domingo, 27 de octubre de 2013

Estados Unidos: Más Endeudado que Nunca en su Historia

Jesús Hernández Garibay

Finalmente, el drama terminó; el “Tea Party” dejó de ejercer presión para intentar obligar al presidente Obama a revocar la nueva Ley de Salud (Obamacare), so pena de no alcanzar a aumentar a tiempo el célebre “techo de la deuda”. El país no podría entrar en insolvencia sin afectar su economía a la vez que la de los grandes negocios a nivel mundial, así que al cuarto para las doce los sectores republicanos más derechistas tuvieron que aceptar que el gobierno simplemente se endeudara de nuevo. No obstante, ahora el nuevo préstamo de 328 mil millones de dólares viene a presionar más una economía en decadencia, que paso a paso limita sus posibilidades de crecimiento sostenido.

De hecho, el nuevo endeudamiento por 328 mil millones de dólares a que se ven sometidas las finanzas nacionales (por lo cual, claro, brindan ahora con champaña los acreedores), rompe el récord anterior de 238 mil millones de hace dos años, y pospone de nueva cuenta, en lugar de resolver, la grave problemática que sufre el resto de los mercados. Ahora, la nueva deuda nacional alcanza, según el Departamento del Tesoro, la pasmosa cifra de ¡17 billones 75 mil millones de dólares! Un gigantesco salto que se consigue porque el gobierno tiene que reponer además de todo lo que debe, otros  fondos federales repartidos durante los recientes cinco meses (eufemísticamente, “medidas extraordinarias”), con los que se trató de evitar chocar con el techo desde ese entonces.

El “techo de la deuda”, que limita la cantidad total en que el gobierno puede estar en números rojos, bajo los términos del acuerdo del Congreso para fijar el nuevo monto del endeudamiento para el gasto público, significa ahora que la Casa Blanca siga teniendo liquidez al menos hasta el 7 de febrero de 2014, fecha en que tendrá que solicitar un nuevo “techo de la deuda”. Pero en el anterior ciclo que acaba de terminar y que ocasionó el terremoto que se comenzó a padecer el 1º de octubre con el “cierre del gobierno”, el Departamento del Tesoro había pedido ya prestados otros 400 mil millones de dólares a partir de mayo, en espera de un acuerdo final entre el ejecutivo y el legislativo.

Así que eso se sumará al gasto que se tenga que hacer para la nueva fecha de febrero, en que otra vez patinarán las finanzas, e impactarán más la fatigada economía y sobre todo a los sectores más pobres. A juzgar por la tasa de crecimiento en los últimos cinco meses ―dicen algunos especialistas―, se podría razonar que el Congreso acaba de conceder a Obama realmente un aumento de 700 mil millones o más. Considérese lo que ello implica para un país en estado crítico, cuyos ejemplos de gravedad se multiplican: a finales de mayo el alcalde de Chicago anunciaba el cierre de 60 escuelas públicas, por causa tanto del déficit presupuestal que sufre la administración, como de la reiterada intención de privatizar la educación, fórmula socorrida en estos tiempos, para intentar salvar los negocios, y golpear de paso a la gente que ve a la educación pública para sus hijos un alivio por el aliento de presente y la promesa de futuro. Promesa que tampoco llega…

27 de octubre de 2013.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 27 de octubre de 2013)
El Otoño del Imperio

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