viernes, 5 de agosto de 2011

La Adicción a las Drogas en Estados Unidos

Jesús Hernández Garibay

El pasado 22 de julio el presidente Barack Obama reconocía que la violencia de “extrema severidad” que afecta a México es consecuencia de la “elevada demanda” de drogas en Estados Unidos. Dicha postura, cada día más vigente para la Casa Blanca, se hacía eco, entre otros, de un estudio recién desclasificado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), que afirma que la captura o muerte de los jefes de los principales cárteles en México no afecta en ninguna medida el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, por lo que la lucha contra el crimen organizado del gobierno mexicano enfocada en descabezar a los grupos criminales resulta ineficaz para acabar con el multimillonario negocio que representa el narcotráfico.

En efecto, el estudio revela que “no existe ningún patrón apreciable que correlacione, ya sea un incremento o decrecimiento en el aseguramiento de drogas, con la eliminación de personajes claves en las organizaciones de narcotraficantes”, lo que viene a confirmar la inconsistencia de la llamada “guerra contra las drogas”. El problema de fondo es, más bien, el consumo de las drogas en ese país. Dicho consumo aumentaba ya desde 2009 en un 8.7%, el nivel más alto en casi una década, en gran parte debido al incremento en el uso de la marihuana; el mayor nivel desde 2002 y por delante todavía de 2006, ya que en ambos años el porcentaje se situó en 8.3%, según la Administración de Servicios Sanitarios Mentales y de Abuso de Sustancias (SAMHSA, por sus siglas en inglés).

Las cifras son espectaculares: el consumo de marihuana, la droga ilegal más generalizada, alcanza los 16.7 millones de consumidores, mientras que el uso de otras drogas ilícitas como el hachís, la cocaína (incluido el “crack”), la heroína y otros alucinógenos e inhalantes, es cada vez mayor. De 2006 a 2009 el consumo de “éxtasis” pasó de 550 mil a 760 mil consumidores y la metanfetamina, más conocida como “cristal”, pasó de 314 mil a 502 mil. De los medicamentos con prescripción médica, segunda categoría de drogas de la que se abusa más, por detrás de la marihuana, la SAMHSA reporta que el aumento de su abuso (opiáceos como hidrocodone, oxicodone o morfina), pasó de 2.5% a 2.8%.

De manera global, según los reportes, 22 millones de personas consumen alguna droga ilegal; de ellos, se considera que los jóvenes son cada día más adictos. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) divulgado en 2008, tan sólo en cocaína los norteamericanos consumen un tercio de la producción mundial. Las cifras son significativas pues señalan que 72 millones de estadounidenses mayores de 12 años, han consumido drogas alguna vez. Asimismo, lo han hecho el 41 % de los jóvenes que asisten a las escuelas secundarias y el 47 % de los preuniversitarios. Un lucrativo comercio que también, de acuerdo con la OMS, reporta “beneficios” en ese país por más de 100 mil millones de dólares anuales que, por cierto, contribuyen a mover la economía en una sociedad donde el consumo es la base del crecimiento del país.

05 de julio de 2011.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 31 de julio de 2011)
El Otoño del Imperio

EE.UU. nación fármaco-dependiente

No hay comentarios.:

Publicar un comentario