martes, 19 de diciembre de 2017

La Escandalosa Concentración de la Riqueza en el Mundo

Jesús Hernández Garibay

El aumento de la riqueza para cada vez menos grandes multimillonarios en el mundo, frente al creciente e imbatible empobrecimiento de las grandes mayorías de la población, adquiere en los últimos años un nivel tal, que resulta ya escandalosa la promesa consuetudinaria del capitalismo de generar las condiciones mínimas necesarias para el bienestar de la gente. Un informe de Oxfam da cuenta de cómo entre 1988 y 2011, los ingresos del 10 por ciento más pobre de la población mundial aumentaron en sólo 65 dólares por año, mientras que los del uno por ciento más rico crecieron 182 veces más, a un ritmo de 11 mil 800 dólares por año.

En el 2014, Oxfam ya calculaba que los 85 multimillonarios más ricos del planeta, entre ellos nombres conocidos como los de Carlos Slim, Bill Gates y Mark Zuckerberg, disponían de tanto dinero como las 3 mil 500 millones de personas más pobres. Pero para principios de este 2017 el mismo organismo presenta, en ocasión del Foro Económico Mundial, un nuevo informe en el que acusa que tan sólo ocho personas poseen la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial, o sea 3 mil 600 millones de personas.

El informe de Oxfam de 2017 evidencia cómo el “libre mercado” canaliza la riqueza hacia una exclusiva élite a expensas de los más pobres de la sociedad, la mayoría de ellos mujeres. El escandaloso ritmo al que los más ricos acumulan cada vez más riqueza podría dar lugar, dice el informe denominado “Una economía para el 99%”, al primer “multibillonario” del mundo, o sea, un solo hombre con la mayor riqueza de todos los tiempos de toda la humanidad,  en tan sólo 25 años. Con tal súper concentración de riqueza, esta persona necesitaría derrochar un millón de dólares al día durante 2 mil 738 años para gastar toda su fortuna.

El informe además muestra cómo los más ricos utilizan una intrincada red de paraísos fiscales para eludir el pago de los impuestos que les corresponden y un ejército de asesores financieros para garantizar altos rendimientos en sus inversiones. Pero a la vez llama la atención en el hecho de que al contrario de la creencia popular, muchas de las personas más ricas no han generado su riqueza por sí mismas, ya que más de la mitad de esos milmillonarios ha heredado su fortuna o la ha acumulado gracias a la corrupción y el nepotismo prevalecientes.

En el mundo digital, un nuevo espacio ahora en el que la economía crece desmesurada, en este 2017 los ocho gigantes de la alta tecnología, Facebook Inc., Amazon Inc., Apple Inc., Netflix Inc. y la casa matriz de Google Inc., así como sus pares asiáticos Baidu Inc., Alibaba Group Holding Ltd. y Tencent Holdings Ltd., acumularon la leonina cantidad de 1 billón 700 mil millones de dólares, o sea, más que toda la economía de Canadá o lo que valen las 30 empresas alemanas más grandes juntas. 

El informe de Oxfam también demuestra cómo esos y otros grandes corporativos y los más ricos utilizan su dinero e influencia para que las leyes y las políticas públicas se vuelvan a su favor. Una aseveración que viene a descobijar a las “clases políticas” que participan en el gran teatro de prometer mejoras a los más; para al final de cuentas hacer más ricos a los más ricos.

19 de diciembre de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 17
de diciembre de 2017)
El Otoño del Imperio

lunes, 4 de diciembre de 2017

El “Black Friday” y la Penuria de los Mercados

Jesús Hernández Garibay

El “Black Friday”, una jornada de compras donde la mayoría de los comercios ofrecen descuentos durante un fin de semana, desde sus iniciales orígenes en los años sesenta se celebra en Estados Unidos un día después del Día de Acción de Gracias. En México la fecha no coincide con el mismo día, pero en el sexenio foxista se estableció “El Buen Fin” con la misma intención de incrementar el consumo. Al igual que en Estados Unidos, también en Canadá, España, Italia, Francia, Alemania y el Reino Unido ha sido iniciada esa práctica, y en Latinoamérica, siguiendo a nuestro país, en Brasil, Perú, Colombia, El Salvador, República Dominicana, Nicaragua y Panamá varios supermercados y almacenes se han sumado a la iniciativa.

El frenesí consumista de este año pronosticaba que 164 millones de norteamericanos derrocharían la sorprendente suma de 20 mil millones de dólares en tiendas y en línea (Cyber Monday) en estas fechas. Previamente ya se esperaba que las ventas en la Unión Americana se incrementaran en un 15 por ciento con respecto al año anterior, pero a las 17 horas del jueves 23 los compradores ya habían rebasado los mil millones y medio, lo que representaba un aumento todavía mayor, del 17 por ciento con respecto al 2016. Un hecho que podría llevar a suponer que existe bonanza en la economía de EUA, pero que esconde otros entornos.

En efecto, debido a la inclemente competencia y la necesidad de mantener el proceso irreversible de concentrar cada vez más en medio del estancamiento por la baja de las tasas de ganancia en los mercados, la búsqueda empresarial del “Viernes Negro” es la de estimular la sed de compra de los consumidores y con ello el incremento del consumo. Pero en esa jornada, en la que en su mayoría los compradores acrecientan también sus deudas personales, desde luego los que más ganan son los más grandes consorcios; un lugar donde tan sólo el 10 por ciento de los mismos se queda con cerca del 80 por ciento de todos los beneficios.

De por sí que el proceso de concentración y centralización a estas alturas del nuevo siglo ha llevado a que el valor combinado de tan sólo 10 multinacionales alcance ya al producto interno bruto de los 180 países más pequeños del planeta; una realidad en la que los grandes titanes empresariales crecen a base de adquirir las empresas con mayores penurias de sus rivales. La misma concentración se advierte en la banca, donde las cinco mayores firmas financieras ya concentran en Wall Street el 45 por ciento de los activos, el doble que a comienzos del milenio, lo que otorga una primordial trascendencia a la financiarización de los mercados, o sea, al endeudamiento cada vez mayor de las personas, de los gobiernos y de las mismas empresas.

No en balde varios expertos coinciden en que luego de diez años de la crisis de 2008, en palabras de Bill Blain (Consultora Mint Partners), “muy poco ha sido realmente reparado”, y que “la próxima burbuja está a punto de explotar”, precisando que esta vez los mercados de bonos (inversiones de alto riesgo financiadas con altos niveles de endeudamiento) serán los que desencadenen el caos. Así, el temor crece ante la cada vez más real posibilidad de que la próxima crisis financiera surja desde la deuda corporativa; lo que sin duda nos afectará a todos...

4 de diciembre de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 3
de diciembre de 2017)
El Otoño del Imperio

domingo, 19 de noviembre de 2017

Donald Trump en Gira por Cinco Países de Asia

Jesús Hernández Garibay

La gira de Donald Trump llevada a cabo del 3 al 14 de noviembre por cinco países de Asia: Japón, China, Corea del Sur, Vietnam y Filipinas, con su participación en varias cumbres viene a subrayar la intención del polémico presidente de buscar fortalecer vínculos y compromisos políticos a fin de hacer frente a crisis como la de Corea del Norte, pero a la vez intentar avanzar hacia nuevos acuerdos bilaterales de comercio, esta última la postura oficial de la Casa Blanca frente a los tratados multilaterales vigentes.

Trump participó en la Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y la Cumbre del Este de Asia (EAS), ambas en Filipinas, pero su principal intervención la tuvo en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que se realizó en el balneario de Đà Nẵng, Vietnam. Previamente había conversado en Beijing con el mandatario chino Xi Jinping, a quien urgió apoyar los esfuerzos por bajar la tirantez existente con Corea del Norte, y al que a la vez proponía alcanzar un acuerdo bilateral de comercio que beneficiara a ambos países.

Como se sabe, Trump ha criticado a China por supuestas “prácticas comerciales desleales”, por el manejo que ha hecho de su moneda y por su inevitable influencia en la eliminación de puestos de trabajo en Estados Unidos, y más recientemente ha calificado hasta de “vergonzoso” el grave déficit comercial de su país con el gigante asiático, que alcanzó los 347 mil millones de dólares en 2016. Así, en su discurso pronunciado en Đà Nẵng el líder norteamericano abandonaría el tono amable exhibido en Beijing, para hablar en contra de “las violaciones, engaños y agresión económica” que, a su juicio, padece EUA, anunciando que sólo estaría dispuesto a colaborar con los 20 restantes países de la APEC en tanto “acaten acuerdos comerciales justos y recíprocos” pues, insistía, la política comercial mantenida por los anteriores gobiernos estadounidenses “ha costado millones de puestos de trabajo” al país.

A la vez aseveraba que la Organización Mundial del Comercio (OMC), organismo que marca hasta ahora las reglas del comercio internacional, no puede funcionar correctamente “si sus miembros no respetan esas reglas”, denunciando además que no ha existido reciprocidad cuando según él, EUA ha reducido las barreras y suprimido aranceles comerciales. “Esas prácticas han ‘trasquilado’ los puestos de trabajo, las fábricas y las industrias de mi país”, se lamentaba frente a sus oyentes, y anunciaba que negociaría tratados bilaterales, pero “con quienes estén dispuestos a llegar a un acuerdo justo sobre la base del respeto y el beneficio mutuo…”

Quien, sin embargo, marcó la pauta del encuentro ahí fue Xi Jinping, el cual defendía precisamente lo contrario a lo planteado por Trump: una colaboración económica cada vez más globalizada y abierta entre países de todo el mundo, mediante acuerdos multilaterales en los cuales, claro, encaje su principal proyecto de transporte denominado la “Nueva Ruta de la Seda” que pretende cubrir el 65 por ciento de la población mundial y afianzar a China como nuevo referente económico global. Ante este escenario, lo que habría que preguntar entonces, es: ¿Quién podría ganar la partida en el actual tablero mundial; un país en declive, o un país en ascenso…?

19 de noviembre de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 19
de noviembre de 2017)
El Otoño del Imperio

sábado, 4 de noviembre de 2017

A 100 años de la Revolución de Octubre

Jesús Hernández Garibay

En estas fechas se cumplen 100 años de la revolución rusa de octubre de 1917 (25 de octubrebajo el calendario juliano vigente en el Imperio ruso, después abolido por el nuevo Gobierno bolchevique, o 7 de noviembre bajo el calendario gregoriano). Una ocasión para reflexionar acerca de un hecho que en su momento fue muy admirado pero a la vez ha sido cientos y miles de veces vilipendiado, despreciado, malmirado, descalificado, considerado tan fastidioso como impertinente y hasta mal comprendido por muchas de las izquierdas en el mundo.

No hay que soslayar un tema ya sabido; que desde un inicio fueron enviadas tropas a destruir las intenciones de los soviets para apartarse de la senda del capitalismo reinante. Ante el asedio de las tropas alemanas cuyo gobierno en un doble juego proponía pero rechazaba la aceptación de paz de los bolcheviques, en un texto titulado “¡La patria socialista está en peligro!”, el 21 de febrero de 1918 Lenin denunciaba: “El militarismo Alemán, cumpliendo el encargo de los capitalistas de todos los países, quiere estrangular a los obreros y campesinos de Rusia y Ucrania, devolver la tierra a los terratenientes, las fábricas y las empresas a los banqueros, el Poder a la monarquía…” (cursivas en el original).

Luego de ese infausto inicio de una inédita revolución, la Unión Soviética enfrentaría la radical oposición y el odio de las fuerzas más conservadoras encabezadas por las oligarquías, que tratarían de atajarla mediante todas las formas legales o ilegales posibles. El surgimiento del nazi fascismo y el feroz ataque alemán en la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y, desde luego, el diversionismo ideológico que pone en el centro de sus esfuerzos el descrédito no sólo de los soviets sino de cualquier forma de pensamiento independiente más allá del “mejor de los mundos posible”; una intención manipuladora que incide a lo largo de ese siglo sobre gran parte de la intelectualidad del planeta.

La pretensión de esa revolución, como de otras que son luego estimuladas por el ejemplo, no fue más que encontrar un camino para la genuina aspiración de todos los tiempos de resolver la vida en favor de millones de trabajadores y en general pueblos explotados y engañados en todas partes del mundo, por parte de minorías privilegiadas. Pero con mayor afán, el capital después convertido en imperialismo logra ahí ―a través de mecanismos distintos, compra de conciencias, bloqueos económicos, golpes de Estado, invasiones militares, guerras psicológicas, operaciones encubiertas y otros tantos―, detener esa marcha y reforzar su poder mundial.

Desde hace muchos años resulta claro que el capitalismo no es la solución a las cada vez mayores penurias de la gente, sino su progenitor. Y existe ahora una progresiva conciencia de que el futuro no será mejor sino peor, mientras la humanidad continúe caminando bajo el paraguas de la “libre competencia”, sustento principal del enriquecimiento de voraces oligopolios. Y a pesar del poderío que alcance todavía durante muchos años más el “libre mercado”, lo cierto es que sus cada vez más incontrolables efectos de la crisis permanente que padece, pero sobre todo la decisión organizada de los pueblos, inevitablemente volverán vigentes las experiencias de lucha que, como la revolución de octubre, ha tenido el ser humano a lo largo de su historia.

4 de noviembre de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 5
de noviembre de 2017)
El Otoño del Imperio

sábado, 21 de octubre de 2017

“Trump pone a Estados Unidos primero, pero cada vez se ve más solitario”

Jesús Hernández Garibay

Las palabras que encabezan este artículo dan título a una nota de la agencia AFP del día 14 de octubre último, en la que se destaca la manera en como el presidente Donald Trump ha llevado adelante la política exterior de su país durante la primera etapa de su gobierno. En la misma, la agencia destaca cómo el mandatario “ha jugado con la credibilidad diplomática de Estados Unidos, atacando un acuerdo nuclear de Irán que sus aliados europeos aprecian como punto de referencia para la cooperación internacional. Y al hacerlo… ha subrayado el riesgo de que su política…, ‘[Norte]América primero’, se traduzca en: ‘un solitario en [Norte]América’, al enfrentar futuras crisis…”

Entre discursos nacionalistas, proteccionistas, muecas y “arrebatos en Twitter de alto octanaje”, dice AFP, diversos observadores han batallado para identificar una estrategia coherente detrás de las decisiones del magnate. Y al mismo tiempo, miembros de su gabinete, de su partido y hasta de su cofradía en los medios, se han afanado en traducir sus decisiones para hacerlas más coherentes y acordes con los tiempos actuales. Lo cierto es que actuando de la manera en como lo ha hecho en temas como el medioambiente, los tratados comerciales o el Medio Oriente ha debilitado lazos con históricos aliados de su país, en la misma medida en que también internamente avanza en su mandato de tropiezo en tropiezo.

Ha mantenido los pleitos con los medios de comunicación, con importantes republicanos en el Congreso y hasta con los jugadores de la Liga Nacional de Futbol que protestan al hincarse durante el himno nacional en contra del racismo prevaleciente en la nación. En el tema de una prometida reforma fiscal, varios de sus aliados han dicho de manera anónima que temen que sus formas groseras al referirse a varios senadores republicanos que han criticado el proyecto de la Casa Blanca, podrían llevarlo a otro gran fracaso legislativo por el resto de su mandato y lo mostrarían como un líder ineficaz, incapaz de convencer a su propio partido de sus prioridades.

En el curso de este clima político, el senador Bob Corker, un republicano de Tennessee quien preside la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, hizo recién una dura evaluación acerca de la aptitud de Trump para la oficina oval, con la advertencia de que el comportamiento imprudente del presidente podría lanzar a la nación “en el camino a la III Guerra Mundial”. Y luego de un intercambio cáustico en Twitter con insultos entre Trump y Corker, ningún líder republicano ha acudido en defensa del Presidente, con excepción del vicepresidente Pence.

Por algo, luego de semanas de advertir su agenda en peligro por las divisiones republicanas y las luchas internas entre sus ayudantes, la agencia Reuters también dice: “Por el momento, el presidente de Estados Unidos… va solo”. Una circunstancia que desde luego no se puede explicar únicamente por el agrio carácter o las torpezas políticas del multimillonario, sino a la vez por el declive que sufre su país en el contexto del desgaste mundial de la formación social capitalista, que pugna por encontrar soluciones nada fáciles de alcanzar a su problemática actual.

21 de octubre de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México,
22 de octubre de 2017)
El Otoño del Imperio

domingo, 8 de octubre de 2017

La Preocupación del Grupo de los 7 por el Futuro de los Mercados

Jesús Hernández Garibay

El pasado 29 y 30 de septiembre tuvo lugar en Reggia di Venaria, Turín, la reunión de los ministros de trabajo y empleo del Grupo de los 7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón e Italia). En dicho conclave participaron también los ministros de industria, educación y ciencia del mismo grupo, todos los cuales discutieron en sesiones separadas, centrándose en sus campos específicos pero con un enfoque integrado y coordinado, en el marco de una semana dedicada a “los desafíos de la Cuarta Revolución Industrial”.

Considerado como un “foro informal”, la primera Cumbre de las economías industrialmente más avanzadas del mundo se celebró en 1975 en Rambouillet, Francia, para discutir acerca de la crisis financiera y económica provocada por el shock petrolero de 1973-1974. Posteriormente, en 1998 el grupo invita a Rusia, país que luego es expulsado a raíz de la postura que asume ante la crisis en Ucrania. Así, cada año varias reuniones del G7 se llevan a cabo, en busca de respuestas a los grandes retos que enfrentan los mercados.

“El trabajo ―decía el G7 en el encuentro de dos días en Turín― es un componente clave del cambio: la manera en que se forma el futuro de trabajo y bienestar tendrá un impacto significativo en el proceso de innovación conjunto…” Por esta razón, el elemento clave que guio la discusión fue: “colocando a la gente y al trabajo en el centro de la innovación”. En este entorno se abordaron “los beneficios y los nuevos retos globales” que implicaría la Próxima Revolución Productiva, que, dijeron, “comportará incomparables oportunidades no sólo para la producción de bienes y servicios, sino también en el modo en que se crea y aprovecha el conocimiento”.

Lo mismo que a otros organismos o foros internacionales como la OCDE, el Banco Mundial o el Foro Económico de Davos, los temas que preocupan al G7 son, sobre todo, la progresiva implantación de cadenas de producción globales, la creciente importancia del capital productivo basado en el conocimiento y el desarrollo de profundos cambios tecnológicos que están generando la transformación digital en un gran número de actividades, y conduciendo a una nueva revolución productiva; a la vez, preocupa el resolver cómo hacer posible dicha transformación.

Entre estos retos, dice la Fundación Ramón Areces y la OCDE en el Seminario “La nueva revolución de la producción: la transformación digital”, realizado en Madrid el 14 de marzo último, se encuentran los siguientes: “¿Cómo se puede preparar a los trabajadores y a la sociedad para los cambios estructurales que van a tener lugar, incluido su previsible impacto sobre el empleo y la desigualdad? ¿De qué modo puede la política económica asegurar que la transformación digital redunde en crecimiento inclusivo? ¿Qué tipo de políticas mejoran el acceso a las herramientas digitales en la empresa y facilitan un mayor dinamismo empresarial, especialmente en la pequeña y mediana empresa y en las nacientes empresas innovadoras?”

Aspiraciones que enfrentan hoy los mercados ante el mayor estancamiento del capital, un cada vez más alto desempleo y un empleo cada día más precario a las puertas de una automatización sin precedente, que resulta en la crecientemente imparable desigualdad en todos los países.

8 de octubre de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México,
8 de octubre de 2017)
El Otoño del Imperio

sábado, 23 de septiembre de 2017

Estados Unidos: ¿Crisis pasajera, o declive sin retorno...?

Jesús Hernández Garibay

Luego del paso de los huracanes Irma y Harvey por el sureste de Estados Unidos, un grupo de artistas estadounidenses llevaron a cabo un festival para reunir fondos en favor de las víctimas de ambos meteoros. En su presentación, la cantante Beyoncé decía: “Los efectos del cambio climático se manifiestan día con día en el mundo… Tenemos que estar preparados para lo que viene después…” De su lado, el legendario cantante Stevie Wonder afirmaba sin decirlo, pero rozando la postura del presidente Donald Trump en relación con el tema: “Quien crea que no hay nada como calentamiento global debe ser ciego o tonto…” Aprovechando la ocasión, otros de los participantes hicieron también la misma crítica, lo cual al siguiente día era condenado por los medios ultraconservadores pro Trump como manifestaciones de “demócratas izquierdistas”.

Unos días después se llevó a cabo la entrega de los Premios Emmy 2017. De nueva cuenta, el evento aquí también fue aprovechado por varios de los presentadores y premiados para hacer crítica y burla del mismo Trump, un hecho que motivó que esos mismos medios ultraconservadores consideraran la entrega de los icónicos Premios de este año como: “ciertamente el evento políticamente más cargado de todos los tiempos…” Como quiera, ambos sucesos se convertían así en representativos del clima que en estos tiempos campea en Estados Unidos: una grave división social y política que hoy se vive el país.

Lo importante aquí, en todo caso, es tratar de comprender si dicho clima es consecuencia de una figura como la del polémico multimillonario, o si es resultado de problemas de mayor fondo. La realidad es que la Unión Americana no es ya lo que fue hasta los años setenta del siglo pasado: una nación pujante. Y hoy tal circunstancia no es distinta, como los siguientes datos lo revelan:

1) De acuerdo con el Departamento del Tesoro, la deuda federal ha sobrepasado ya por vez primera los 20 billones de dólares, obligando de nueva cuenta al presidente a pedir al Congreso un aumento del techo autorizado de dicha deuda, lo que representa una mayor presión sobre el gasto gubernamental. 2) Junto a ello, en el entorno de la emergencia de nuevos y crecientemente poderosos actores como China, de acuerdo con Bloomberg el déficit comercial del país alcanzó ya en este 2017 los 48 mil 500 millones de dólares, el más grande desde el 2012. 3) A pesar del momento de recuperación con más empleos que en estos meses se vive ahí, lo cierto es que la realidad del mundo laboral es apabullante: de acuerdo con datos recientes del Departamento del Trabajo, el número de norteamericanos por arriba de los 16 años que se encuentran desempleados por cualquier motivo, alcanza los 94 millones 785 mil personas.

Entre otros muchos, son estos datos un botón de muestra del insoluble declive que el país padece y el nivel de empobrecimiento que el mismo provoca en no menos de 32 millones de personas que se ven afectadas por la creciente precariedad en el empleo con salarios insuficientes, el creciente gasto en salud ahora sin el Obamacare, la imposibilidad de que un trabajador de salario mínimo pueda acceder a una vivienda digna y muchos otros problemas por los cuales un creciente número de ciudadanos muestran su descontento de diversas maneras.

23 de septiembre de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 24
de septiembre de 2017)
El Otoño del Imperio

lunes, 4 de septiembre de 2017

Corea del Norte: La Temperatura Bélica Escala

Jesús Hernández Garibay

“Cualquier amenaza a Estados Unidos o sus territorios, incluyendo Guam, o nuestros aliados, será recibido con una respuesta militar masiva, una respuesta eficaz y abrumadora…”, decía el domingo anterior el secretario de Defensa Jim Mattis. El secretario Mattis hacía esta advertencia ante lo que la Casa Blanca consideró como una nueva amenaza de Corea del Norte, después de una prueba de la que Pyongyang dijo que fue “una bomba de hidrógeno capaz de encajar en la punta de un misil”, y luego de que presidente Donald Trump se reuniera con sus asesores de Seguridad Nacional.

Con esta nueva prueba, que Corea del Norte describió oficialmente como “éxito perfecto de una bomba de hidrógeno para un misil balístico intercontinental” (el más reciente de 11 ensayos con 17 misiles lanzados de febrero a septiembre de 2017, que perfeccionan aún más con cada lanzamiento su tecnología), se pone de nuevo al mundo en vilo al acrecentarse la presión sobre el presidente Trump en lo que podría convertirse en su primera gran crisis de política exterior.

Más allá del descrédito que busca la caricaturización en la prensa occidental del mandatario Kim Jong-un para hacerlo ver como un demente, la gran pregunta es: ¿por qué Corea del Norte busca tener armas nucleares? Al respecto, un análisis más serio considera que el objetivo final de Pyongyang es conseguir un misil con una ojiva nuclear capaz de alcanzar territorio norteamericano, pues el régimen está convencido de que EUA trata de derrocar a Jong-un, y Pyongyang ve en las armas nucleares la clave para evitar que su mandatario sufra un destino similar al de Moammar Gaddafi en Libia o Saddam Hussein en Irak.

La Casa Blanca se queja de estar siendo amenazada por el guerrerismo del líder norcoreano, pero habría que recordar que el mismo EUA ha sido el causante de que no se logre una solución pacífica duradera en la península de Corea. Veamos si no, cómo a lo largo de varios años Norcorea promovió un diálogo constructivo hacia la reunificación de las dos Coreas; hecho que siempre ha sido del desagrado de Washington, quien insiste en mantener un amplio aparato castrense en la zona. Durante esos años, un diálogo bilateral permitió establecer una agenda para promover reuniones comerciales, intercambios deportivos y reunificación de familias separadas, con el apoyo de la Cruz Roja Internacional, pero siempre ante el enfado de Washington.

A la vez, durante varios años se abrieron conversaciones a seis bandas (Corea del Norte, China, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y Rusia) llevadas a cabo hasta 2005 a fin de resolver el programa nuclear de Norcorea, para lo cual Pyongyang pedía que EUA retirara las sanciones financieras al país y que Occidente se comprometiera en un apoyo económico para solventar las necesidades sociales del pueblo norcoreano; a lo que siempre se negó Norteamérica. Las pruebas de misiles nucleares de Pyongyang parecieran complicar más las cosas; no obstante, lo cierto es que la retórica belicista utilizada hasta ahora por su presidente Kim Jong-un es resultado de la porfiada actitud de Washington, de no hacer caso a las posibilidades de paz.

4 de septiembre de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 10
de septiembre de 2017)
El Otoño del Imperio

martes, 22 de agosto de 2017

La Presidencia Enrevesada de Donald Trump

Jesús Hernández Garibay

El retiro del ultraconservador Stephen Bannon de la Casa Blanca luego de un año de estar apoyando al pendenciero Donald Trump, una figura aquél quien fue clave en el triunfo electoral del republicano al afinar convenientemente el mensaje populista y nacionalista de su campaña, sea que haya renunciado o lo hayan despedido evidencia la pugna desatada hoy al interior de la novel administración entre las posturas más radicales encabezadas por el mismísimo multimillonario, y quienes desde una óptica “menos controvertible” tratan de encauzar la nueva presidencia hacia un sendero más aceptable para el “establishment”.

Ex-director del libelo ultraderechista Breitbart y con vínculos en la llamada derecha “Alt-Right”, heredera del supremacismo nacionalista y anti-inmigrante blanco pero bajo la bandera de un movimiento que actúa sustentado en la estrategia “suave” del politólogo estadounidense Gene Sharp, con un nombre más admisible para las nuevas generaciones que no quieren ser identificadas con movimientos ultrarracistas o neonazis pero sí bajo la pretensión de “deconstruir” (Jacques Derrida) el “fastidioso” Statu Quo actual, Bannon se encontraba en medio de una intensa disputa interna en la Casa Blanca.

Un forcejeo encabezado en el otro bando por el nuevo jefe de gabinete ex-general John Kelly, el consejero de seguridad nacional ex-general Herbert Raymond McMaster, el yerno y asesor presidencial Jared Kushner y hasta el vicepresidente Michael Richard Pence, quienes han tratado de “suavizar” las mostrencas frases del mandatario al amenazar a Corea del Norte “con fuego y furia” en el posible uso de misiles nucleares, a Venezuela de contar en contra de la Revolución Bolivariana “con muchas opciones, incluida la militar”, o al culpar “a las dos partes" de la violencia supremacista en Charlottesville; dichos que han concitado fuertes críticas hasta de sus correligionarios y sectores que antes le apoyaban.

De por sí que en sus primeros siete meses Trump ha padecido ya importantes despidos y renuncias de muchos de los hasta ahora 26 asesores presidenciales y de altos funcionarios como el jefe de gabinete Reince Priebus, el consejero de seguridad nacional Michael Flynn, el despido de la fiscal general Sally Yates y la salida del secretario de prensa Sean Spicer, de los directores de comunicaciones Mike Dubke y Anthony Scaramucci, un subjefe de gabinete y hasta el rechazo de la oferta del vicealmirante Robert Harward para convertirse en su nuevo asesor de seguridad nacional. A la vez, también el despido de una procuradora general en funciones y un jefe de la Oficina Federal de Investigaciones.

Con cierta amargura, la abrupta salida de Stephen Bannon lo llevó a decir que “La presidencia ya se acabó”. No obstante, ya calmado, luego en una entrevista con Bloomberg, Bannon diría: “estoy dejando la Casa Blanca y voy a la guerra de Trump contra sus opositores en Capitol Hill, en los medios de comunicación y en la [Norte]América corporativa”. En otra entrevista Bannon diría que los enemigos del presidente eran entre otros el Consejero Económico Gary Cohn y “los cabilderos de Goldman Sachs” en la Casa Blanca. Dichos que auguran pugnas más abiertas de quienes, aun preocupados por sus dislates, ven en Trump un faro que ilumina su camino.

22 de agosto de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 27 de agosto de 2017)
El Otoño del Imperio

La Reunión en 2017 del Furtivo Grupo Bilderberg

Jesús Hernández Garibay

Del jueves 1º al domingo 4 de junio el siempre hierático Grupo Bilderberg llevó a cabo en este año su 65° cenáculo, en un hotel de la ciudad de Chantilly, Virginia, en Estados Unidos. Como se sabe, habiendo nacido en los Países Bajos desde 1954 ―creado, según se ha conocido luego de muchos años, por la CIA y el MI5, para fortalecer a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)―, como un foro privado, según esto, de “intercambio de opiniones”, dicho grupo no ha dejado de congregar cada año a la más selecta élite política, empresarial y financiera de Europa y Norteamérica.

En esta ocasión reunió a 131 invitados de 21 países, entre ministros, académicos, empresarios millonarios, directores de medios y de instituciones financieras, y miembros de la llamada nobleza. Según el propio grupo, una diversidad que incluyó a varios ejecutivos de bancos como Goldman Sachs, Deutsche Bank, BP, además de viejos y nuevos actores como los jefes de Google, AT&T, Bayer, Airbus, AXA, Allianz, ING; todos interesados en el tema de si es pertinente poner un freno a la globalización, pues es éste, como se dijo ahí, “el aire que respiran”.

El gran ausente fue el recién fallecido multimillonario David Rockefeller, uno de sus principales propulsores quien siempre acompaño al grupo junto con el ex-secretario de Estado Henry Kissinger. Del Bilderberg, Rockefeller decía justo en 1991: “Estamos agradecidos con [los medios informativos] cuyos directores han asistido… y respetado sus promesas de discreción durante casi cuarenta años. Habría sido imposible para nosotros desarrollar nuestro plan para el mundo si hubiéramos sido objeto de las brillantes luces de la publicidad durante esos años. Pero el mundo es ahora más sofisticado y preparado para marchar hacia un gobierno mundial...  La soberanía supranacional de una élite intelectual y banqueros del mundo es seguramente preferible a la autodeterminación nacional practicada en siglos pasados…”

“Soberanía supranacional” que debatió en este año cuestiones tales como “Las relaciones transatlánticas”, “La actividad de la OTAN”, “Las guerras de información”, “El papel de Rusia en el orden mundial”, “China” y “La proliferación de armas nucleares”, entre otras. No obstante, la ponencia central fue “La Administración Trump: informe de avances”; un enunciado éste que explica que hay en el grupo un reconocimiento y aceptación previa del polémico presidente.

Según fue conocido, un asunto derivó ahí en un enconado debate: el que se dio entre partidarios y adversarios acerca de la “conveniencia” o no del terrorismo islamista. Al respecto, hubo objeciones a lo dicho por Donald Trump en Arabia Saudita y en la cumbre de la OTAN, en que el mandatario trató de convencer a sus aliados y socios de que deben abandonar a la Hermandad Musulmana (ISIS) a la que respaldan, han armado y dirigen; un emplasto a través del cual Estados Unidos, Francia y el Reino Unido se han dedicado durante años a organizar una guerra contra el gobierno legítimo de Siria mientras fingían negociar una salida política a ese conflicto. Y frente al que hoy no saben qué hacer por causa del costo que han ocasionado las cada día más frecuentes acciones terroristas del mismo ISIS en sus propios países.

22 de agosto de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 13 de agosto de 2017)
El Otoño del Imperio

Donald Trump en la Casa Blanca. El Polémico Inicio

Jesús Hernández Garibay

El jueves 20 de julio se cumplieron 181 días o seis meses desde que el controvertido magnate Donald Trump fue ungido como nuevo presidente de Estados Unidos. A muchos de sus más fieles seguidores, este periodo de tiempo les debe haber parecido sólo un destello durante el cual el peculiar mandatario ha logrado ya lo que su principal frase de campaña anunciaba: “Hacer grande nuevamente a (Norte)América”. Para sus detractores, sin embargo, el inicio se ha traducido en hacer más que evidente la incapacidad para gobernar de quien, se dice, no sabe cómo conducir una nave de gran calado.

No ha sido poco lo que ha trabajado el novel político, pues a sus 991 mensajes de texto y 54 discursos se suman en este lapso 41 acciones ejecutivas, 58 memorandas presidenciales, 42 decretos sancionados como leyes y dos giras internacionales. No obstante esas cifras y a pesar de la parafernalia que medios devotos a su cofradía, como Breitbart News, Canal Fox News o The New York Post, han desatado en cada ocasión que tienen para defender la investidura de su luminaria, otros, encabezados por seguidores de quienes esperaban que la favorita del “establishment” Hillary Clinton llegara a la Oficina Oval, lo acusan de no haber podido impulsar una sola de sus “grandilocuentes promesas electorales”.

Como ha sido destacado en las noticias, durante estos meses se advierten ya las dificultades en efecto, para llevar adelante los propósitos anunciados en campaña por el empresario. La primera orden ejecutiva firmada, una polémica orden migratoria anti-musulmana queda paralizada de inmediato y el veto a la entrada en Estados Unidos de ciudadanos de siete países solo es parcialmente consentido hasta junio. La construcción del muro fronterizo con México queda empantanada en el Congreso, donde no recibe partida alguna para que comience a construirse. La intención de suprimir el sistema de cobertura sanitaria Obamacare y reemplazarlo por uno propio, fracasa por falta de apoyos entre los mismos republicanos.

A nivel internacional Trump no ha sido menos errático y disentido. En mayo choca con sus propios aliados de la OTAN y los líderes europeos de quienes exige más apoyo económico, mientras en la cumbre del G-7 lo confinan sus ideas proteccionistas. En junio abandona el Acuerdo de París suscrito por la comunidad internacional, mientras su propuesta de renegociación recibe un rechazo unánime. Hace tres semanas reitera en Varsovia y en Hamburgo su misma postura ultramontana que dice anunciar para su país a una nueva era dorada; pretensión bien vista por muchos pero que implica la misión imposible de voltear la rueda de la historia.

La investigación sobre supuestos vínculos de la campaña republicana con operadores de inteligencia rusos para perjudicar a la Clinton domina también el primer semestre de la presidencia de Trump y lo lleva a su nivel más bajo de popularidad, con sólo un 36 por ciento de aprobación a su gestión. Caballito de batalla éste, de las huestes que sueñan en convertir su resultado en un por ahora ilusorio juicio político para desaparecer de la escena a quien consideran un advenedizo inoportuno para el “statu quo ante comitia”, o sea, el neoliberal…

22 de agosto de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 30 de julio de 2017)
El Otoño del Imperio

La Gigante Petrolera Aramco Compra la Refinería más Grande de Estados Unidos

Jesús Hernández Garibay

El 3 de mayo pasado fue anunciado el acuerdo al que llegaron la empresa estatal de petróleo y gas Saudi Aramco y la holandesa Shell para distribuirse los bienes que compartían a través de la sociedad Motiva Enterprises. Con la compra del 100 por ciento de sus activos (antes ya poseía el 50 por ciento), la gigante árabe se queda con “la joya de la corona”, Port Arthur, la mayor refinería de Estados Unidos, ubicada en la parte texana del golfo de México.

La estatal Saudi Aramco es ni más ni menos que la mayor empresa de Arabia Saudita en el mundo, lo cual es altamente significativo para un país que es el mayor exportador mundial de petróleo con una producción de 10 millones 67 mil barriles diarios al mes de julio de 2016. Con sede en Dhahran, Arabia Saudita, la monumental empresa es al mismo tiempo la propietaria de la mayor red de hidrocarburos del planeta, conocida como Master Gas System.

Entre las reservas de petróleo que esta compañía saudí posee destacan el Campo Ghawar, la segunda reserva petrolífera más grande del mundo, el Campo Safaniya, que es el campo petrolífero marítimo mayor del mundo, y el Campo Shaybah, que es también uno de los mayores yacimientos conocidos a escala mundial. Líder también en la producción y exportación de gas natural licuado (GNL), Saudi Aramco tiene un valor aproximado global estimado por algunos en más de 2.5 billones de dólares.
Valero Port Arthur Refinery, de su lado, tiene capacidad para refinar 600 mil barriles diarios de crudo, pero con el acuerdo logrado, además de Port Arthur la petrolera árabe se queda también con 24 terminales de distribución y con el derecho exclusivo de vender gasolina Shell en ocho estados de ese país; y por supuesto ya enfoca su atención en el mercado mexicano, con cuyo régimen llegó a establecer acuerdos el año pasado para explorar diversas áreas de cooperación.

No obstante, en el negocio del petróleo no todo es miel sobre hojuelas. Desde hace varios años el gobierno saudí ha estado preparando la venta de Aramco para llevarla a cabo en 2018. La razón es que el petróleo está siendo irremediablemente sustituido por fuentes energéticas alternas; algunos expertos señalan que sólo es cosa de imaginar “un mundo en el que la mayoría de vehículos fueran eléctricos y funcionaran con gas natural y energía solar”, lo cual se estima que podría suceder para 2030. Esos mismos analistas ponderan que si el 80 por ciento de la demanda de crudo es en nuestros días para los vehículos automotores, entonces dentro de unos 15 años en que el petróleo valga cero, “la que hoy es la compañía más valiosa del mundo también valdrá cero” (E&N estrategiaynegocios.net); un hecho posible que lleva a los sauditas a buscar deshacerse de la petrolera, al mejor precio posible de ahora.

Como quiera que sea, por el momento el acuerdo le permite a Saudi Aramco abrir más el mercado de EUA a sus hidrocarburos, lo cual es con seguridad una buena noticia por la preservación de empleos en Norteamérica, pero a la vez una mala porque la dependencia de petróleo refinado a un gobierno extranjero se amplia.

22 de agosto de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 4 de junio de 2017)
El Otoño del Imperio

lunes, 1 de mayo de 2017

Los Tambores de Guerra de Trump

Jesús Hernández Garibay

El despliegue bélico que el recién estrenado presidente de Estados Unidos Donald Trump ha ordenado y que incluye el malicioso ataque a una base aérea en Siria, el envío de porta-aviones, cazas, tropas y otros artefactos militares alrededor de Corea del Norte, y el uso de “la madre de todas las bombas” (MOAB) en Afganistán, viene a darle forma a la expresión planteada hace unas semanas por el mandatario en el sentido de que su país “necesita de una nueva guerra”.

Como se sabe, el bombardeo estadunidense a la base aérea siria de Shayrat con 59 misiles crucero se dio en represalia por el supuesto uso por parte del gobierno de Bashar al-Assad de gas sarín en contra de la población de Khan Sheikhoun; hecho que ha sido negado por el propio gobierno sirio y que el canciller ruso Sergei Lavrov ha tildado de ser un falso suceso orquestado por la Casa Blanca para intentar seguir debilitando a Assad, un mandatario más del disgusto del país “señalado por Dios” para mostrar al mundo “el camino a la felicidad”.

Un acto de guerra el de Trump que ―como sucedió en su tiempo con George W. Bush para el caso de Irak y Afganistán― viola los procedimientos legales de su propia nación al no tomar en cuenta al Congreso ni a la ONU, y que es tan rechazado por múltiples expresiones ciudadanas en las redes sociales, como aplaudido hasta por quienes antes se pronunciaban en contra del peculiar personaje, entre otros varios importantes medios de comunicación y legisladores como John McCain, y con seguridad también con el regocijo de muchos demócratas.

Los mismos que también aplauden el aumento de la tensión en el sureste asiático con el envío del portaaviones “USS Carl Vinson” escoltado por tres barcos lanzamisiles, además de 28 mil 500 soldados, 450 tubos lanzamisiles, drones, submarinos de ataque, escuadrones de aviones de combate y hasta un sistema de defensa antimisiles. Y los mismos que de igual forma se congratulan de que haya sido lanzado el más poderoso proyectil de todos los tiempos, la MOAB GBU-43 fabricado por la empresa Dynetics. Hecho por el que Trump se vanagloriaba diciendo: “Es realmente un gran trabajo, estamos muy orgullosos de nuestro Ejército”.

Lo que en todo caso el novel presidente deja entrever con este beligerante episodio que pone de nuevo al planeta al borde de una nueva y peligrosa conflagración, es la manera en cómo, siendo un personaje supuestamente distintivo, como mandatario de la nación más poderosa del mundo, al final de cuentas ―lo mismo que ocurrió con “el presidente de la guerra” Bush, o con Barack Obama que tan sólo durante el 2016 lanzó a múltiples blancos la friolera de 26 mil 171 misiles―, se debe a los intereses predominantes en el mercado.

En los inicios de su campaña para la presidencia el inculto personaje decía que durante su gobierno disminuiría el gasto militar; pero lo obvio es que ahora son todas las empresas vinculadas a la industria armamentista las que se frotan las manos por causa del alto gasto militar que hará durante su gestión, y los trillones de dólares que cada conflicto bélico les concede. Y no es el único cambio de postura que Trump ha hecho, ni que hará en el futuro.

1° de mayo de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 23 de abril de 2017)
El Otoño del Imperio

domingo, 16 de abril de 2017

El Hambre en el Mundo: Otro Problema Insoluble


Jesús Hernández Garibay

El pasado primero de abril se dio a conocer un informe elaborado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE), en el que se advierte el estado actual del hambre en el mundo. En el mismo se indica que durante 2016 aumentó a 108 millones el número de personas afectadas por ese detestable mal, tanto por causa del aumento incontenible de los precios de las mercancías, como por la presencia de execrables conflictos y el aumento de las condiciones climáticas extremas.
Dicha cifra representa nada menos que un incremento del 35 por ciento de personas enfrentadas a una "inseguridad alimentaria grave", que tan sólo un año antes era estimada en 80 millones, lo que da una idea del deterioro y la ineficacia de las medidas adoptadas por distintos organismos y gobiernos para intentar paliar esa cruel tragedia.
Ya desde 2015 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Observatorio de la Salud Mundial (OMS) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la misma ONU, daban a conocer descomunales cifras acerca del tema: alrededor de 795​ millones de personas en el mundo no tienen suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa; la gran mayoría de personas que padecen hambre viven en países “en desarrollo” donde el 12.9 por ciento de la población presenta desnutrición; si las mujeres agricultoras tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos, el número de personas con hambre podría reducirse hasta en 150 millones.
Para el caso de los niños, peor el escenario: la nutrición deficiente es la causa de casi la mitad (45 por ciento) de las muertes en niños menores de cinco años (3,1 millones de niños cada año); uno de cada seis niños (100 millones) en los países “en desarrollo” presentan peso inferior al normal; uno de cada cuatro de los niños en el mundo padece de retraso en el crecimiento (en los países “en desarrollo” la proporción se eleva a uno de cada tres); 66 millones de niños en edad escolar primaria asisten a clases con hambre en esos mismos países “en desarrollo” (tan sólo en África hay 23 millones).   
Si los recursos con que cuenta cualquier gobierno los usara para enfrentar de manera decisiva ese inhumano asunto, lo podría solucionar. El PMA estima que se necesitan solamente alrededor de 3 mil 200 millones de dólares por año, para llegar a todos los 66 millones de niños con hambre en edad escolar. No obstante, en el declive del sistema, tales gobiernos prefieren y están obligados a ofrecer al “libre mercado” las mejores condiciones para estimular su “buen funcionamiento”, antes de enfrentar calamidades fundamentales de la población como esa.
“Buen funcionamiento”, que crea inevitablemente el aumento incontenible de los precios de las mercancías, la creación de execrables conflictos y el deterioro de las condiciones climáticas globales, de los cuales se nutren sobre todo las más grandes corporaciones multinacionales para sobrevivir a la despiadada competencia del salvaje capitalismo que hoy vivimos.

16 de abril de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 9 de abril de 2017)
El Otoño del Imperio

sábado, 25 de marzo de 2017

Cumbre del G20: La Economía Mundial Sigue en Vilo

Jesús Hernández Garibay

Como un preámbulo para la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los 20 (G20) que se realizará el mes de julio en la ciudad de Hamburgo, el pasado 17 y 18 de marzo se llevó a cabo la cumbre de ministros de Finanzas del G20 en la ciudad de Baden Baden. Los ministros abordaron ahí temas relacionados con los problemas de la economía mundial y fue ésta una oportunidad para medir el alcance de las diferencias existentes ahora entre los principales gobiernos a la luz de las políticas proteccionistas que el nuevo presidente de Estados Unidos trata de impulsar.

En la cumbre de ministros la participación del novel secretario del Tesoro norteamericano Steven Mnuchin fue enfática, al advertir que en la intención del mandatario de anteponer a “[Norte]América Primero” no cabe un sistema comercial global abierto y que EUA estaría dispuesto a llevar a la Organización Mundial de Comercio (OMC) la propuesta de renegociar sus compromisos de no proteccionismo, olvidando Mnuchin que desde siempre ha sido planteado en este organismo la falta de consenso de su país respecto a la regla, sí aceptada por el resto de las economías, de no proteccionismo.

Como quiera que sea, la gran pregunta que sería necesario hacer es si esta posible “crisis de la globalización” ―como se comienza a llamar a la amenaza de Donald Trump de cambiar las reglas del “libre mercado”―, es resultado de la insensatez del controvertido gobernante, o hay razones furtivas que operan en la economía norteamericana y mundial, que obligan a buscar nuevas soluciones a los complejos problemas que persisten en todos lados.

Al respecto, es importante destacar el dato que apunta al déficit comercial de Norteamérica que hoy alcanza ya los 48 mil 500 millones de dólares, el más grande déficit comercial de ese país desde el 2012 (Bloomberg). Dato que por sí mismo sería suficiente para explicar la preocupación de Trump respecto a las actuales condiciones de la economía, y que el presidente supone ser resultado de la globalización que ha promovido la salida de capitales de su país.

Habría, sin embargo, que excavar más a fondo para entender la verdadera razón del grave deterioro histórico que hoy sufre Estados Unidos. Economistas italianos como Carchedi hacen un juicioso estudio de 65 años (1945-2010) que da cuenta de la enorme caída irreversible de la tasa media de ganancia de los capitales en aquel país; una tendencia frenada por momentos a lo largo de esos años por la productividad consecuencia de mejoras tecnológicas o por el abatimiento de los salarios y la mayor tasa de explotación de los trabajadores, pero al final imparable.

Para peor, una condición que no es exclusiva de EUA sino a la vez vigente en el conjunto del sistema, que deja ver el deterioro global de las economías de mercado y la creciente incapacidad de los gobiernos para detener su tendencia; temas de permanente preocupación en los principales foros económicos mundiales, como el G20, el de Davos y otros más.

25 de marzo de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 26 de marzo de 2017)
El Otoño del Imperio

viernes, 17 de marzo de 2017

Estados Unidos: Nación Históricamente Declinante

Jesús Hernández Garibay

Han pasado cuatro meses a partir de la noche en que se anunciara el triunfo electoral del multimillonario Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Al respecto, muchas cosas han sucedido en la escena política de ese país, comenzando con las acciones diarias de un mandatario empeñado en demostrar que desde el día siguiente a su toma de posesión promovería un conjunto de órdenes ejecutivas en busca de llevar adelante sus promesas de campaña, hasta la multitud de protestas y llamados de atención de distintos sectores de la sociedad respecto a sus acciones y a su misma presidencia.
Lo peculiar del caso es que en los altos niveles de la política se mantiene todavía abierta una virtual guerra que de nuevo da cuenta de la insatisfacción demócrata por el resultado de los comicios, como de los resquemores que existen hacia el nuevo habitante de la Casa Blanca, quien a su vez acusa a medios de información y ahora hasta al ex-presidente Barack Obama de pretender debilitar su mandato.
El argumento favorito del círculo cercano a Hillary Clinton es la acusación de que un gobierno extranjero, el de Vladímir Putin, hackeó cuentas de correo del equipo de campaña de la ex-secretaria de Estado, cuyos contenidos dados a conocer ampliamente por WikiLeaks prueban que se llevó a cabo una estrategia en contra del otro precandidato Bernie Sanders, lo que permitió a la Clinton ganar la candidatura de su partido.
Dicho argumento de intrusión de un gobierno extranjero en las elecciones, pretende confirmarse tanto por las varias ocasiones en que Trump ha planteado su intención de lograr una mayor proximidad con el gobierno ruso en busca de lo que intente lograr el ahora jefe de gobierno, como por haberse dado a conocer recientemente conversaciones telefónicas que exhiben acercamientos del círculo del presidente con funcionarios rusos.
Estos informes obtenidos de forma ilegal, que han sido calificados como un intento de “golpe de Estado silencioso” por algunos comentaristas, le permiten hoy al nuevo mandatario levantar una acusación en contra de Obama de haber intervenido las líneas telefónicas de la Torre Trump desde la campaña electoral, provocando esa imputación un nuevo escándalo que sube la temperatura en el panorama doméstico, y que se calienta más por nuevas acusaciones de espionaje de las oficinas presidenciales.
Sea lo que alcancen a impactar, más allá de ser resultado de los disparates de los demócratas o los de un mandatario encajonado en sus propias simplezas, dichas contradicciones no son más que nuevas manifestaciones de la crisis política que sufre el país en su condición de nación históricamente declinante. Una nación enredada en sus limitaciones y sin posibilidades de reencontrar el ritmo perdido ya desde hace décadas, ante el descenso de los mercados y el ascenso de nuevos actores a nivel internacional con China y Rusia a la cabeza, y a nivel local ante nuevas generaciones que impulsan ambientes no siempre del agrado de muchos, pero boyantes y que responden a cambios demográficos irrefrenables.

17 de marzo de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 12 de marzo de 2017)
El Otoño del Imperio

domingo, 5 de marzo de 2017

El Incontenible Avance de la Cibertecnología

Jesús Hernández Garibay

El vertiginoso ritmo del desarrollo tecnológico en nuestro tiempo resulta impresionante. En 1965 Gordon Moore hablaba de la velocidad de los iniciales microprocesadores y predecía que se duplicaría cada 18 meses. No obstante, hacia finales del siglo XX se anunciaba un lapso de sólo 12 meses, mientras que el británico Nick Bostrom advertía desde entonces que la potencia de las computadoras se habría ya multiplicado por mil hacia el 2007. Así, varios especialistas afirman que en este siglo XXI no viviremos 100 años sino 20 mil años de progreso, tan sólo tomando en cuenta el ritmo de desarrollo de la ciencia a inicios del mismo.

Pero el impacto social de ese avance es aún más fulminante. Hace algunos años se llegó a considerar que hacia el 2030 sería posible que existiera una red informática integrada en nuestro medio ambiente. Pero ya hoy, quince años antes, dicha red está integrada en nuestro medio ambiente: las “redes sociales” en los Teléfonos Inteligentes y las Tabletas son eso que se preveía: un nuevo y emergente “firmamento inalámbrico” que, como profetizaba Ray Hammond, sería dentro de tres lustros “un lugar para poder conversar, jugar, hacer negocios, ganar dinero, administrar el gobierno, aprender, enamorarnos, hacer el amor, almacenar nuestros recuerdos, recordar y honrar la memoria de nuestros difuntos, y conectarnos con nuestros amores y amigos, con nuestros objetos inanimados y con nosotros mismos…”

Y es que el uso de las computadoras y de Internet en el orbe avanza a pasos agigantados. A principios de 2015 Internet Live Stats e Internet Society anunciaban que había ya 3 mil millones de personas en todo el mundo conectadas a la red (el 42% del total de la población mundial, que se convirtió en más del 51% hacia finales de ese año). Dos años después, en este mes de febrero, el número de usuarios de Internet es ya de alrededor de 3 mil 600 millones. Y la cifra sigue creciendo a pasos acelerados (ver en tiempo real: http://www.internetlivestats.com/)

En cuanto a las redes sociales, hace sólo seis meses Facebook ya tenía más de mil 709 millones de usuarios activos, Twitter casi 305 millones 950 mil y Google más de 460 millones 145 mil. En diciembre de 2016 cada segundo se publicaban unas 700 fotos en Instagram, y también cada segundo se enviaban casi tres mil correos electrónicos y se realizaban aproximadamente dos mil llamadas por Skype. A la vez, diariamente se realizaban más de 2 billones 566 millones de búsquedas en Google y cada segundo se veían más de 119 mil videos en YouTube.

Específicamente en México, el 12° Estudio de Usos y Hábitos de Internet 2015 publicado en 2016 por la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), informa que al final de ese año el número de internautas alcanzó los 65 millones de personas, o el 59.8% de la población. Un incontenible proceso universal que modifica sensiblemente hábitos y costumbres, desafiando las formas de la cultura mundial y afectando notablemente el curso de los mercados.

15 de febrero de 2017.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 12 de febrero de 2017)
El Otoño del Imperio