Nueva Multitudinaria Marcha de Indignados en España

Jesús Hernández Garibay

A casi tres años del surgimiento de un amplio movimiento ciudadano en España, el Movimiento de los Indignados (15-M), que se inicia el 15 de mayo de 2011 bajo el lema: “Democracia real ¡YA!”, el pasado sábado 22 de marzo se llevó a cabo por enésima ocasión, una nueva multitudinaria marcha de desempleados que convergieron en las calles de Madrid, con el objetivo de “denunciar la urgencia social”, causada por el desempleo récord del 26 por ciento y los fuertes recortes presupuestales del gobierno como principal medida ante la crisis. La denominada “Marcha de la Dignidad”, fue conformada por seis columnas procedentes de distintas regiones del país, que confluyeron en respuesta al llamado de 300 organizaciones, movimientos y colectivos profesionales, y reunieron según los organizadores a más de un millón de personas.

El magno evento, uno de los más concurridos en la historia española, hizo un llamado a “recuperar la dignidad” frente a las políticas neoliberales del gobierno español, y reclamó entre sus principales consignas “Pan, Trabajo y Techo Para Todos”. Previo a su realización, en la convocatoria lanzada por los organizadores, estos advertían: “En 2014 nos encontramos en una situación límite de emergencia social que nos convoca a dar una respuesta colectiva y masiva de los trabajadores y la ciudadanía…” Reivindicando el derecho a la rebelión y a la desobediencia civil, los manifestantes a su vez advertían en grandes carteles: “Recortan Nuestros Derechos Para Llenar Sus Bolsillos”, y “Trabajo Digno, Casa y Servicios Públicos Para Todos”.

De acuerdo con los medios informativos extranjeros que publicaron detalles de la gigantesca manifestación popular (extranjeros, dado que la prensa española difícilmente le dio espacio en sus columnas), en la misma se expresó tanto el descontento por los recortes en servicios públicos y las medidas económicas del gobierno, como el malestar por el rescate a los bancos y la corrupción y ausencia de sensibilidad en el seno de partidos políticos y las instituciones. “Hemos venido ─decía una participante catalana─ porque queremos decir que ya basta de perseguir nuestra lengua y cultura, basta de decir mentiras sobre el pueblo catalán sólo para enfrentarnos al resto de los territorios. Nosotros, en Cataluña, también tenemos parados, los puestos de trabajo son precarios, los desalojos no cesan y los índices de pobreza van en aumento…”

En España, en efecto, el desempleo sigue creciendo; a finales del 2013 alcanzó el 25,8 por ciento, mientras entre los menores de 25 años llega al 54,3. Pero en el resto de Europa y el mundo no es mejor la situación: en Grecia la tasa de desempleo alcanza el 28 por ciento, mientras el desempleo juvenil llega al 64,1; en Francia el número de parados alcanza la cifra histórica de 3,3 millones mientras el total de quiebras de empresas en 2013 fue aún mayor que en cualquier año durante crisis financiera de 2008; el porcentaje de préstamos incobrables en Italia es el más alto de todos los tiempos; antes de su grave crisis política Ucrania se desmoronaba financieramente; en la India el Banco Central ha entrado en pánico debido a que la reducción de la Reserva Federal de Estados Unidos afecta su sistema financiero; lo mismo sucede en Ghana, donde se sospecha que la economía colapse próximamente (ver “rt.com”). Así, con toda seguridad en muchos lados seguirán las protestas sociales.

30 de marzo de 2014.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 30 de marzo de 2014)
El Otoño del Imperio