lunes, 11 de febrero de 2013

Hacia una Nueva Ley de Inmigración en Estados Unidos

Jesús Hernández Garibay

Un grupo de líderes republicanos y demócratas en el Senado de Estados Unidos anunciaron el pasado 28 de enero un acuerdo en el que coinciden, acerca de los principios para lograr una nueva la ley de inmigración; el acuerdo cubre seguridad fronteriza, trabajadores invitados y verificación de los antecedentes de los mismos por parte de los empleadores, así como una ruta hacia la ciudadanía para 11 millones de inmigrantes que viven sin residencia legal en el país. De su parte, un día después el presidente Obama pronunciaría un encendido discurso sobre la necesidad de la reforma migratoria, en el que instaba a los congresistas a votarla para “sacar de la sombra” a millones de ilegales.

El cambio de actitud hacia una reforma migratoria que se percibe en el Senado, responde a la preocupación en las filas republicanas por causa de la importancia que el voto hispano alcanzó en la definición del segundo mandato de Obama. Esta circunstancia facilita la posibilidad de avanzar hacia una nueva ley, aunque no hace más sencillo su debate. De manera general, la propuesta de los senadores busca que quienes viven en condición de ilegales se registren ante el Gobierno, paguen una multa y, tras un periodo de prueba, puedan buscar trabajo; se contempla además que estas personas puedan solicitar la condición de ciudadanos permanentes, tras obtener el estatus legal, aprender a hablar inglés, pagar impuestos y demostrar un historial de trabajo.

El ofrecimiento del Senado propone que exista un riguroso control para que quienes entren a EUA, lo hagan de manera legal y con visas temporales; a la vez, que abandonen el país de conformidad con la ley. Los trabajadores agrícolas serían así tratados de manera diferente, a través de un nuevo programa para los empleados del sector. En cuanto a los jóvenes, como se recuerda, en junio de 2012 Obama suspendió temporalmente las deportaciones de personas que llegaron a Estados Unidos con sus padres y que cumplen con ciertos requisitos (los así llamados “dreamers”); para ellos, la iniciativa indica que no estarían sometidos a los mismos requisitos para obtener la ciudadanía.

En cuanto al cuidado de las fronteras, los senadores plantean la conveniencia de fortalecer las medidas de seguridad y contemplan el aumento en el uso de drones (aviones no tripulados), equipos de vigilancia fronteriza y más agentes policiacos. En otra de sus partes, la propuesta incluye mecanismos para atraer y asegurar la permanencia de aquellos trabajadores que tengan formación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; una oferta dirigida tanto a los estudiantes extranjeros que asisten a universidades norteamericanas como a inmigrantes con conocimientos de alta tecnología. Una pretensión ésta, por la que han estado pugnando durante años las corporaciones estadounidenses.

Aunque los temas más complicados siguen pendientes de negociación, sobre todo el de cuántos empleos significaría todo ello, el anuncio promete el inicio de lo que podría ser el intento más significativo en años hacia la revisión de la ley de inmigración.

11 de febrero de 2013.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 10 de febrero de 2013)
El Otoño del Imperio

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