lunes, 29 de diciembre de 2014

Crisis y Violencia en el Año que Termina

Jesús Hernández Garibay

El año que termina exhibió un desolador panorama mundial, en el que destacaron graves y preocupantes problemas en el contexto de un mayor empobrecimiento y una cada día mayor inseguridad para las familias. En el orbe se hizo ostentación de la pobreza y el desempleo, acompañados de recesiones económicas y nueva inestabilidad financiera, pero a la vez asesinatos políticos, terrorismo por parte de grupos irregulares y terrorismo de Estado, atentados, golpes de Estado e intentos frustrados, violencia generalizada, conflictos bélicos y aun amenazas de ataques nucleares; el narcotráfico y el crimen organizado se multiplica, la corrupción se generaliza y la delincuencia se expande.

Un estudio realizado por la OCDE y la Organización Internacional del Trabajo, divulgado con motivo del encuentro ministerial sobre Trabajo y Empleo en el marco de la reunión de septiembre último del Grupo de los 20, deja ver que al presente más de 100 millones de personas están sin empleo en las economías del grupo y 447 millones son “trabajadores pobres” que viven con menos de 2 dólares diarios; a la vez, que más de la mitad de la fuerza de trabajo en los países llamados “emergentes” del grupo (una impactante cifra de 837 millones de trabajadores), “son pobres o estuvieron ligeramente por encima de la línea de la pobreza el año pasado".

Un rápido recuento deja ver el alcance de las dificultades. En Asia y el Medio Oriente hay conflictos cada vez mayores, tanto aquellos añejos que son parte y secuela del intervencionismo norteamericano y de sus aliados en la región (conflictos interétnicos en Irak promovidos desde Occidente, amenazas constantes en contra de la estabilidad de Irán, ataques en contra del gobierno sirio por fuerzas irregulares apoyadas abierta o furtivamente por Washington, nuevos y sanguinarios ataques contra el pueblo palestino por el gobierno israelí), como el más reciente en Ucrania donde un golpe de Estado vertebrado desde el mismo Estados Unidos y varios países de Europa, crea la mayor inestabilidad de la posguerra.

Todos estos graves problemas, que son nuevas expresiones de la larga crisis que sufre el capitalismo global, y que en el declinante Estados Unidos se manifiesta en una débil recuperación, amenazan con nuevas crisis financieras, que lo que crearán es una mayor pobreza y desigualdad. En medio de todo ello, el deterioro medioambiental de los últimos tiempos, resultado del calentamiento de la Tierra, se va convirtiendo en un gravísimo problema sin solución a la vista. Según los expertos, el cambio climático es causado por el hombre y en la medida en que el mundo no adopte medidas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y el cambio continúe aumentando, la estabilidad social de los sistemas de vida humanos corre un grave peligro.

29 de diciembre de 2014.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 14 de diciembre de 2014)
El Otoño del Imperio

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