viernes, 8 de julio de 2016

El Brexit Evidencia un Nuevo Momento de la Crisis

Jesús Hernández Garibay

La inicial secuela de la consulta a los ciudadanos británicos acerca de su decisión para salir de la Unión Europea o permanecer en ella ―un resultado inesperado en favor de la salida que ha puesto a temblar al mundo, pues se tradujo de inmediato en más de dos billones de dólares que desaparecieron virtualmente de los mercados bursátiles en todo el orbe―, ha sido, de acuerdo con el Index Dow Jones de Standard & Poors, “la mayor pérdida diaria de todos los tiempos”, superando la quiebra de Lehman Brothers durante la crisis financiera de 2008 y la caída de la bolsa en aquel Lunes Negro de 1987.

Esto, que según algunos analistas tiene “el potencial de provocar un reordenamiento del poder, las relaciones económicas, las fronteras y las ideologías del mundo entero” (The New York Times), pone de manifiesto, entre otros, varios hechos por demás trascendentes:

1. El progreso y el alcance de la crisis global del sistema, ya trastocado desde la primera década del nuevo siglo y que, ahora, tras el efecto del llamado “Brexit” golpea con fuerza a una fracción de los principales magnates del mundo, que pierden en un solo día más de 127 mil millones de dólares de sus fortunas.
2. El descontento y el resquemor de distintas capas sociales por causa del gradual empobrecimiento sin visos de solución en sus países, una de las causas del maremoto británico y por la que diversos movimientos separatistas se siguen manifestando en regiones de la misma Europa, como el País Vasco y Cataluña en España, Bavaria en Alemania, Gales, Irlanda y Escocia en Reino Unido, Bretaña y Córcega en Francia, Cerdeña y Trentino-Tirol del Sur en Italia.
3. El grado de estancamiento de los mercados que no logran generar un crecimiento continuo que dé un impulso sostenido a la economía de países desarrollados como Estados Unidos, los europeos, Japón y los países “emergentes” más vinculados a ellos.
4. El alto costo que alcanza ya el proceso especulativo de “financiarización” al que han sido sometidos los mercados mundiales, para tratar de contrarrestar la irrefrenable tendencia a la baja de las tasas de ganancia, como resultado de esa economía estancada y en crisis permanente luego de su auge en los años setenta del siglo pasado.
5. La magra marcha sistémica toda que, en el curso de una cada vez mayor productividad con la utilización de procesos altamente automatizados y tecnologías más sofisticadas, promueve el despido y siembra un mayor desempleo, subempleo y mercado informal en el planeta.
6. La grave rapacidad del actual capital financiero monopolista de hoy, que haciendo uso irracional del crédito tiende a volver a las mismas empresas, a los gobiernos y a amplias capas de la población en adictos y esclavos de las deudas, tan sólo para mantener el motor caminando.

En el fondo, la mayor concentración y centralización de los capitales que resulta de la producción global cada vez más social, frente a la apropiación cada vez más privada de la riqueza mundial.

8 de julio de 2016.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 3 de julio de 2016)
El Otoño del Imperio

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