miércoles, 1 de agosto de 2012

La Marcha de los Desempleados a Madrid

Jesús Hernández Garibay

El pasado sábado 21 de julio, tras casi un mes de caminata desde diferentes puntos de España llegaron a Madrid nutridas marchas de desempleados; miles de madrileños acudieron a arroparlos y recibirlos con aplausos en su trayecto desde el Paseo del Prado hasta la Puerta del Sol. Ahí entre gritos, los manifestantes exigían la dimisión de su presidente Mariano Rajoy; luego, en la Puerta del Sol se celebró una “asamblea de desempleados”. A lo largo del día, las marchas llegaron a la capital desde ciudades como Barcelona, Córdoba, Zaragoza o el Bajo Aragón, mientras que otros contingentes marchaban desde el Ministerio de Empleo hasta el centro de la capital, donde se unieron a los llegados de otras partes del país para protestar contra el paro y la precariedad laboral.

Y es que la crisis económica en España no merma en intensidad y continúa golpeando con especial dureza a las familias que no pueden pagar el alquiler o la hipoteca, ahogadas por el desempleo y la consiguiente falta de ingresos. El primer trimestre del año, por ejemplo, marcó un nuevo récord en el número de desahucios (lanzamientos o desalojos) ordenados por los juzgados, con 46 mil 559, una media de 510 procedimientos cada día, según cifras oficiales. Las demandas por despido se dispararon también a 33 mil 651 en los tres primeros meses del año, un 10,6% más que en 2011 en el mismo periodo, mientras 2 mil 541 empresas entraban en concurso de acreedores (suspensión de pagos), un 20% más que en el primer trimestre del año pasado.

Dos días antes, el 19 de julio, miles de personas habían ya tomado las calles del centro de Madrid y de otras 80 ciudades, para protestar contra los recortes del Gobierno. La manifestación fue convocada por los principales sindicatos en respuesta a los últimos recortes decretados, que incluyen el aumento del IVA del 18 al 21%, el retiro de los pagos extraordinarios y eliminación de días de permiso para los funcionarios y la baja de las prestaciones por desempleo, entre otras medidas. A las marchas se sumaron decenas de organizaciones como el 15-M (Indignados), colectivos de desempleados y entidades vecinales, bomberos, policías, funcionarios, estudiantes y profesionales de todo tipo.

En 2007, último año del “ciclo triunfal” de crecimiento, la tasa de desempleo en el país era del 8,3%, mientras que en el primer trimestre de 2012 alcanzó un 24,4% (3,8 millones de nuevos desocupados). Además, se incrementó notablemente el desempleo de un año o más de duración (del 23,7% al 43,3%) y el porcentaje de hogares con todas las personas activas sin empleo (del 3,2% al 13,3%; de 390 mil a 1,7 millones). Ante la pretendida solución del gobierno, decían los marchistas: “Quieren hacernos creer que sus recortes van a solucionarlo, pero ya no les creemos…” Y puntualizaban en la Puerta del Sol que tomaban las calles de Madrid, para seguir diciendo “que vuestra crisis no la pagamos, que no tenemos miedo, que tenemos confianza en nosotras, las personas, y que no vamos a seguir tolerando que nos roben para rescatar a banqueros…”

1º de agosto de 2012.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 29 de julio de 2012)
El Otoño del Imperio

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