martes, 28 de febrero de 2012

Siria: ¿La Próxima Guerra de Estados Unidos y sus Aliados?

Jesús Hernández Garibay

Por varios meses ya los más poderosos medios informativos, aquellos que constituyen grandes empresas periodísticas mundiales y forman opinión en muchos más en el orbe, vienen prefigurando la imagen de que el gobierno sirio de Bashar Al Assad comete hoy con el uso del ejército una gran matanza en contra de su propio pueblo. Y mientras en Estados Unidos la derecha republicana recomienda “armar ya a la oposición”, la Casa Blanca anuncia el cierre de su embajada en la capital Damasco, “por causa de la violencia”, en tanto que sus más fieles aliados occidentales llaman a sus embajadores a consulta. Se prepara así un escenario que pretende repetir aquel mediante el cual los rebeldes libios apoyados por las baterías de la OTAN, entraron a sangre y fuego en Trípoli.

El gobierno de Obama hacía el anuncio del cierre de su embajada, justo un día después de que el Consejo de Seguridad, por el veto de Rusia y China, fracasaba en alcanzar una resolución espoleada por su embajador ante la ONU en contra del régimen de Damasco. El fracaso obligaba a Washington a tratar de acelerar el proceso de deterioro del “régimen represivo” de Assad, al pretender aislarlo del resto de la comunidad internacional. Pero aunque sus aliados Arabia Saudita, Qatar, Omán, Kuwait, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos daban su apoyo a Washington retirando también a sus embajadores, Israel mantenía un excepcional silencio; de su parte, además de Rusia y China, el régimen sirio conserva en su favor un fuerte apoyo de sus vecinos Irán, Irak, Líbano y Jordania.

En un cable secreto fechado en diciembre de 2006, el vicecanciller de EUA William Burns detallaba la estrategia y acciones encubiertas de su país para debilitar y derrocar a Assad; en el cable se proponía explotar la inexperiencia del gobernante, incitar a los kurdos, utilizar el recurso de “la amenaza islamista” y acusarle de terrorismo. De su parte, Turquía, el brazo oriental de la OTAN, amenazaba desde noviembre de 2011 con cortar la electricidad que suministra a Siria, y reclutaba con la cooperación de Arabia Saudita y Qatar, a cientos de muyahidines, viejos mercenarios de las guerras de Afganistán, Chechenia y Libia, para detonar coches-bombas, con la idea de provocar un conflicto civil bajo el disfraz de una guerra santa (ver Nazanín Armanian).

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) reiteraba en su reciente XI cumbre presidencial en Caracas, su condena más enérgica a los hechos violentos desatados en Siria por “grupos irregulares apoyados por potencias extranjeras” que buscan desestabilizar el país, a la vez que formulaba votos “porque la sociedad siria retorne a la calma y se desarrolle en un ambiente de paz”; en su documento la ALBA reitera su apoyo al presidente sirio y a todas las reformas por él impulsadas, “que buscan encontrar una solución política a la crisis actual”. Difícil circunstancia, no obstante, cuando EUA y sus principales aliados están urgidos de provocar una nueva guerra para buscar paliar la crisis que viven y preparar así una ofensiva estratégica frente a Rusia y China.

28 de febrero de 2012.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 26 de febrero de 2012)
El Otoño del Imperio

Siria, La Gran Mentira !!!

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