sábado, 19 de marzo de 2011

La Economía Mundial, de Nuevo Prendida con Alfileres

Jesús Hernández Garibay

Más allá de las graves consecuencias nacionales que en lo económico y lo social deja el despiadado terremoto sufrido por Japón hace unos días e independientemente de lo que vaya a suceder con las secuelas radioactivas de dos plantas nucleares afectadas en la isla, los efectos financieros del sismo en medio de una situación global también seriamente tocada por la crisis política de varios países árabes, las derivaciones de ello en el mercado petrolero, la crisis de la deuda en países europeos, el imbatible desempleo y el continuado empobrecimiento de grandes sectores de la población, en medio del recrudecimiento de una crisis alimentaria y el avance de la crisis por el calentamiento global, son ahora motivo de una gran preocupación, pues ponen a la economía mundial prendida con alfileres.

La catástrofe sucedida en Japón paraliza virtualmente a un país que resulta ser la tercera economía a nivel mundial, sólo rebasada por China y Estados Unidos; eso hace de su situación actual un asunto particularmente grave. Por ello es que, ante la respuesta trepidante de los mercados en los días posteriores al mismo, de inmediato el Banco central de Japón (BOJ) anunció que inyectaría en un principio siete billones y luego hasta 15 billones de yenes (183 mil 825 millones de dólares), con el objeto de asegurar la liquidez durante lo que llega a considerarse ya como “la mayor crisis del país desde la II Guerra Mundial”, en la que el cierre de puertos, fábricas y aun refinerías de petróleo hace que se desplomen en todo el mundo, entre otros, los precios de las compañías de seguros.

Como se recuerda, el precio del petróleo había venido subiendo hasta por encima de los 120 dólares el barril, con la posibilidad de llegar a 150 o más. El precio mantiene todavía su tendencia alcista debido a las crisis políticas en Libia y Bahréin, que amenazan con desestabilizar a los grandes productores de petróleo en Oriente Próximo y África del norte. Libia interrumpió las operaciones en sus puertos petroleros, en tanto que sus más escasos suministros se han paralizado porque los bancos se niegan a efectuar sus pagos en dólares debido a las sanciones de Estados Unidos en contra de ese país, y como éste es proveedor clave para Europa las bolsas europeas caen por los precios del crudo, lo que prevé un alza generalizada de precios de productos diversos. Una situación, desde luego, muy conveniente para el principal productor del mundo: Arabia Saudita.

De acuerdo a compañías de análisis de riesgos de EUA, el virtual tsunami económico en Japón prevé como factura preliminar del seísmo pérdidas por más de 100 mil millones de dólares; un hecho que afecta duramente tanto a la economía nipona como a la mundial. Una grave circunstancia en la que grandes corporativos tratarán como siempre de salvarse, a costa de lo que sea, desde luego aun del empobrecimiento mayor de distintas capas de la población. Un hecho a la vez, que debiera de ser una razón más para que los pueblos del mundo renueven sus esfuerzos por tomar los destinos del planeta en sus manos, con representantes genuinos y una mayor vigilancia de su gestión.

19 de marzo de 2011.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 20 de marzo de 2011)
El Otoño del Imperio


El Impacto Económico Mundial de la Crisis en Japón



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