domingo, 16 de marzo de 2014

Julian Assange: “La representación ficticia del mundo se despeja un poco”

Jesús Hernández Garibay

El pasado 7 de marzo el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, participó vía teleconferencia desde la embajada de Ecuador en Londres ─donde se encuentra asilado desde junio del 2012 para evitar una extradicción a Suecia─, en el festival South By Southwest, de Austin, Texas. Ahí denunciaba la que calificó como “la forma de vigilancia más agresiva que haya visto nunca el mundo”, que pone de manifiesto, decía, el enorme poder de las agencias de inteligencia y los contratistas militares de Estados Unidos: virtualmente una “ocupación militar de Internet”. Durante su intervención criticaba la campaña de la Casa Blanca “contra el ex-analista de la CIA, Edward Snowden, y los periodistas que lo ayudaron” a divulgar miles de documentos sobre el espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EUA.

El periodista australiano mencionaba que esa campaña ha forzado a varios de los periodistas que han divulgado los materiales ofrecidos por Edward Snowden, a tener que refugiarse en otros países para garantizar su seguridad. Citó el caso del periodista estadounidense y ex-columnista del diario británico The Guardian, Glenn Greenwald, quien luego de divulgar parte de esos documentos confidenciales de la NSA tuvo que salir a Brasil, donde vive ahora. Destacaba también el caso de otros estadounidenses que viven ya también “en el exilio”, como la periodista Laura Poitras y el experto en seguridad informática Jacob Applebaum, además de la periodista británica Sarah Harrison (quien ayudó a Snowden a dejar Hong Kong y asilarse en Moscú); los tres viven ahora en Berlín, advertía, como “un nuevo tipo de refugiado…”

El ex-analista Snowden, de su lado, el día 9 de marzo respondía a preguntas que le formularon miembros de la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo, y anunciaba que posee nuevas informaciones sobre el espionaje masivo norteamericano que reflejan la violación a los derechos de ciudadanos europeos, pero que sólo las revelaría cuando las condiciones sean las propicias. Snowden, autor de las revelaciones que conmocionaron al mundo en 2013, denunciaba también la complicidad de algunos gobiernos europeos, como los de Suecia, Holanda y Alemania, en la implementación de los programas que intervienen las comunicaciones telefónicas y de Internet de millones de sus ciudadanos.

Respecto a la tarea llevada a cabo por Snowden, en la teleconferencia Londres-Austin el mismo Assange celebraba el que las filtraciones del ex-analista hayan contribuido a despejar un poco la “niebla” y a entender mejor el mundo en el que vivimos. “Antes de que saliese a la luz este material vivíamos... en una representación ficticia del mundo”, apuntaba Assange, quien decía también que todavía se vive “en una especie de ilusión” respecto a los problemas del orbe; aunque, opinaba, la niebla “se ha despejado un poco”. Una apreciación más que da cuenta de la cada vez más amplia conciencia social que circunda el planeta, tanto como resultado de una mejor educación y exigencia de la gente, como de la esforzada labor informativa de algunos que obliga a la mayor apertura de los medios.

16 de marzo de 2014.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 16 de marzo de 2014)
El Otoño del Imperio

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