domingo, 9 de octubre de 2011

Crece la Protesta Ciudadana en Estados Unidos

Jesús Hernández Garibay

La protesta ciudadana que se iniciara en Nueva York el 17 de septiembre último, denominada “Ocupa Wall Street”, comienza a crecer y a tomar fuerza con vigorosa rapidez en varios estados de la Unión Americana, exhibiendo la grave situación económica por la que atraviesan ya muchos ciudadanos. Tanto en las marchas que ya se han llevado a cabo, como en los sitios en Internet donde comienza a manifestarse dicho movimiento, sus protagonistas advierten: “somos sindicalistas, estudiantes, profesores, veteranos, socorristas, familias, desempleados y subempleados. Somos de todas las razas, sexos y credos. Somos la mayoría. Somos el 99%. Y ya no guardaremos más silencio…”

La protesta crece en muchas ciudades del país: Chicago, Cleveland, Columbus o Kansas City en el Norte; Boston, Philadelphia, Pittsburgh o Providence en el Noreste; Arkansas, Birmingham, Durham, Miami o New Orleans en el Sureste; Albuquerque, Austin, Dallas, Phoenix o Tucson en el Suroeste; Las Vegas, Los Ángeles, Sacramento, San Diego o San Francisco en el Oeste. Todas expresando un reproche: “Nos están echando de nuestras casas. Nos vemos obligados a elegir entre la comida o el alquiler. Nos están negando atención médica de calidad. Sufrimos por la contaminación ambiental. Si tenemos un trabajo, trabajamos largas horas para ganar poco y sin derechos. No estamos recibiendo nada, mientras que el otro 1% se está llevando todo. Somos el 99%…”

Como se sabe, la tasa de pobreza alcanzó en ese país el nivel más alto de casi dos décadas, mientras que los ingresos de los hogares exhiben una mayor caída; con más de 46 millones de personas, el número total de estadounidenses pobres alcanzó una nueva marca, mientras que la crisis deja a millones de personas, sobre todo jóvenes, sin empleo. Sorprendentemente, a diferencia de lo que podría suponerse, el irrefrenable desarrollo de la tecnología ocasiona hoy incluso una sensible disminución de empleos de personas altamente calificadas; es decir, ya no sólo los obreros o los técnicos sino hasta los ingenieros de alto nivel están siendo desplazados por sistemas automatizados más eficaces.

Los testimonios son reveladores en esta protesta. Junto a quienes carecen de casi todo y que acusan: “Perdimos nuestro hogar en 2008, ahora vivimos en la parte más pobre de una ciudad pobre. Somos el 99%”, jóvenes universitarios se suman al movimiento, como este quien indica: “Fui a la escuela de posgrado creyendo que así podría tener cierta seguridad financiera, pero he gastado seis años de mi vida buscando trabajo y me dicen que estoy sobrecalificado. Ya no voy a poder ayudar a mi mamá a pagar para su seguro de salud, y ya no tengo el mío propio. Somos el 99%”; o este otro que se lamenta: “Tengo una Maestría de una prestigiada universidad y 75 mil dólares en deuda de préstamos estudiantiles. He buscado empleo, sin lograrlo. Mi madre perdió su trabajo en 2010 y no ha podido encontrar otra cosa. No sé de qué vamos a hacer, he renunciado a toda esperanza de tener un futuro. Soy el 99%...!”

9 de octubre de 2011.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 9 de octubre de 2011)
El Otoño del Imperio

Continúan los indignados en Wall Street

No hay comentarios.:

Publicar un comentario