domingo, 5 de enero de 2014

Estados Unidos: Para Muchas Familias la Crisis no Termina

Jesús Hernández Garibay

Las buenas noticias inundaron los medios informativos mundiales en los primeros días del último mes del año, en el sentido de que durante el mes de noviembre se habían adicionado al mercado laboral de Estados Unidos 203 mil empleos más, es decir, a un índice del 7 por ciento, el nivel más bajo desde que inició la crisis en 2008. “Los tiempos malos ya pasaron”, comenzó a decirse tanto en la emblemática Bolsa de Wall Street como en la Casa Blanca y el Congreso; un sesgo de optimismo que con seguridad hizo respirar a algunos con alivio y esperanza por un mejor futuro. No obstante ello, lo cierto es que las pesadumbres del ciudadano promedio continúan maltratando al “sueño americano”.

A cinco años de la mayor crisis en mucho tiempo subsisten hoy 11 millones de estadounidenses sin trabajo. Y lo peor, que para gran parte de éstos terminaron los llamados “beneficios de desempleo”, pues el gobierno dejó de pagarles sin que alcancen a encontrar una plaza todavía. Ello porque al finalizar este 2013, 1,3 millones de trabajadores pierden su Seguro de Desempleo (1,166 dólares al mes), pues el Congreso no aceptó una extensión de ese beneficio al acuerdo sobre el Presupuesto, aprobado recién en el Senado; difícil para otras 3,6 millones de personas que a finales de 2014 perderán también lo mismo. En 2012, dicho Seguro ayudó a mantener a 1,7 millones de personas ―entre ellas 446 mil niños― fuera del margen de la pobreza (Proyecto de Ley Nacional de Empleo).

Así, la crisis no termina para muchos y no sólo porque la recuperación esté basada en muy endebles sustentos, sino porque quienes reciben el mayor golpe de aquella son los ciudadanos de a pie, que por ello perciben primero lo que los expertos alcanzan a ver tan sólo con el paso de los meses. Una nueva encuesta de opinión (CNN/ORC, 18 al 20 de noviembre) advierte que el 59 por ciento de la población considera que “las cosas” van “mal o muy mal”, mientras que el 41 por ciento considera que van “bien o muy bien”, a diferencia de la misma apreciación de un mes y medio antes, en que la diferencia era de 53 a 46. Más allá de optimismos, la gente siente que su situación en lugar de mejorar, empeora, lo que implica el mayor porcentaje de pesimismo registrado desde agosto de 2012.

Al acercarse la temporada de las compras navideñas, lamentablemente, muchas empresas siguen pagando salarios de miseria a sus empleados. Las tiendas ofrecen precios de liquidación, mientras que muchas familias lo que tienen son dificultades para llegar al fin de mes, debido a la escasa remuneración y los pocos beneficios que perciben. Una gran cantidad de trabajadores viven por debajo de la línea de pobreza y para subsistir dependen de programas de ayuda estatal como los cupones de alimentación y el servicio de asistencia de salud Medicaid. El salario mínimo nacional es apenas de 7,25 dólares la hora, que equivale a un ingreso anual de 15 mil dólares para un trabajador de tiempo completo, en lugar de ser, de acuerdo con el crecimiento de la inflación, de 18,72 dólares la hora para un ingreso anual de unos 40 mil dólares.

5 de enero de 2014.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 5 de enero de 2014)
El Otoño del Imperio

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