Alerta Mundial por Crisis Alimentaria en 2013

Jesús Hernández Garibay

La nueva supertormenta de nieve denominada Nemo que golpeó en días pasados en la región noreste de Estados Unidos a unos 40 millones de personas y mató por lo menos a 10, trajo con ella el recuerdo del huracán Sandy que hace sólo poco más de tres meses golpeara con intensidad a los mismos habitantes de esa costa atlántica. Un nuevo meteoro que si bien no fue comparable con las olas que dejaron bajo el agua gran parte de ese territorio en octubre pasado, sí volvió a mostrar la furia de la naturaleza y las secuelas que deja no solamente por las multimillonarias pérdidas monetarias, sino a la vez las consecuencias que suma a la crisis alimentaria que se pronostica más grave para este 2013.

En efecto, el clima extremo que se ha desatado desde hace dos lustros en los países del norte del planeta, ha terminado por arruinar cosechas importantes. Se espera, por ejemplo, que este año la cosecha del maíz caiga a su nivel más bajo desde 1995. Tan sólo en julio del 2012 el precio del trigo y el maíz se disparó en un 25%, mientras que la soya lo hizo en un 17%. Esto, que beneficia los negocios de grandes empresas alimentarias, afecta en el costo de vida a los habitantes de naciones como las nuestras, donde los alimentos son el principal gasto familiar. Tan crítica es la situación que ni siquiera se le compara con la crisis alimentaria del 2007-2008, donde se dispararon los precios del grano a tal punto que hubo protestas y revueltas en más de 30 países, impulsadas por el precio del pan.

De acuerdo con Rabobank, un centro de apoyo informativo a los agronegocios, los “astronómicos precios” de los productos agrícolas “están causando que el mundo vuelva a entrar en un período de ‘inflación’…”; este organismo prevé que los precios en los alimentos alcancen niveles récord en 2013 y sigan aumentando hasta bien entrado el tercer cuarto de este mismo año. Rabobank estima que el índice de precios de los alimentos de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) aumentará en un 15% a finales de junio de 2013; a la vez, advierte que los precios, en particular para los granos y las oleaginosas, se mantendrán en niveles elevados durante al menos los próximos 12 meses.

La misma FAO, una agencia de la ONU, afirma que las reservas de granos del mundo “son peligrosamente bajas”, por causa de las olas de calor y sequías que siguen luego de la nieve y/o las lluvias en los países exportadores de alimentos, lo que podría provocar una considerable hambruna en este año. Abdolreza Abbassian, economista de la FAO, dice al respecto: “No estamos produciendo la cantidad que consumimos. Por eso las existencias han bajado tanto. Los suministros son ahora muy limitados en todo el mundo y las reservas están a un nivel muy bajo…” Como el consumo de alimentos ha excedido la cantidad cosechada durante seis de los últimos 11 años, los países han reducido sus reservas de un promedio de 107 días de consumo hace 10 años a menos de 74 días. Las mismas cifras publicadas por la FAO sugieren que 870 millones de personas en el mundo están desnutridas y que la crisis alimentaria aumenta, y no sólo en el Medio Oriente o en África…

18 de febrero de 2013.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 17 de febrero de 2013)
El Otoño del Imperio