jueves, 18 de noviembre de 2010

El Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico 2010

Jesús Hernández Garibay

El pasado fin de semana se reunió en la ciudad de Yokohama, Japón, el llamado Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), cuyos líderes hicieron un exhorto a aplicar “políticas que promuevan el crecimiento equilibrado”; el Foro de la APEC estuvo precedido por la también cumbre del denominado Grupo de los 20 (G-20), que se congregó por quinta ocasión luego de la crisis de 2008, esta vez en la ciudad de Seúl, Corea del Sur. Como suele suceder, en ambos conclaves los dirigentes de las mayores economías del mundo se mostraron más preocupados por la necesidad de lograr acuerdos que garanticen un mayor fortalecimiento al mundo de los negocios en medio de la crisis, que por responder de una manera puntual a las nutridas protestas que se manifestaron a sus puertas, y que revelan el malestar general existente por las “devastadoras consecuencias sociales” de dicha crisis.

El APEC incluye a las tres economías más grandes del mundo: Estados Unidos, China y Japón, cuyas empresas han exigido por largo tiempo que se realice un gran pacto comercial de la cuenca del Pacífico, según esto para “simplificar y armonizar la infinita serie de normas y estándares aplicados en los diversos pactos” entre países del mismo APEC. Así, en la más reciente cita en Yokohama sus miembros plantearon su deseo de comenzar a trabajar para crear una “vasta zona de libre comercio”, en lo que se considera por algunos “la región económica más dinámica del mundo”; así, los principales funcionarios y sus jefes en APEC afirmaron que trabajarían entonces sobre los 43 tratados bilaterales y mini pactos de libre comercio que existen ya entre sus miembros.

Como suele suceder en las cumbres que ya se han llevado a cabo, la meta buscada en la reunión del G-20, de “alcanzar una recuperación global equilibrada y sostenida” (en palabras del presidente Barack Obama), quedará nuevamente en buen propósito, en la medida en que el acuerdo principal de que los gobiernos se abstengan de intervenir para devaluar las monedas, no se podrá alcanzar, sencillamente porque no se habla de medidas concretas para lograrlo; el G-20 se plantea avanzar hacia un tipo de cambio más regido por el mercado y menos por los gobiernos, pero en un mercado altamente competido por ganar mejores ventas con productos menos caros, que requiere políticas cambiarias con devaluaciones competitivas. A la vez, el grupo se plantea un nuevo intento por concluir ya la Ronda comercial de Doha y rechazar el proteccionismo, meta que hasta ahora no ha sido posible por más de 10 años en que países como Estados Unidos no la aceptan.

La reunión de APEC, de su lado, planteó también su rechazo al proteccionismo, mientras retomaba la idea de elaborar un marco en pro del crecimiento de largo plazo en la región, específicamente a través del impulso del libre comercio (“Zona de Libre Comercio Asia-Pacífico” para el 2020), en una zona que reúne a 21 economías que representan 40.5% de la población del mundo, 54.2% del PIB mundial y 43.7% del comercio global. De esta manera, como bien se entiende, la intención de ambas reuniones, la de las 20 economías en respuesta a la crisis que estalla en el tercer tercio de 2008, como la de las economías de la dinámica zona Asia-Pacífico, continúan buscando en esencia, bajo el predominio de los países capitalistas más desarrollados, avanzar en resolver las complicaciones mundiales con base en las políticas más socorridas que llevaron justamente a la problemática situación que aún se vive; es decir, con base en un mayor impulso al “mercado libre”.

18 de noviembre de 2010.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 21 de noviembre de 2010)
El Otoño del Imperio

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