sábado, 29 de junio de 2013

En Tres Décadas, la Inmortalidad Digital

Jesús Hernández Garibay

En poco más de 30 años los seres humanos serán capaces de cargar todo el contenido de sus mentes en una computadora, para así convertirse en inmortales digitales; un evento llamado “singularidad”, de acuerdo con Ray Kurzweil, director de Ingeniería y visionario de la empresa Google. El funcionario hizo este pronóstico durante un discurso en el Congreso Internacional de Futuros Globales 2045, llevado a cabo recién en Nueva York. Kurzweil dijo que “basado en estimaciones conservadoras de la cantidad de cómputo que se necesita funcionalmente para simular un cerebro humano, podremos ampliar una mil millonésima de veces más el alcance de nuestra inteligencia…”

Kurzweil asevera que las partes biológicas de nuestro cuerpo podrán ser también plenamente reemplazadas con partes mecánicas, y que esto podría ocurrir para el año 2100. Agregó que esto será posible a través de ingeniería neuronal, con base en tecnologías que pueden substituir las funciones biológicas; ejemplo de dicha tecnología es hoy el implante coclear, un implante que une al nervio coclear del cerebro y estimula electrónicamente para permitir escuchar a alguien que es sordo. Otros ejemplos incluyen tecnología para restaurar habilidades motoras con un sistema nervioso dañado. La “singularidad” es también conocida como “inmortalidad digital”, dado que el cerebro y la inteligencia de una persona podrán ser guardados digitalmente para siempre, incluso después de morir.

De su parte, Martine Rothblatt, presidenta de la empresa United Therapeutics, habló en el mismo Congreso sobre los “clones mentales” (mindclones), los cuales serían versiones digitales de los seres humanos, que pueden también inmortalizar los aspectos de nuestra personalidad. La empresaria dijo que ya pronto se alcanzaría un tipo de software para la conciencia: “La primera empresa que desarrolle programas mentales (mindware) tendrá tanto éxito como mil Googles”. Ambos ponentes sustentan su dicho en la llamada “ley de Moore” que indica que la eficacia de la computación se duplica en promedio cada dos años, con base en el curso de la investigación científica actual y el desarrollo de la tecnología a lo largo de las últimas dos décadas.

Esta visión futurista se sustenta en la Tercera Revolución Científico-Técnica, un concepto planteado desde hace años que indica que a lo largo de la historia las transformaciones económicas ocurren cuando convergen las nuevas tecnologías con nuevos sistemas de energía. Las nuevas formas de comunicación se convierten en el medio de organización y gestión, que civilizaciones más complejas han hecho posible mediante nuevas fuentes de energía renovable. Así, la conjunción de la tecnología de comunicación en Internet y las energías renovables en el siglo XXI, está dando lugar a una verdadera “revolución de la inteligencia”, que podrá convertirse en plena realidad si el ser humano logra resolver sus contradicciones, dejar su prehistoria y salvar finalmente al planeta de la destrucción a la que hoy como nunca antes le encamina el capitalismo salvaje que vivimos.

29 de junio de 2013.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 30 de junio de 2013)
El Otoño del Imperio

lunes, 24 de junio de 2013

El Ingreso de Colombia a la OTAN

Jesús Hernández Garibay

La noticia dada a conocer el 1º de junio último, pero poco divulgada, en la que el presidente de Colombia Juan Manuel Santos anuncia que su gobierno solicitará el ingreso a la OTAN, viene a plantear una circunstancia inédita para América Latina y el Caribe. De resultar un hecho, tal ocurrencia modificaría el actual panorama de una región que viene haciendo un enorme esfuerzo por construir un destino propio y no el que le tenía fincado el panamericanismo desde mediados del siglo pasado, de sólo servir de “patio trasero” a quien proverbialmente se siente dueño y señor de la casa. La razón de Santos: Colombia “tiene derecho a pensar en grande, ya no a nivel regional, sino a nivel mundial”.

Como se recuerda, la OTAN es una alianza militar originalmente concebida en la guerra fría, para frenar las supuestas pretensiones de expansión del bloque soviético; no obstante, aun a pesar de que ya no existe el “peligro comunista”, en las últimas dos décadas el organismo ha ampliado su acción, para favorecer los cambios dictados por Estados Unidos en otras partes del mundo. En los últimos años por ejemplo, la OTAN ha tenido abiertas intervenciones con “bombas humanitarias” en Belgrado, un apoyo importante a las tropas norteamericanas en Afganistán, en el bombardeo a Trípoli para acabar con el régimen de Gadafi en Libia; y ahora, aun cuando no oficialmente, en Siria.

El anuncio del colombiano, por decir lo menos, representa una amenaza a las aspiraciones establecidas en los principios de UNASUR; a la letra: “Consolidar Suramérica como una zona de paz, base para la estabilidad democrática y el desarrollo integral de nuestros pueblos, y como contribución a la paz mundial”; “Construir una identidad suramericana en materia de defensa, que tome en cuenta las características subregionales y nacionales y contribuya al fortalecimiento de la unidad de América Latina y el Caribe”, y “Generar consensos para fortalecer la cooperación regional en materia de defensa”. A la vez, resulta una provocación para la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que nace con el anhelo de trabajar en paz, por el desarrollo de nuestros países.

De suscribirse finalmente el acuerdo, éste sería incompatible no sólo con los principios de UNASUR y de su Consejo Suramericano de Defensa, a los cuales Colombia se debe como parte integrante del organismo; el Consejo, según lo concibe Brasil, no supone una alianza militar convencional como la OTAN, sino un foro para promover el diálogo entre los ministerios de Defensa de la región. Pero además, estaría en contra de los principios del Movimiento de los No Alineados que ratificó su mismo gobierno en la última cumbre de Teherán en octubre pasado, de estar obligado a adoptar una política de no alineamiento y de “no ser miembro de una alianza multilateral militar concluida en el contexto de los conflictos de las grandes potencias”. La pregunta en todo caso que queda en el aire, es: ¿por qué el presidente Santos busca romper dicho equilibrio? Si lo que desea es contravenir el proceso histórico que se vive en esa región, lo que hace es jugar con fuego.

24 de junio de 2013.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 23 de junio de 2013)
El Otoño del Imperio

sábado, 15 de junio de 2013

El Espionaje de “Gran Hermano” de Obama se Amplía

Jesús Hernández Garibay

La reciente filtración a los diarios The Guardian y Washington Post, por parte de Edward Snowden, un ex-asistente técnico de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), reveló programas secretos de la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana (NSA), uno dirigido a rastrear registros de llamadas telefónicas de millones de clientes de la empresa Verizon, y otro conocido como PRISM, que da acceso al contenido de comunicaciones cibernéticas de los clientes de nueve de las principales empresas de Internet en el mundo. Snowden, de 29 años, actualmente empleado de una empresa contratista militar privada, ha desatado un nuevo escándalo del alcance del sucedido con Wikileaks.

Según una orden judicial secreta dada a conocer por The Guardian, la NSA ordenó a Verizon entregar datos y registros telefónicos de llamadas locales e internacionales de sus millones de clientes. La orden, que ha sido catalogada como un sorprendente y masivo espionaje interno no visto ni siquiera bajo el gobierno de George W. Bush, especifica la entrega de información de llamadas pagadas y gratuitas. Así, la vigilancia oficial de comunicaciones personales a través de teléfono, correo electrónico, redes sociales y otros, busca datos tales como el número de origen y de destino, duración de cada llamada, números de tarjetas de llamadas telefónicas, número de identidad internacional e información sobre dirección y ruta de la comunicación

El escándalo que estalló con la revelación de que el Departamento de Justicia, al investigar posibles filtraciones de información “secreta” por funcionarios oficiales, obtuvo de manera clandestina los registros de comunicaciones telefónicas de unos 100 periodistas y editores de la principal agencia de noticias del país, la Associated Press, es sólo un ejemplo de la nueva “vigilancia” cuyo alcance y dimensiones son secretos y que incluye también el espionaje a extranjeros fuera de la Unión Americana. En tiempos de Bush la Corte Extranjera de Vigilancia de Inteligencia Extranjera y las denuncias reiteradas de los medios de comunicación, habían obligado a la Casa Blanca a cancelarlo.

Ahora la NSA lo ha puesto a funcionar de nuevo, al desarrollar una herramienta para registrar y analizar datos personales recopilados en todo el mundo. La herramienta se llama “Informante sin límites” y contiene datos y mapas por países con información de Internet y de teléfono. El programa muestra datos de unos tres mil millones de archivos recogidos en las redes sociales en Estados Unidos en un período de 30 días a marzo último, mientras que en una operación ampliada indica que en el mismo período reunió 97 mil millones de archivos personales de computadoras en todo el mundo. Pese a la creciente oposición a uno de los más secretos programas de espionaje, tanto el Senado como la Cámara de Representantes habían ya aprobado la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera, que estipula que el Gobierno puede llevar a cabo un espionaje generalizado de correos electrónicos y llamadas telefónicas de estadounidenses dirigidas a extranjeros.

15 de junio de 2013.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 16 de junio de 2013)
El Otoño del Imperio

El Grupo Bilderberg Abre Parcialmente sus Puertas

Jesús Hernández Garibay

La reunión del selecto y misterioso grupo de políticos, empresarios, banqueros e intelectuales llamado Bilderberg, que se reúne cada año desde 1954 para tomar, según se imputa, grandes decisiones sobre el planeta, se celebraría ahora del 6 al 9 de junio en el Hotel Chandler’s Cross, en Watford, Inglaterra; se sabe que a la misma, asistirían por enésima ocasión algunos de los personajes más poderosos de todo el orbe que, furiosos por la “exposición constante” que el grupo secreto ha recibido en los últimos años en los medios europeos, y no pudiendo ya por ello mantener la secrecía, en este año han tenido que abrir sus puertas, aunque parcialmente, claro, a la prensa que los ha evidenciado.

Las constantes interrogantes acerca de lo que ahí se hace y se dice, habían obligado a sus miembros a considerar la celebración de su reunión anual en Estados Unidos ya por dos años consecutivos, pues en este lugar los medios corporativos ignoran sistemáticamente lo que normalmente se consideraría una historia extraña: el que más de 100 de las personas más poderosas del mundo, incluyendo gente de la talla de Henry Kissinger, David Rockefeller, Bill Gates o varias monarquías europeas, tengan esa reunión a puerta cerrada para discutir “el futuro del mundo”. Como la prensa europea ha seguido paso a paso el evento en los últimos años, esto llevó a los miembros del Bilderberg a buscar un mayor anonimato en ese país; lo cual, sin embargo, ha resultado infructuoso.

Como ha sucedido además en los últimos años, medios alternativos y grupos altermundistas amenazaban este año con protestar de nuevo alrededor de la reunión de Watford, la cual sería resguardada como generalmente se ha hecho, por una gran cantidad de agentes de seguridad que mantiene las reuniones impenetrables para los medios informativos, con excepción del británico The Economist, el español El País o el norteamericano The Washington Post, entre otros, cuyos dirigentes sí han asistido en calidad de invitados, pero sin revelar lo que adentro ocurre. Ahora, entonces, el Bilderberg se afanaría en buscar refutar la “creencia conspiracionista” en el sentido de que ahí se dicta la agenda política del mundo y se aprueban cargos como el presidente de Estados Unidos.

El Grupo, así, en esta ocasión daría a conocer información abierta a los medios acerca del contenido del conclave con la intención de acabar con cualquier “teoría conspirativa mundial”, al aceptar establecer un local en un lugar adjunto al suyo, en el Hotel Grove, donde se desarrollaría un programa para esos investigadores, periodistas y académicos que no son parte del club, con objeto de recibir información directa de la reunión. Este grupo entonces de investigadores y periodistas que los han seguido, asediado y denunciado, serían informados por primera vez de manera formal, para conocer el funcionamiento de la reservada élite geopolítica. Se confirmó que asistirían ahí también los medios informativos nacionales e internacionales habituales y los organizadores entregarían un comunicado oficial sobre el qué y el porqué de su reunión privada. Habrá que conocerlo.

15 de junio de 2013.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 9 de junio de 2013)
El Otoño del Imperio

domingo, 2 de junio de 2013

El Coltán y los Celulares con Olor a Muerte

Jesús Hernández Garibay

Los teléfonos celulares, las computadoras portátiles y las consolas de los juegos que tan felices hacen a los niños y tanto animan nuestras vidas como adultos profesionales en busca de las mejores herramientas para aumentar nuestra eficacia en este tan competido mundo, tienen un elemento en común. Esas tres “joyas” de la más alta tecnología, entre otras que a veces nos llevan hasta el punto del delirio, contienen “coltán”, una materia prima extraída en condiciones desastrosas del fondo de las minas de la República Democrática del Congo, que lo mismo ha dado riqueza a diversas multinacionales, en la misma medida en que ha implicado la muerte de al menos cinco millones de personas.

“Para que nosotros usemos nuestro celular hay gente que tiene que morir…”, lamenta Nuria Juvanteny, una religiosa con 25 años de experiencias en África, siete de ellos en El Congo. Y es que el 80% de los recursos mundiales de coltán, codiciado metal conductor extraído del mineral colombio-tantalita que, junto con la casiterita, resulta clave en las nuevas tecnologías, se encuentra en el este del país. “Para extraerlo se utiliza a jóvenes y niños ―dice la hermana carmelita―. He visto imágenes donde los soldados azotan a menores cuando éstos caen rendidos tras horas de trabajo para obligarles a continuar en su búsqueda del mineral. ¿Cuánto van a vivir? Muchos acaban muriendo en las minas…”

Desde 1998, el conflicto en el este del Congo ha acabado con millones de vidas; sus orígenes se remontan a la lucha étnica entre hutus y tutsis. La lucha continúa pero, desde los años noventa, las milicias concentraron sus esfuerzos en el control de las minas; el este del país es la zona más rica en esos dos minerales imprescindibles para la fabricación de la tecnología compacta. En lugares aislados en que el mineral se extrae de manera artesanal por millares de “cavadores”, hombres, mujeres y niños trabajan en el fondo de los ríos y los huecos de las montañas para arrancar de la tierra la piedra grisácea, a través de funestos métodos de trabajo que recuerdan los utilizados en las minas de oro, ilustrados en las regias fotografías de Sebastião Salgado de la mina de oro de Serra Pelada, Brasil.

Todo, en el fondo, por el abrumador negocio, donde ganan sobre todo multinacionales que se mantienen al acecho. Porque el coltán es ya utilizado en casi la totalidad de los dispositivos electrónicos actuales: aparte de los mencionados arriba, también en los GPS, satélites artificiales, armas teledirigidas como los drones, pantallas planas y muchos otros sofisticados aparatos. Intermediarios como Amalgamated Metal (Gran Bretaña), Cabot Corporation Tantalum Processing (EUA), Cogecom Coltan Trading (Bélgica), Finconcord (Suiza), Starck GmbH & Co. (Alemania), por mencionar sólo unas cuantas, proveen esos minerales cardinales para la miniaturización de la tecnología, a grandes compañías como Apple, Sony Ericsson, Nokia, Motorola, LG, Samsung y tantas otras, sin dejar fuera por supuesto a las infaltables empresas armamentistas mundiales. Lucro al máximo, ganancias al por mayor en el “libre mercado”, sin importar costos sociales o vidas humanas.

2 de junio de 2013.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 2 de junio de 2013)
El Otoño del Imperio