domingo, 7 de julio de 2013

El Espionaje de Estados Unidos en el Mundo

Jesús Hernández Garibay

La noticia dada a conocer el 6 de junio pasado, en el sentido de que Apple, Microsoft, Yahoo, Facebook, Skype, Google y otras grandes empresas de Internet dieron acceso a los datos confidenciales de sus clientes a la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) en una operación encubierta llamada PRISM, un programa ultrasecreto de vigilancia, ha caído en los círculos diplomáticos de diversos países, como balde de agua fría. Dicha información, dada a conocer por el ex-colaborador del espionaje estadounidense Edward Snowden, muestra información de operaciones sistemáticas de espionaje de datos en distintos países, sean de correos electrónicos, SMS o conversaciones en Internet y que se almacenan en la central de la organización, en Fort Meade.

La Comisión Europea ha reaccionado al acecho tanto a través de micrófonos instalados en edificios como de su red informática interna y ha exigido explicaciones “inmediatas” a EUA. Con ese sistema, los servicios secretos norteamericanos accedieron tanto a contenidos de conversaciones confidenciales como a los archivos de las computadoras de las oficinas de la Unión Europea (UE). En los documentos dados a conocer se califica a la UE de “objetivo” para sus procedimientos informáticos. Las indagaciones han desatado una ola de indignación entre políticos alemanes y de toda la comunidad, entre ellos el presidente del Parlamento europeo, el alemán Martin Schulz, que ha exigido de EUA explicaciones sobre el asunto.

El director de la NSA, el general Keith Alexander, ha dicho que PRISM cumplió con su propósito al frustrar “decenas” de potenciales atentados terroristas. Pero según se advierte, el propósito va más allá de la búsqueda de posibles atentados, puesto que han sido “vigiladas” las mismas sedes diplomáticas, es decir, en una intención distinta a la de la tristemente célebre “guerra contra el terror” inaugurada por Bush; de hecho, confirma de nueva cuenta que el espionaje forma parte de una política consuetudinaria de Washington. Ya descobijado pero todavía aturdido, el gobierno de Barack Obama no ha hecho todavía una acusación formal en contra de Snowden, quien ha permanecido en el aeropuerto de Moscú, en espera de que el gobierno de Ecuador lo acoja como refugiado.

Como quiera que sea, el nuevo escándalo en el que se ve inmerso Estados Unidos no es sino un suceso más de los varios que ha sufrido en este largo periplo desde la guerra de Vietnam hasta nuestros días, que denota la pérdida del liderazgo que le acompaña hasta los setenta y exhibe de nuevo su decadencia como potencia hegemónica mundial. Un itinerario desde Daniel Ellsberg, el primer norteamericano enjuiciado por entregar a medios informativos documentos del Pentágono sobre la guerra en Vietnam, hasta las que ahora se dejan ver con mucho mayor nitidez que antes a través de actitudes valientes como las de Snowden, Assange en Wikileaks y su principal fuente Manning, que ponen en aprietos al “mejor de los mundos posible”, al ostentarlo con su verdadero rostro.

7 de julio de 2013.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 7 de julio de 2013)
El Otoño del Imperio

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