lunes, 10 de enero de 2011

El Violento Escenario del Nuevo Año en Estados Unidos

Jesús Hernández Garibay

El intento de asesinato de la congresista por Arizona, Gabrielle Giffords, quien recibiera un disparo en la cabeza el pasado día sábado 8 de enero, cuando se disponía a reunirse con votantes, es una muestra del alcance que comienza a tener el clima de tensión política en la Unión Americana; en el ataque, perpetrado por un joven radical que, según pueril opinión, “padece problemas mentales”, murió un juez federal y otras cinco personas, mientras 14 resultaron heridas. La representante por el Partido Demócrata, había sido ya señalada en un sitio de Internet como un “blanco” a quien había que afrentar por su postura política en favor del presidente Obama, por parte de la ex-candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, la republicana Sarah Palin, quien encabeza el llamado grupo “Tea Party”, especie de legión de ultraderecha opuesta a la presidencia del actual mandatario.

Giffords iniciaba un mitin dentro del programa promovido por legisladores afectos al presidente, denominado “el Congreso en las Esquinas” (Congress on the Corner), sobre temas candentes de la difícil situación económica y social en ese país; la legisladora había sido criticada por el “Tea Party” y otros sectores ultraconservadores de la escena política por causa de su apoyo a la reforma al sistema de salud y el día que ésta fue aprobada en la Cámara de Representantes, su oficina fue objeto de un ataque vandálico. Como se recuerda, en la nueva composición de la Cámara resultado de las elecciones de noviembre, justamente miembros de dicho grupo habían ya declarado que promoverían una nueva votación en el Congreso, para echar atrás esa reforma, a la cual acusan de “socialista”; tanto como a la propia intención de su “marxista” promotor de: “Obamunismo”.

Obama, de hecho, tendrá que enfrentar en las próximas semanas y meses una agenda cargada de acciones contrarias a su política, que intentará sembrar un Congreso ahora desfavorable a él, en el que miembros del Tea Party se han logrado colar. De su parte, en su afán por disminuir las presiones de derecha el presidente ha tratado de hacer concesiones y ha hecho llamados a los republicanos a que trabajen con él para revitalizar la economía, en lugar de caer en la tentación de buscar ventajas para los comicios presidenciales de 2012. A la vez, ha prometido que este año buscará tender puentes hacia dicha oposición, una táctica que a finales de 2010 le consiguió la aprobación de medidas como el nuevo tratado START de desarme nuclear con Rusia; tal vez por ello es que ahora se propone, en los cambios del nuevo año hechos a su gabinete, nombrar a William Daley, en el pasado un alto ejecutivo en la megaempresa financiera JP Morgan, como jefe de gabinete.

Y mientras Obama prepara el terreno para intentar llevar adelante planes de gobierno que incluyen la reforma educativa, tratados de libre comercio pendientes o una reforma migratoria, entre otros, el ambiente de la calle es ahora muy ríspido. El joven atacante, al que algunos compañeros refieren también como un “izquierdista radical”, forma parte de un complejo escenario en el que la pregunta: “¿Es Esto el Fin de Norteamérica?”, es cosa de todos los días. Y en el que algunos analistas tanto desde la izquierda como desde la derecha ya pronostican “disturbios en las calles...” y hasta tal vez una ley marcial, ejecutada por las fuerzas armadas, como resultado de una crisis que se ha convertido en amenaza “para nuestra propia forma de vida…”; por lo que el deseo de más de uno es, dicen: “revertir el actual descenso hacia al Infierno…”

10 de enero de 2011.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 16 de enero de 2011)
El Otoño del Imperio

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