martes, 28 de febrero de 2012

Respuesta Sistémica Ante las Crecientes Protestas Sociales

Jesús Hernández Garibay

El ascenso de las protestas sociales en distintos países en el 2011, que se inicia con la “primavera árabe” en el Medio Oriente y el norte de África, continúa con el movimiento de “indignados” en España y otros países europeos como Reino Unido, Grecia, Irlanda y Portugal, se amplia con el movimiento “Ocupa Wall Street” en Estados Unidos y alcanza en su primera etapa un pináculo con la protesta mundial del 15 de octubre pasado en acciones coordinadas con movimientos de unas 950 ciudades en más de 80 países de los cinco continentes, comienza a preocupar a los capitanes del navío capitalista mundial, que se preparan para intentar contenerlas, mediante ensayos de mejoría a la progresiva crisis del sistema, reformas a las leyes nacionales y represión selectiva en contra del disenso.

En Estados Unidos Barack Obama acelera programas en abono a un mayor apoyo popular a su campaña por la segunda presidencia, a la vez que firma la llamada Ley de Autorización de la Defensa Nacional donde cualquier ciudadano, al ser considerado como “terrorista” o coadyuvante de una actividad terrorista, puede ser detenido sin derecho a juicio. En el Reino Unido, el primer ministro, David Cameron, impugna la legislación sobre derechos humanos, mientras la Policía Metropolitana pide autorización para disparar contra manifestantes pacíficos y “activistas sospechosos” con balas de goma. En Israel, la policía reprime violentamente a Ocupantes y amenaza con arrestos aleatorios, mientras el gobierno aprueba nuevos mandatos que limitan los derechos humanos.

En tanto que en EUA los gobiernos locales tratan de debilitar día con día los campamentos y las acciones del movimiento Ocupa en distintas ciudades (Nueva York, Oakland, Washington D.C., entre otras) mediante desalojos y aprehensiones de activistas, el intento del Congreso norteamericano de apoyar dos proyectos de ley en favor de intereses de sectores especiales y adinerados que representan la industria del entretenimiento en contra del libre flujo de Internet (SOPA, Ley de Cese a la Piratería en Internet y PIPA, Ley de Protección de la Propiedad Intelectual), busca legitimar las nacientes acciones del FBI para limitar la actual arquitectura de las redes sociales, en beneficio de grandes empresas y en aliento a la censura de la Internet abierta en el resto del mundo.

La respuesta sistémica es preocupante pero previsible; en este 2012 se prevé que haya una acción represiva más coordinada frente a los movimientos globales de protesta, junto a mayores intentos por aprobar leyes limitantes de los derechos humanos en distintos países. Pero también es posible que se alcance una importante reacción de los movimientos sociales; la significativa respuesta de miles de sitios de Internet con un paro de 24 horas en contra del intento por aprobar las leyes SOPA y PIPA el pasado 18 de enero (Wikipedia), habla del poder alcanzado por movimientos sociales distintos en una Internet que ya disemina modelos de democracia real, al instante y por todo el mundo. Es de esperarse también que la protesta callejera crezca, en busca de soluciones globales reales.

28 de febrero de 2012.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 19 de febrero de 2012)
El Otoño del Imperio

Ocupa Wall Street brutalidad de la policia

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