domingo, 14 de abril de 2013

Se Agrava la Crisis en las Dos Coreas

Jesús Hernández Garibay

El pasado lunes 8 de abril los medios informativos del gobierno de Corea del Sur advertían que la actividad que se observa en la zona de pruebas nucleares de Corea del Norte indica que este país podría estar preparando una cuarta prueba nuclear, luego de las recientes tres anteriores que han preocupado al mundo. Y es que el régimen de Pyongyang ha intensificado sus advertencias, declarando el estado de guerra al de Sudcorea, además de amenazar con ataques atómicos a objetivos estadounidenses. “Se están dando movimientos en el túnel de Punggye-ri”, alerta avivando esas inquietudes el medio informativo del gobierno surcoreano JoongAng Ilbo, en palabras de un oficial anónimo.

Como se recuerda, las actuales relaciones entre las dos Coreas se definieron luego de una cruenta guerra que dejó cuatro millones de víctimas, y que en 1953 dio fin a las hostilidades mediante la tregua firmada en Panmunjom. Desde esa fecha, promotor de la división resultante, Estados Unidos cuida sus intereses geoestratégicos mediante unos 40 mil soldados estacionados en la frontera común (lo que también le permite una presencia militar frente a China), y asume el rol de principal “aliado” de Sudcorea, país al que las empresas estadounidenses impulsan en su desarrollo, hasta llevarlo a cumplir el papel de “tigre asiático”, según esto ejemplo de eficiencia y modelo de “libre mercado”.

A lo largo de los años, Norcorea promovió un diálogo constructivo hacia la reunificación, siempre del desagrado de Washington, quien insiste en mantener un amplio aparato castrense en la zona. En el fondo, la intención del gobierno socialista persistentemente fue la reunificación de las dos Coreas, para lo cual había insistido en la osada pero sugestiva posibilidad de reconstruir un solo país, bajo el pleno respeto a los dos sistemas, socialista y capitalista. Con el tiempo, el diálogo bilateral permitió establecer una agenda para promover reuniones comerciales, intercambios deportivos y reunificación de familias separadas, con el apoyo de la Cruz Roja Internacional, pero siempre ante el enfado de EUA.

Las pruebas de misiles nucleares que ha venido realizando Pyongyang parecieran complicar las cosas; no obstante, lo cierto es que la retórica belicista utilizada hasta ahora por su presidente Kim Jong-un es resultado de la porfiada actitud de Washington, de no hacer caso a las posibilidades de paz permanente en la península. En estos momentos, aparte del bloqueo comercial y en general económico que desde hace muchos años mantiene Estados Unidos en contra de la República Popular de Corea, se realiza una nueva movilización de tropas y equipo estadounidense con sus pares sudcoreanos (los ejercicios militares que se llevan ahí a cabo año con año), que amenaza otra vez el equilibrio regional con equipos sofisticados, nucleares y no, por aire, mar y tierra, uso de drones y otras sofisticadas tecnologías, en la misma medida en que los medios informativos occidentales se solazan mostrando la figura de Corea del Norte y a su dirigencia, en forma propositivamente distorsionada; todo lo cual abre una puerta más a la posibilidad de la guerra.

14 de abril de 2013.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 14 de abril de 2013)
El Otoño del Imperio

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