lunes, 18 de junio de 2012

Se Consolida el Giro a la Izquierda en Francia

Jesús Hernández Garibay

Al triunfo de François Hollande, candidato del Partido Socialista a la presidencia de Francia, con un 51.6% contra el presidente saliente Nicolás Sarkozy, hay que agregar el resultado de la primera vuelta en las elecciones legislativas llevadas a cabo el domingo 10 de junio, en el cual se advierte que el partido de Hollande y sus aliados del Partido Radical de Izquierda disfrutarán a partir de ahora de una cómoda mayoría absoluta en la Asamblea Nacional tras obtener el 34,5% de los votos, diez puntos más que hace cinco años. Esto permite advertir que el giro a la izquierda en el gobierno de ese país se consolida, al menos por los próximos cinco años.

La izquierda parlamentaria obtiene en conjunto el 46,64% de los votos (once puntos más que en la primera vuelta de 2007), mientras la conservadora Unión por un Movimiento Popular y sus aliados (Nuevo Centro, Radicales y otros) bajan hasta el 34%. El Frente Nacional, ahora llamado Agrupación Azul Marine, se consolida como la tercera fuerza con el 13,6% de los sufragios (4,2% en 2007). Las proyecciones atribuyen al Partido Socialista y a sus aliados entre 275 y 329 diputados; la mayoría absoluta se sitúa en 289 escaños, la mitad más uno de los 577 escaños en juego. La Unión (de Sarkozy) y sus socios obtendrían entre 227 y 266. Hace cinco años, el resultado final tras el segundo turno fue de 20 puntos a favor de los conservadores, que dominaban el 59% de la Asamblea.

Hay que decir que el triunfo de Hollande es consecuencia de la creación de un gran Frente de Izquierda que ha sido resultado de la alianza de tres partidos: el Partido Comunista Francés, el partido “crisol”, creado por una fracción del Partido Socialista y Jean-Luc Mélanchon, en 2008, y la Izquierda Unitaria, fracción de la Nouveau Parti Anticapitaliste, además de otras organizaciones. Ello constituye una nueva fuerza política, inclusive más a la izquierda del Partido Socialista; una nueva corriente política, filosófica y cultural que, a decir de algunos, “une la llamada Filosofía de las Luces, el republicanismo revolucionario y el socialismo histórico en su versión socialista y comunista…”

En esta nueva perspectiva para Francia, el gobierno de François Hollande propone por ahora un programa de cambio reunido en 4 puntos: 1) recuperar el valor de las finanzas; 2) posibilitar la justicia fiscal y la social; 2) logro del éxito y trabajo para la juventud, y 4) el reagrupamiento alrededor de los valores de la República. El nuevo presidente habla, así, de cuidar las actividades de los bancos, privilegiando las de crédito y controlando la especulación; a la vez, propone renegociar el tratado europeo sobre las disciplinas presupuestarias (Tratado Sarkozy-Merkel), para reemplazarlo por un “pacto de responsabilidad, de crecimiento y solidaridad”. Una nueva circunstancia para la grave problemática de los países europeos, en momentos en que se habla de la necesidad de un crecimiento económico, superando las trabas al mismo. Un camino en el que, al parecer, la gente confía, por lo que las elecciones presidenciales solo alcanzaron un 19% de abstenciones.

18 de junio de 2012.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 17 de junio de 2012)
El Otoño del Imperio

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