domingo, 9 de septiembre de 2012

La XVI Cumbre del Movimiento de Países No Alineados

Jesús Hernández Garibay

Con la asistencia de 29 jefes de Estado y de gobierno, 80 cancilleres y representantes de los 120 países que integran este foro internacional, el más grande después de la ONU, se llevó a cabo los días 30 y 31 de agosto último en la ciudad de Teherán, capital de Irán, la XVI Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL). Inaugurada por el líder supremo iraní, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, la Cumbre hizo un llamado a la paz y destacó la necesidad de aplicar profundas reformas democráticas a la ONU; a la vez, en oposición a los golpes de Estado en Honduras y Paraguay, el documento final incluye un capítulo que llama a “proteger a las democracias”.

Como se recuerda, el MNOAL tiene su origen en la Conferencia de Bandung, Indonesia, en 1955, que reunió a 29 Jefes de Estado de la primera generación de países descolonizados, que se reunieron para evaluar los problemas mundiales del momento, a fin de desarrollar políticas conjuntas a nivel internacional. Fruto de dicha Conferencia fueron enunciados los entonces “Diez Principios de Bandung”, que serían adoptados posteriormente como los principales fines y objetivos de la política de no alineamiento y los criterios centrales para la membresía del Movimiento. Seis años después nació el Movimiento de Países No Alineados en la Primera Conferencia Cumbre, celebrada en Belgrado.

El Movimiento nace y se desarrolla con el fin de mantener una postura independiente en el escenario mundial, en defensa de los países débiles y subdesarrollados. Así, los objetivos primarios del mismo incluyeron siempre el apoyo a la autodeterminación, la oposición al Apartheid, la no-adhesión a pactos multilaterales militares, la lucha contra el imperialismo en todas sus formas y manifestaciones, el desarme, la no-injerencia en los asuntos internos de los Estados, el fortalecimiento de la Organización de las Naciones Unidas, la democratización de las relaciones internacionales, el desarrollo socioeconómico y la restructuración del sistema económico internacional.

Ahora y por los próximos tres años bajo la presidencia del presidente iraní Mahmud Ahmadinejad ―un éxito diplomático frente a los pretensiones de Occidente de aislar a Teherán en el plano internacional, debido a su programa nuclear con fines pacíficos―, el MNOAL mantiene sus principios frente a un panorama en el que se multiplican la inestabilidad, la especulación, la deuda externa, la pobreza, la degradación del medio ambiente, la desigualdad y el abismo entre el Norte y el Sur, pues asume que contando con el 54% de la población mundial, los países del Movimiento sólo reciben el 20% de la riqueza. El representante de Cuba José Ramón Machado Ventura en la Cumbre del Movimiento, decía que es inaceptable e inmoral que se continúe gastando más en armas que en promover el desarrollo. A la vez, advertía: “Ante la codicia por los recursos naturales y las ansias geopolíticas de las grandes potencias, se impone crear un valladar que preserve la independencia y soberanía de nuestras naciones…” El papel que asume el MNOAL es justo éste.


9 de septiembre de 2012.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 9 de septiembre de 2012)
El Otoño del Imperio

No hay comentarios.:

Publicar un comentario