asuntos aquí mencionados se imaginaban siquiera en el entorno mundial de hace solamente una década.

26 de octubre de 2014.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 19 de octubre de 2014)
El Otoño del Imperio