domingo, 19 de junio de 2016

Nueva Cumbre 2016 del Sombrío Grupo Bilderberg

Jesús Hernández Garibay

Un centenar de barricadas de concreto y rejas fueron colocadas por la policía de la ciudad de Dresden, Alemania, alrededor del Hotel Taschenbergpalais, sitio donde se llevó a cabo del miércoles 8 al domingo 12 de junio de este año una nueva reunión cumbre del sombrío Grupo Bilderberg, estableciendo así una gran “área de seguridad restringida” en torno al lugar donde se encontraron unos 150 “líderes mundiales”, entre jefes de estado, expertos en tecnología, académicos y periodistas selectos. Durante el evento, policías federales fuertemente armados impidieron las manifestaciones de más de 15 personas en la periferia.

Algunos periódicos y sitios independientes de redes sociales informaron sobre los invitados, que aparte de figurones usuales como Henry Kissinger, David Rockefeller o los Rothschild, incluyeron ahora al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el ex presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso, y al secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, sin faltar además las principales cabezas de Google, Shell, BP y Deutsche Bank, entre otros. Todos encaminados por los primeros ―quienes durante muchos años han tenido el mando del cónclave― a la firme idea de seguir conspirando en decidir el futuro de la humanidad.

Los temas que figuraron en esta ocasión fueron el (seguramente perturbador) poderío alcanzado por China y Rusia, el panorama político electoral de Estados Unidos, el panorama financiero global y la posibilidad de un nuevo colapso como el de 2008, las condiciones actuales de la Unión Europea y en particular la posibilidad de que Gran Bretaña salga de la misma, además de la innovación tecnológica y la seguridad cibernética, entre otros importantes. Todos tratados en un ambiente de total secrecía. Stanislav Tillic, uno de los asistentes al conclave, admitía al final de la reunión ante los reporteros, que Bilderberg es básicamente un poderoso grupo cabildero que puede “encauzar” a los distintos gobiernos del orbe.

Claro, el grupo se sigue autoproclamando como “un foro internacional pequeño, flexible, informal y extraoficial en el cual pueden ser expresados diferentes puntos de vista en un ambiente de comprensión mutua”. No obstante, en múltiples ocasiones ha sido acusado de ser un verdadero intento de “gobierno del mundo en la sombra”. Y es que el selecto club, que se reuniera por vez primera en Holanda en 1954, está integrado hoy por inversores internacionales, banqueros, dueños de los principales medios de información, políticos y miembros de la realeza, mientras que las personas que acceden de vez en vez a sus reuniones, lo hacen a conveniencia del “foro” y sólo por invitación expresa.

Como quiera que sea, un intento más éste de orientar el convulso mundo que vivimos ahora, hacia el paraíso que ansían los grandes capitales de alcanzar estabilidad y mayor riqueza con base en la disciplina absoluta de los pueblos.

19 de junio de 2016.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 19 de junio de 2016)
El Otoño del Imperio

domingo, 5 de junio de 2016

La Rapiña por el Agua

Jesús Hernández Garibay

De tiempo atrás se dice que el agua en el planeta se convierte en el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI, pues se prevé que en diez años más la demanda de este elemento indispensable para la vida humana será un 56 por ciento superior al suministro actual y quienes posean agua podrían ser blanco de un saqueo forzado. Esto es así porque en los últimos tiempos, advierten especialistas, las grandes corporaciones han pasado a controlar el agua en gran parte del orbe y se especula que en los próximos años unas pocas empresas privadas poseerán el control monopólico de casi el 75 por ciento de este recurso vital en el mundo.

Según cálculos de la ONU, cerca de mil millones de personas no tienen hoy acceso a agua potable y segura; 2 mil quinientos millones carecen de sistemas sanitarios adecuados, y más de 5 millones de personas fallecen anualmente por causa de enfermedades relacionadas con el agua. Pero mientras poblaciones enteras no tienen acceso al agua potable, grandes corporaciones aprovechan para vender agua pura embotellada bajo el supuesto de subsanar el problema; en 1970 se vendieron en el mundo mil millones de litros, en 2000 la venta fue de 84 mil millones y en el 2015 fue de 320 mil millones de litros.

Como cada tres años, en abril pasado se realizó la 7ª edición del Foro Mundial del Agua, en ciudades de Corea del Sur. En ésta ocasión se reunieron líderes políticos, funcionarios y expertos en el tema provenientes de más de 100 países, quienes discutieron bajo el lema: “Agua para nuestro futuro”. El objetivo era claro y se hizo un llamado a fin de incluir el caso en la Agenda del Desarrollo Post 2015, así como, entre otras cosas, “aportar apoyo científico y promover el desarrollo y la difusión de las tecnologías para la reducción de enfermedades relacionadas con el agua, la mejora de los tratamientos de purificación y la gestión de aguas residuales”.

No obstante, muchos gobiernos desvían su responsabilidad de tutela de los recursos naturales en favor de las empresas y así el embotellamiento del agua resulta un gran negocio. Al respecto, Sylvia Ubal, directora y fundadora de Barómetro Internacional, ha dicho: “En los finales del siglo pasado el mundo entró en una nueva fase de confrontación que denominamos la Nueva Guerra por los recursos naturales [donde lo que se busca es] apropiarse de los recursos estratégicos y necesarios para el desarrollo y expansión del capitalismo. Guerras por el petróleo, guerras por el agua, guerras por tierras, guerras atmosféricas, esta es la verdadera cara de la globalización económica… El problema no son los recursos naturales, no es la gente, sino la codicia de las corporaciones empresariales y las asociaciones entre éstas y los Estados con el fin de usurpar los recursos de los pueblos y violar sus derechos fundamentales de vida.”

Tan sólo la compañía Coca-Cola, la empresa de bebidas más grande del mundo, en un año utiliza alrededor de 390 mil millones de litros de agua para elaborar su producto, tan adictivo y dañino para la salud de todos.

05 de junio de 2016.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 05 de junio de 2016)
El Otoño del Imperio