domingo, 28 de julio de 2013

Detroit, la “Motor City” por Excelencia, se Declara en Quiebra

Jesús Hernández Garibay

A propósito de la noticia dada a conocer en el sentido de que Detroit ―que fue la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos con 1.8 millones de habitantes― se declararía en bancarrota, viene a la memoria el primer documental del cineasta Michael Moore titulado “Roger y yo” (Roger & me). Moore se proponía en dicho documental, realizado en 1989, pedir explicaciones a Roger Smith, presidente de la General Motors, por el cierre de 12 fábricas de la compañía en la ciudad de Flint (ciudad natal de Moore, situada a 100 kilómetros al noreste de Detroit, en el estado de Míchigan), que dejó a 30 mil personas sin trabajo; lo evidente era que la planta automotriz tenía entonces ganancias millonarias.

En “Roger y yo”, Moore intenta por todos los medios entrevistar al operador del cierre de esas fábricas, pero pasa una gran parte de la película persiguiéndolo para pedirle que visite Flint, sin lograrlo. A lo largo del film, Smith es evidenciado como una persona sin escrúpulos y un sinvergüenza, que a la vez que decide sobre el despido masivo, incrementa su propio sueldo en millones de dólares más al año. Los testimonios son reveladores, pues mientras el empresario ofrece discursos acerca de las bondades de la compañía, las familias de los desempleados sufren ahora los desalojos de sus hogares; Moore pone de manifiesto así, las discrepancias entre la retórica y los crudos hechos.

Parte de una saga afectada ya por el mismo declive nacional, alguna vez símbolo del poderío industrial estadounidense y un orgullo empresarial para el país, Detroit se ha convertido ahora también, al igual que Flint en los ochenta, en una ciudad con las finanzas demolidas y los suburbios desaguados por la caída de su principal industria, la automotriz que, luego de declararse en bancarrota en el 2009 (General Motors y Chrysler), ha despedido también aquí a decenas de miles de trabajadores más; a grado tal que tan sólo entre 2000 y 2010, Detroit pierde a un cuarto de millón de residentes. Hoy la ciudad acumula más de 18 mil millones de dólares en deuda y obligaciones impagas, mientras sus calles reflejan la crisis económica de la población y el resto de las empresas locales.

Pero Detroit es sólo la más reciente en la lista de ciudades que se han declarado en quiebra. En 2012 lo hicieron tres en California: Stockton, Mammoth Lakes y San Bernardino; y el problema es que la solicitud de protección por quiebra hecha al gobierno de Obama pone a la ciudad en un duro camino que se traducirá en el despido de empleados municipales, la venta de activos, a más de aumentos de tarifas y reducción de servicios como recolección de basura; todo ello en detrimento de los 700 mil habitantes que viven ahí todavía. En sus calles el paisaje es de abandono, con unos 78 mil edificios vacíos, más de 40 por ciento del alumbrado público sin funcionar y graves problemas en la provisión de servicios públicos básicos. De la prosperidad histórica que años atrás le dio el apodo de “Motor City”, en la que tuvieron su sede las algún día poderosas Ford, General Motors y Chrysler, ahora Detroit es motejada como “tierra de zombis” (Zombieland).

28 de julio de 2013.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 28 de julio de 2013)
El Otoño del Imperio

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