domingo, 3 de agosto de 2014

26 de Julio: Día de la Rebeldía Nacional en Cuba

Jesús Hernández Garibay

El 26 de julio pasado se llevó a cabo en la isla antillana la celebración del 61 aniversario del asalto al cuartel Moncada (Santiago de Cuba), hecho que fue parte de la acción armada de un grupo de hombres y mujeres al mando del Fidel Castro realizada en 1953, con el fin de derrocar al dictador Fulgencio Batista; la intención del grupo se reafirmó con el ataque al cuartel Carlos Manuel de Céspedes (Bayamo), pero las fuerzas batistianas repelieron los ataques y apresaron a los insurrectos. Durante el juicio a los atacantes, Fidel Castro se haría conocido en todo el país al autodefenderse poniendo en evidencia al gobierno; en dicho juicio presentó su alegato por escrito, en el histórico documento conocido como “La historia me absolverá”.

En memoria de ese heroico evento, cada año Cuba celebra el hecho a través del Día de la Rebeldía Nacional, cuya conmemoración central en esta ocasión se llevó a cabo en la joven provincia de Artemisa, adjunta a la ciudad de La Habana. En el acto oficial, presidido por el general del Ejército Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y vicepresidente de esos mismos Consejos, decía en su disertación: “Un día como hoy mis primeras palabras son para todos aquellos que han hecho posible esta Revolución, en especial para los que derramaron su sangre y entregaron sus vidas por una Cuba verdaderamente independiente…”

En nombre de los llamados Cinco Héroes que han estado presos en cárceles de Estados Unidos por haber denunciado los planes de grupos terroristas que viven y conspiran desde ese país, uno de ellos, Antonio Guerrero, envió un mensaje de felicitación a su pueblo por la nueva conmemoración: “Junto a todos ustedes, en una prisión estadounidense ─decía─, celebraremos este 26 de Julio, llenos de júbilo, espíritu combativo y optimismo. Sabemos que las tareas son complejas y las metas son difíciles, pero cada cubano y cada cubana que ama la Revolución saben valorar toda la sangre derramada por nuestra plena independencia y jamás se dejará arrebatar esa sublime conquista. Trabajar duro, trabajar bien es la palabra de orden…”

Iroel Sánchez recuerda en Cubadebate la manera en que sintetizaba el mismo Che Guevara en las páginas de su diario en Bolivia, lo ocurrido en la fecha recordada del año 1953: “Rebelión contra las oligarquías y contra dogmas revolucionarios”; una definición que ha acompañado hasta hoy la supervivencia de la Revolución frente a las agresiones externas, y aun frente a sus propios errores y limitaciones. Una condición que, sin embargo, no le ha impedido al pueblo mantener su dignidad, no obstante los casi 60 años de bloqueo decretado por el gobierno norteamericano, como se sabe, con base en la Ley Helms-Burton que sustenta esa política.

Una ley, esta, que luego ya de décadas de vilipendios y acciones desestabilizadoras, desde 1996 renueva aquello que para los Estados Unidos debiera ser la “libertad y democracia” en Cuba: lograr el resurgimiento del sagrado “libre mercado” y, si no, pretender perpetuar el clima de hostilidad hacia la isla, buscando forzar la destrucción de su Revolución, intimidando por todos los medios posibles a los empresarios extranjeros para tratar de evitar las inversiones y el comercio internacional con Cuba. Un hecho condenado reiteradamente en la ONU, por prácticamente todos los países del mundo.

03 de agosto de 2014.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 03 de agosto de 2014)
El Otoño del Imperio

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