viernes, 29 de junio de 2012

La Cumbre Alternativa de los Pueblos Frente al G-20

Jesús Hernández Garibay

Los jefes de gobierno y de Estado del Grupo de los 20 (G-20) que se reunieron el 18 y 19 de este mes en la ciudad de Los Cabos, debatieron sin mayores avances y en medio de la tradicional facundia de estos eventos, temas relacionados con la crisis financiera mundial, la seguridad alimentaria, el incremento de la desigualdad, la lucha contra el cambio climático, la transparencia y la corrupción. Ante la ausencia de respuestas más categóricas a los problemas de nuestro tiempo, es que de nueva cuenta y en forma paralela, también del 12 al 19 se reunió en la Ciudad de México y en la Paz, Baja California, la llamada Cumbre Alternativa de los Pueblos, exigiendo acciones perentorias.

El G-20 arribó en México a su séptima cumbre, marcado así por la presión de múltiples organizaciones no gubernamentales que le reclaman encontrar salidas rápidas, sustentables y con el menor costo social posible a la severa crisis económico-financiera, ambiental y alimentaria que se vive. En el Seminario Internacional “Alternativas al G-20”, llevado a cabo en la ciudad de México, docenas de organizaciones sociales mexicanas y de las naciones del bloque plantearon un conjunto de demandas en asuntos financieros, laborales, alimentarios y ambientales. “El sistema alimentario global ―advertía la indonesa Ika Krishnayanti― es apoyado por los gobiernos nacionales [aunque] con políticas pro corporativas y no en favor de los pequeños productores…”

De su parte, la Coalición Mexicana, la Coalición Sudcaliforniana y el Comité Internacional frente al G-20, organismos creados también para exigir soluciones, proclamaban: “no reconocemos la legitimidad del G-20, rechazamos que ese grupo de ‘poderosos’ del mundo dirijan nuestros destinos ―-nadie los nombró representantes de la humanidad o de los 195 países que constituyen este planeta para imponer sus falsas soluciones…” Hacían a la vez un llamado a la unión de los movimientos, redes y organizaciones sociales nacionales e internacionales, “a la convergencia de resistencias, a luchar contra la opacidad y dominación financieras, contra las deudas ilegitimas, contra las falsas soluciones al cambio climático y los modelos de producción y consumo que prevalecen en el planeta…”

Un análisis de las cumbres del G-20 elaborado por la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio indicaba que, de los más de 200 compromisos asumidos en su historia por el grupo, sólo en una veintena hubo acciones concretas, aunque ineficaces para la gravedad de la problemática mundial en donde el desempleo y la pobreza prosperan. “No es un problema de producción ―señalaba el estadounidense Jim Harkness―, porque hay suficiente alimento. Es un sistema diseñado no para alimentar a la gente, sino para generar ganancias…” Por ello tal vez es que la consigna principal de este nuevo esfuerzo de la sociedad civil fue: “Organízate y participa! El G-20 no nos representa! Somos el 99%: proteger bienes comunes del planeta, no a los bancos y no al sistema! Que la crisis la pague el 1% que la provocó, no el pueblo trabajador…!”

29 de junio de 2012.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 24 de junio de 2012)
El Otoño del Imperio

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