jueves, 2 de febrero de 2012

El Cuarto Año de la Presidencia de Barack Obama

Jesús Hernández Garibay

En el cuarto año de lo que podría llegar a ser tan sólo el primer periodo de su presidencia en Estados Unidos (caso de que alcanzara a ganar la relección en los comicios de noviembre), Barack Obama continuará navegando entre las presiones de la insoluble crisis, las exigencias de la voraz industria armamentista por provocar una nueva guerra en Siria o en Irán y la necesidad de convencer a sus bases de apoyo ―capitales para alcanzar un segundo periodo en la Casa Blanca―, de estar actuando en beneficio de la economía de sus bolsillos. El mensaje sobre el Estado de la Nación pronunciado por él mismo el pasado 24 de enero, se encamina en esa dirección, desde que reconoce que “el impacto de esta recesión es real y está por todas partes…”

Al asumir que la crisis ha golpeado severamente a las familias, el presidente planteaba en dicho mensaje que de lo que se trata es de lograr “la cuestión decisiva de nuestro tiempo”: restablecer las oportunidades justas para todos. Al reconocer las crecientes desigualdades de distintos sectores sociales en el país, indicaba su decisión de implantar una nueva tasa fiscal de al menos el 30% para todos aquellos que ganan más de un millón de dólares al año. Y sustentaba su decisión al advertir: “Podemos, ya sea, conformarnos con un país donde un número reducido de personas esté muy bien, mientras un número cada vez mayor de estadounidenses apenas sobreviva... O podemos restablecer una economía en que todos tengan una oportunidad justa, todos hagan la parte que les corresponde y todos se rijan” con las mismas reglas.

En su mensaje, el presidente aboga por un gobierno que pueda ofrecer justicia económica para todos, a diferencia de lo que opinan sus detractores en el sector republicano, que exigen que la administración ceda más espacios, deje de apoyar a la población con programas sociales y permita que reine el curso libre del mercado. Así, Obama ofrece medidas mayores de asistencia para que los estudiantes puedan solventarse los estudios universitarios, un plan para que más propietarios de vivienda refinancien su deuda y una reducción fiscal para el sector de la manufactura; a la vez incluso, advierte a las universidades privadas que perderán la ayuda federal si continúan aumentando las matrículas.

En el entorno mundial, Obama no dejó de destacar la muerte de Osama Bin Laden, afirmando que EUA continuará salvaguardando su seguridad “contra quienes amenacen a nuestros ciudadanos, a nuestros amigos y a nuestros intereses”. En una nueva defensa de su poderío tanto como de su influencia internacional, sobre la acusación en contra de Irán de estar sentando las bases para desarrollar armamento nuclear advertía que “una solución pacífica es todavía posible”. Esto, en el entorno del anuncio hecho por el secretario de Defensa Leon Panettade de un nuevo plan de gastos multimillonarios en el que se advierte la decisión de intensificar operaciones especiales en previsión de nuevos conflictos militares, a pesar de la disminución a corto plazo en el presupuesto del Pentágono.

2 de febrero de 2012.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 5 de febrero de 2012)
El Otoño del Imperio

Barack Obama: Discurso estado de la unión 2012 (1/5)

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