domingo, 24 de abril de 2016

La Lucha Sindical por un Mayor Salario en Estados Unidos

Jesús Hernández Garibay

El jueves 14 de este mes los trabajadores con salarios más bajos de Estados Unidos estallaron una huelga en más de 300 ciudades del país, siendo ésta la mayor acción a la fecha en la creciente lucha a nivel nacional por un salario mínimo de quince dólares la hora. La “lucha por los quince” ha reunido a trabajadores de Wall Mart, trabajadores domésticos, de comida rápida y cuidado de niños, profesores, trabajadores de la salud y muchos más. Y es que el tema de los salarios es hoy uno de los que más preocupan al trabajador, luego de 40 años con salarios congelados, pues no hay un aumento real de los mismos desde 1973.

En los años 90 los sindicatos lograron un exiguo aumento del mínimo, que quedó entonces en 7 dólares y 25 centavos por hora, un ingreso no mayor a 20 mil dólares al año que no da para subsistir a una persona en una ciudad, mucho menos a una familia; un salario de miseria lejano a los 80 mil a 150 mil dólares anuales que puede llegar a ganar un profesionista. Por fortuna en varios estados y ciudades, como California y Nueva York, existen ya salarios mínimos diferenciados; en estos estados se han logrado acuerdos hacia el establecimiento de un salario mínimo de quince dólares la hora en los próximos años.

No obstante, la lucha apenas comienza, y es más amplia. Brian Finnegan, uno de los dirigentes de la AFL-CIO, la principal confederación sindical de Estados Unidos, decía al respecto: “Hoy es común que en una empresa por lo menos la mitad de los trabajadores sean subcontratados, con salarios más bajos, menos estabilidad y menos derechos…” Y existen muchos casos en los que al trabajador se le paga al día y en efectivo, de lo cual no queda ningún registro; un hecho que afecta sobre todo a trabajadores migrantes y más a las mujeres.

Pero en el país se padece una situación que aqueja no sólo a los trabajadores más desprotegidos. El pasado miércoles 13, a lo largo de la costa Este desde Massachusetts a Virginia se fueron también a la huelga unos 36 mil trabajadores de Verizon ―la más grande proveedora de tecnología de punta 4G LTE, cuya producción incluye teléfonos celulares, tabletas y tecnología inalámbrica―; siendo ésta una de las mayores huelgas del país en muchos años. Al respecto, dicen sus empleados: “Luchamos contra la destrucción de los sindicatos; tratando de evitar que la empresa nos quite lo que obtuvimos por derecho a través de contratos anteriores…”

Una circunstancia que exhibe también la mayor debilidad ahí de las organizaciones sindicales, que en los años cincuenta incluían al 38 por ciento de toda la fuerza laboral gozando de negociación colectiva, mientras que actualmente en el sector público solamente está sindicalizado el 18 por ciento, y en el sector privado el 7 por ciento. Hoy las condiciones laborales son más duras, sobre todo en el sector privado, donde la represión antisindical y el despido de trabajadores es cosa de todos los días.

24 de abril de 2016.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 24 de abril de 2016)
El Otoño del Imperio

domingo, 17 de abril de 2016

El Viaje de Barack Obama por Cuba y Argentina

Jesús Hernández Garibay

Del 20 al 25 de marzo último el presidente de Estados Unidos Barack Obama realizó la que con seguridad ha sido su última gira por nuestra América, al visitar dos países hoy importantes de destacar para la geopolítica de la actual Casa Blanca: Cuba y Argentina. El principal objetivo, que Obama no podía dejar de asumir, era el visitar la isla caribeña para garantizar la consolidación del paso dado por su administración al reiniciar relaciones diplomáticas con La Habana. La segunda visita, a la Argentina, le permitió al mandatario hacer contrapeso a las posibles críticas de las derechas anticastristas estadounidenses y continentales, descontentas por la decisión tomada en el último tramo de su gobierno.

“Vine aquí para dejar atrás los últimos vestigios de la guerra fría en las Américas…”, dijo Obama en la principal alocución de su visita en el Gran Teatro de La Habana, lo cual es más una aspiración que un hecho, puesto que su país continúa preocupado por lo que pudiera acontecer en los países nuestros, como se advierte en su comportamiento abierto y soterrado en el entorno de los cambios que se producen en esta región. No por menos es que la reacción de diversos cubanos fue categórica. Un periodista opinaba: “Fue un discurso seductor, pero también tramposo…”

El viaje a la Argentina lo mismo fue importante para Obama, pero sobre todo por el encuentro con el presidente Mauricio Macri, personero del gran empresariado argentino cuyos intereses empatan mucho más con aquellos de los grandes consorcios y el “libre mercado” (ofrecido de nuevo y por enésima ocasión a los cubanos en aquella alocución). Obama, en el emblemático país del Cono Sur, no tuvo que hablar de ello y más bien se sintió obligado, al cumplirse 40 años del cruento golpe de Estado padecido ahí, a hacer un reconocimiento en el sentido de que EUA “tardó” en defender los derechos humanos en Argentina y otros países nuestroamericanos.

Debió haber dicho que Estados Unidos “promovió” el golpe, como lo hizo en aquel entonces en ese y en otros países, o como lo hace con métodos más “institucionales” en tiempos más recientes en Honduras o en Paraguay, o como lo quisiera hacer ahora mediante el uso del “golpe suave” en Venezuela, Brasil, Ecuador o Bolivia, países que incluyen a gobiernos incómodos para el plan aún vigente de lograr la gran tarea delineada por la Doctrina Monroe: “América para los americanos”. Sólo que en estos tiempos el escenario es más complicado, a tal punto que su presidente, “el hombre más poderoso del mundo”, tiene que ir a La Habana a pedirles a los cubanos que “por favor sean razonables” y acepten la “democracia”, mientras a Macri tiene que solicitarle que, por favor, se respeten los derechos humanos.

Y es que ahora, a pesar de los vaivenes, en nuestros países hay más conciencia del entorno y pueblos cada vez mejor organizados, que contribuyen en muchos casos a una defensa más férrea de nuestros recursos y a la más sistemática búsqueda de caminos seguros hacia un futuro más nuestro.

17 de abril de 2016.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 10 de abril de 2016)
El Otoño del Imperio