viernes, 19 de agosto de 2011

La Crisis Prospera y el Hartazgo Social se Multiplica

Jesús Hernández Garibay

La opinión expresada el pasado 13 de agosto por el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, a propósito de la nueva fase de la crisis exhibida en la drástica caída de las bolsas de valores del mundo, arrastradas por Wall Street, en el sentido de que: “Estamos en los primeros momentos de una tormenta nueva y diferente; no es la misma que en 2008…”, viene a caer como balde de agua fría a quienes consideran que es viable que los gobiernos puedan resolver el franco desgaste del mercado con las fórmulas de siempre: planes de ajuste, aumento de impuestos, disminución del gasto social; esto es, dejando caer sobre las espaldas de los pobres y los trabajadores el peso de la misma. Además, porque mientras la pobreza y el desempleo se extienden, el hartazgo social se multiplica.

Las movilizaciones de los desvalijados en calles del Reino Unido, que aprovechan los excesos de las fuerzas del orden para desencadenar un vandalismo como no se había visto en décadas en las principales ciudades del país, son la expresión de los niveles de necesidad y de hartazgo de cientos de miles de jóvenes desempleados, que se emparentan con el hartazgo de los jóvenes y las familias de desempleados “indignados” en España, o los ahora más desplumados trabajadores y jóvenes desempleados en Grecia, o los ya desposeídos en Portugal entrelazados con los también hartos en las calles de Israel, o en meses recientes en varios países árabes, o hasta los estudiantes en Chile luchando por una reforma educativa que no llega porque el mercado se come cualquier reivindicación.

Expresiones todas que son del descontento social en más países del mundo, que exhiben la desconfianza en sus gobiernos y exigen solución de fondo a su situación. “Salvan a los Bancos, Mientras Destruyen la Educación”, dicen en España; “Den a Nuestros Niños un Futuro”, exigen en el Reino Unido; “Los Bancos son los Culpables”, claman en Israel. Reclamos cada vez más abiertos de mujeres y hombres cada día más gravemente afectados; expresiones todas de un mismo fenómeno de alcance global que nace de las condiciones que genera el capitalismo salvaje: la crisis de largo plazo en un nuevo momento, resultado de las contradicciones inherentes a la irracionalidad de los “mercados libres”.

“En las últimas dos semanas ―agregaba el presidente del Banco Mundial― el mundo ha pasado de una dificultosa recuperación a varias velocidades…, a una fase nueva y más peligrosa…” Que será en detrimento, claro, sobre todo de las mayorías. Por algo, a través de su plataforma “Democracia Real Ya”, los “indignados” españoles llaman a una movilización y protesta mundial para el próximo 15 de octubre, con el objetivo de “seguir construyendo una democracia real y denunciar que los ciudadanos no son mercancía en manos de políticos y banqueros…” Dicha plataforma advierte que la oleada de protestas se ha extendido por el resto del mundo y cuenta hoy con unas 630 asambleas en ciudades de todos los continentes. Lo que deja ver que nunca como ahora en este otoño del imperio, la magnitud de la impaciencia entre la gente crece…

19 de agosto de 2011.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 21 de agosto de 2011)
El Otoño del Imperio

Políticas neoliberales: Protestas en el mundo

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