miércoles, 11 de mayo de 2011

La Reforma Educativa: Nuevo Avance de Obama

Jesús Hernández Garibay

A sólo dos meses de haber tomado posesión de su cargo, en marzo de 2009, el novel presidente de Estados Unidos, Barack Obama, manifestaba su preocupación respecto a la eficacia en cómo se educa a los estadounidenses, al advertir en una conferencia ante la Cámara de Comercio Hispana: “El relativo declive de la educación (norte)americana es insostenible para nuestra economía, inadmisible para nuestra democracia e inaceptable para nuestros niños. No podemos dejar que siga como está. Lo que está en juego es el sueño americano…” Con este discurso planteaba su propósito de llevar adelante una Reforma Educativa, con objeto de hacer frente a retos vigentes desde décadas atrás, que vez a vez se agravan en el escenario de la Unión Americana.

Desde 1965, los sucesivos intentos de la Casa Blanca por mejorar la enseñanza han sido calificados como desastrosos, mientras que la necesidad de fortalecer la educación científica ha sido reconocida ampliamente a partir de la década de los ochenta. Pero a pesar de que el gobierno de Washington ha inyectado 200 mil millones de dólares a los presupuestos de educación de los Estados, actualmente casi el 70% de los estudiantes de cuarto año de Primaria en zonas urbanas no alcanzan el nivel básico de Lectura, y los alumnos del último año de Secundaria van detrás de los de países como Chipre y Sudáfrica en Matemáticas. Y lo que es evidente es que la prominencia científica y tecnológica, se ha debilitado en relación con las de otros países, especialmente Japón o China.

Como resultado del Informe del Progreso Educativo en Estados Unidos presentado en la década de los 80, el ex-presidente George W. Bush propuso el plan América 2000, a fin de reformar el sistema educativo y orientarlo hacia la competitividad y las competencias de los educandos. Dichas reformas se concretaron con la firma de la Ley “Que Ningún Niño Se Quede Atrás” (No Child Left Behind Act) en enero de 2000. No obstante, la ley resultó ineficiente, sobre todo, dicen los expertos, por su rigidez a la hora de mejorar el rendimiento académico de los estudiantes principalmente en las áreas de Lectura y Matemáticas, dos de los tres elementos que califican los estudios PISA de la OCDE, donde EUA se ubica 12 puntos por debajo de la media de los países participantes.

En octubre pasado Obama anunció un nuevo programa llamado “Aptitudes para el Futuro de Estados Unidos”, que ayudaría a las universidades y las empresas a compatibilizar currículos de enseñanza, mientras que en marzo de este año el Congreso aprobó su nueva Reforma Educativa, bajo el afán del presidente de “cerrar la brecha académica entre los estudiantes estadounidenses y sus contrapartes en China y otros países desarrollados”. La reforma incluye mecanismos de apoyo a estudiantes con limitaciones económicas; necesarios, a decir del presidente, porque la educación superior es cada vez menos accesible a la denominada clase media. Como sea, esta nueva reforma se traduce en un segundo éxito del cuatrienio, junto con la del Sistema de Salud también aprobada.

11 de mayo de 2011.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 15 de mayo de 2011)
El Otoño del Imperio

No Child Left Behind: Truths and Consequences

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