domingo, 21 de febrero de 2016

El Orden Internacional: ¿Hacia una Tercera Guerra Mundial?

Jesús Hernández Garibay

Del 12 al 14 de este mes se llevó a cabo en la ciudad de Múnich la Conferencia Internacional de Seguridad 2016, con la presencia de políticos, diplomáticos, militares, hombres de negocios, científicos y figuras públicas de más de 40 países del mundo, miembros de la OTAN y la Unión Europea, junto con países influyentes como Rusia, China, Japón, India y otros. La Conferencia es el evento más importante en el ámbito de la seguridad internacional. Lo que resulta de ello es altamente significativo, y en esta ocasión se dijo ahí que el orden mundial atraviesa el momento más dramático desde hace catorce lustros.

En su discurso inaugural, el presidente de la misma, Wolfgang Ischinger, indicaba: “El orden mundial atraviesa probablemente el estado más grave desde el final de la Segunda Guerra Mundial…” Luego, al término del encuentro, bajo la sombra de un creciente pesimismo con respecto a las opciones de éxito del acuerdo sobre Siria alcanzado recién por Estados Unidos y Rusia, el mismo Ischinger reafirmaba: “Dije al principio de la conferencia que la situación era desoladora y tres días de conversaciones no me han hecho cambiar de opinión…”; y resumió que, lo que sobre todo se destacó ahí, fue la “confianza rota”, las “narrativas diametralmente opuestas” y los “instrumentos internacionales inadecuados para resolver conflictos”.

Son cada vez más las voces que se suman a una apreciación similar; y es que las cifras mismas lo sustentan. En este 2016 el presupuesto global de defensa aumentará en el mundo hasta US$1,68 billones, frente a US$1,65 billones en 2015, según indica el informe anual de la publicación “Defence & Security Intelligence & Analysis”, de Londres (IHS Jane). De acuerdo con IHS Jane, el presente año marcará “el retorno al crecimiento de los presupuestos de defensa”, mermados en los últimos tiempos por la crisis económica, y se espera que también la OTAN vea aumentar su dotación por primera vez desde 2010, con Estados Unidos a la cabeza.

China y Rusia son al respecto un contrapeso significativo. Pero la declaración de EUA sobre su disposición a seguir desarrollando un sistema antimisiles en Europa vuelve a confirmar que, en realidad, esa “defensa antimisiles” tiene como objetivo instalaciones rusas. A la vez, actualmente se desarrolla en Texas, el mayor y más caro proyecto nuclear de la historia de ese país, consistente en el desmantelamiento de ojivas antiguas, que son reemplazadas por nuevas. El asunto se discute en el Congreso, pues supondría el incumplimiento de la promesa de Obama de “no desarrollar ningún tipo de arma nuclear con nuevas capacidades”. La gravedad de una decisión como esa, bien nos podría llevar a la Tercera Guerra Mundial como pretendida solución al declive de su hegemonía y del reinado del dólar.

En noviembre último el secretario de Defensa estadounidense Ash Carter acusaba: “No buscamos hacer de Rusia un enemigo. Pero no hay que equivocarse; Estados Unidos defenderá sus intereses, los de nuestros aliados, el ejemplar orden internacional y el futuro positivo que abarca a todos…” Aunque, en verdad, este “futuro positivo” abarque más bien a unos cuantos.

21 de febrero de 2016.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 21 de febrero de 2016)
El Otoño del Imperio

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