domingo, 23 de noviembre de 2014

Se Fortalecen Más los Cambios en el Escenario Latinoamericano

Jesús Hernández Garibay

El triunfo de la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, reelecta el domingo anterior para un segundo mandato de cuatro años, aun con el ajustado margen logrado frente al socialdemócrata Aécio Neves, viene a fortalecer el proceso de integración que se ha robustecido desde hace unos años en Latinoamérica. Ello es así porque más allá de ser ese resultado un acontecimiento aislado, el hecho viene acompañado de otros sucesos que señalan una tendencia cada día más consistente: un también previsible próximo triunfo del frenteamplista Tabaré Vásquez en segunda vuelta de las presidenciales en Uruguay, luego de la reelección del presidente Evo Morales en Bolivia; a la vez, avances que se desenvuelven en el contexto de reconocimientos a Venezuela y apoyo cada vez mayor al derecho a la autodeterminación del pueblo cubano.

Después de muchas semanas de expectación por causa del alcance que podrían tener en los comicios las movilizaciones populares en protesta por la corrupción y la persistente pobreza, aprovechado por sectores derechistas y empresariales para dar golpes bajos en contra de la actual mandataria del Partido de los Trabajadores, el triunfo de Rousseff reafirma el camino de esfuerzos como el de UNASUR por consolidar la alianza regional que sustentan países como Ecuador, Venezuela y otros, y tonifica el avance político alcanzado en la patria grande con la creación de la nueva Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Aun cuando el previsto segundo triunfo de Tabaré Vázquez en Uruguay el próximo 30 de noviembre pudiera no estar acompañado de la mayoría parlamentaria que permitió al saliente mandatario José Mujica aprobar importantes reformas y leyes, se espera que en ese país se mantenga un equilibrio social no alcanzado en otras épocas, que aporte también al ambiente de cambios panamericanos que se desenvuelven. El nuevo triunfo del presidente Evo Morales, reelecto por tercera ocasión, abona en esa misma dirección.

Por si lo anterior fuera poco, se producen en el entorno otros importantes hechos: a pesar de la renuencia explícita de Estados Unidos −que acusa al gobierno de Nicolás Maduro de supuestas “violaciones de los derechos humanos”−, Venezuela ha sido venturosamente electa al Consejo de Seguridad de la ONU, por una abrumadora mayoría del 94 por ciento de los 192 países votantes. Esta nación competía por uno de los cinco lugares no permanentes del Consejo que estaban en juego y fue el candidato único del Grupo de América Latina y el Caribe. Así, a partir de 2015 será el primer país en ocupar un asiento en el Consejo de Seguridad y, simultáneamente, la presidencia del Movimiento de Países No Alineados.

A la vez, este martes 28 la sede de las Naciones Unidas sería nuevamente escenario para que la mayoría de los países del mundo alzaran su voz para repudiar el bloqueo que durante 50 años le ha impuesto la Casa Blanca de forma injusta a Cuba. Durante la presente Asamblea General, al menos 13 mandatarios abordaron de nuevo la cuestión del bloqueo, en reclamo a Washington. Nickolas Steele, canciller de Granada, alzaba su voz para denunciar: "Cuba envía a sus ingenieros, profesores y médicos a todo el mundo para mejorar la vida de otros −decía−. ¿No es hora de acabar con las actitudes de la guerra fría?; y si no es ahora, ¿cuándo? ¿No es hora de poner fin al embargo?; y si no es ahora, ¿cuándo?".

23 de noviembre de 2014.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 2 de noviembre de 2014)
El Otoño del Imperio

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