lunes, 23 de julio de 2012

Los Claroscuros de la Cumbre de Río+20

Jesús Hernández Garibay

La Cumbre de Río+20 para el Desarrollo Sostenible, de la ONU, se celebró del 20 al 22 de junio último en Río de Janeiro, Brasil, coincidiendo con el 20º aniversario de la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro, 1992). Sin mucho de donde sujetarse, la cumbre acabó dividiendo opiniones, pues los líderes de 193 países concluyeron con un tibio apoyo a la “economía verde” que quedó, dicen expertos, en el tintero de las buenas intenciones. Mientras la presidenta de Brasil Dilma Roussef opinaba que Río+20 era “un punto de partida…”, otros como Greenpeace la calificaron como: “Otra oportunidad perdida…”

En un principio, la cumbre fue definida como la mayor en la historia de la ONU; no obstante, difícilmente ha sido la más reconocida, pues al final concluyó en medio de una ola de críticas. Fue descrita por Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, como “una oportunidad en una generación”, al pretender que se alcanzarían progresos sustanciales en el desarrollo sostenible; sin embargo, aunque el encuentro logró convocar a 50 mil participantes, la esperanza por poder alcanzar una nueva fase de compromisos globales para la protección del medioambiente, la reducción de la pobreza y la promoción de la igualdad, no se convirtió en realidad. Para Kit Vaughan, coordinador del área de cambio climático para la organización humanitaria internacional CARE, por ejemplo, Río+20 representó no más que “20 años perdidos”.

Cierto que el documento final abre un camino para definir metas de desarrollo sostenible a fines de 2014; a la vez señala un apoyo a la "economía verde" y prevé negociaciones para la proteger la vida marina. Sin embargo, dice la BBC, “la falta de plazos y metas tangibles por ejemplo para la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles causó frustración de grupos de la sociedad civil, que hablan de un ‘fracaso’ de la cumbre…” Para Jim Leape, director del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la cumbre fue una conferencia sin contenido serio y significativo: “Los líderes mundiales que se reunieron aquí perdieron el rumbo para construir un futuro sostenible, aunque los temas discutidos podrían mirarse como una planta que podría echar raíces…”

Lo que sí quedó claro es que no habrá sostenibilidad sin reducción de la pobreza; también que todavía es escasa la importancia concedida a una economía respetuosa del medio ambiente (economía verde), pues se postergó hasta ese 2014 la decisión de crear instrumentos financieros para apoyar una transición hacia tal modelo. Pero, como lo indicaron diversos medios informativos, el modelo mismo encontró detractores, que lo consideran una simple oportunidad de los más ricos para hacer jugosos negocios con los recursos naturales. Los gobiernos se comprometieron a proteger los océanos más allá de las jurisdicciones nacionales y también hablaron de que van a encontrar un indicador diferente al PIB, que no solo mida crecimiento económico sino la evolución de los recursos naturales y sociales; pero frente a estos dos retos tampoco se fijaron metas ni plazos.

23 de julio de 2012.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 22 de julio de 2012)
El Otoño del Imperio

domingo, 8 de julio de 2012

El Foro de Sao Paulo 2012

Jesús Hernández Garibay

Del 4 al 6 de julio fue llevado a cabo en la ciudad de Caracas, Venezuela, el XVIII Foro de Sao Paulo, con la participación de 800 representantes de partidos políticos, movimientos de izquierda y progresistas de la región, con la intención de analizar la situación política de Latinoamérica y el Caribe, así como los desafíos de la integración de la región. Luego de las deliberaciones, los colectivos y movimientos sociales reunidos emitieron la “Declaración de Caracas”, un texto de 41 puntos sobre la crisis económica mundial, la actitud de los medios de comunicación, el rechazo al golpe de Estado en Paraguay y el apoyo a organizaciones nacientes como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), y la Unión de Naciones del Sur (UNASUR).

El Foro de Sao Paulo, en el que participan 84 partidos y grupos latinoamericanos, fue fundado por el Partido de los Trabajadores de Brasil en Sao Paulo en 1990. Constituido para debatir sobre el escenario internacional y las consecuencias del neoliberalismo en países latinoamericanos, a lo largo del tiempo ha realizado encuentros en múltiples países: Ciudad de México en 1991, Managua en 1992, La Habana en 1993, Montevideo en 1995, San Salvador en 1996, Porto Alegre en 1997, Ciudad de México en 1998, Managua en 2000, La Habana en 2001, Ciudad de Guatemala en 2002, Quito en 2003, Sao Paulo en 2005, San Salvador en 2007, Montevideo en 2008, Ciudad de México en 2009, Buenos Aires en 2010, Nicaragua en 2011 y Caracas en 2012.

En el Documento Base previo a la iniciación de este Foro 2012, se indica: “Los hechos confirman… la evaluación que el Foro hizo de la crisis internacional en sus últimos encuentros. La crisis internacional no es sólo una crisis económica, en el sentido estricto de la palabra, sino una crisis sistémica del capitalismo… El impacto directo de la recesión sobre las condiciones de vida de los trabajadores es inocultable: crecimiento del desempleo, caída de los salarios, recorte de prestaciones sociales…, disminución de las pensiones de retiro. Frente a ello, crece la resistencia popular a la crisis y a las políticas neoliberales, dando lugar, en algunos países, al surgimiento de amplios movimientos sociales…”

El ex presidente brasileño Lula da Silva participó a distancia mediante un video en la clausura del Foro; también lo hizo con un largo discurso el presidente venezolano Hugo Chávez, quien recibió del Foro y del mismo Lula un decidido apoyo a su candidatura a la relección presidencial de este año. A la vez, el Foro acordó respaldar a Xiomara de Zelaya como candidata a las elecciones a la presidencia de Honduras en noviembre y al mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, en su postulación a la relección en 2013. Una estrategia que las organizaciones participantes advierten como importante, frente a un sombrío escenario en el cual destacan la injerencia de Estados Unidos y en el que, dice el documento mencionado, “es probable que las próximas décadas sean marcadas por una inestabilidad prolongada, marcadas por fuertes conflictos sociales, políticos y militares…”

13 de julio de 2012.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 15 de julio de 2012)
El Otoño del Imperio

Nuevos Desastres Naturales Golpean a Estados Unidos

Jesús Hernández Garibay

Dramáticas olas de calor han venido afectando en las últimas semanas el territorio Este de Estados Unidos, dejando una estela de muerte, tragedia y miseria. Las altas temperaturas han batido records históricos en todos los Estados afectados. Millones de personas a través de nueve de estos Estados se han enfrentado inclusive a problemas con el aire acondicionado, luego de que feroces tormentas golpearon diversas partes del Medio Oeste y del llamado Atlántico-Medio. Al menos 12 personas murieron y tres Estados (Virginia, West Virginia y Ohio) declararon estados de emergencia. Más de 3,7 millones de hogares se han quedado sin energía, incluyendo casi 1 millón tan sólo en Virginia y hasta 26 mil en la lejana zona sur de Chicago.

Como se recuerda, el año pasado hubo ahí también grandes nevadas, tornados e intensas lluvias. Durante el mes de febrero, en 49 de los 50 estados de la Unión se presentó una tormenta de nieve calificada de “monstruosa” que azotó el centro-oeste del país y provocó la cancelación de 10 mil vuelos y cientos de servicios de trenes. Del 14 al 16 abril los tornados provocaron severas destrucciones en Alabama, Oklahoma y Carolina del Norte; el 27 de abril fue el día más mortífero desde el tornado tri-estatal de 1925, mientras que en sólo cuatro días se notificaron 426 tornados, incluidos 259 en 16 estados. En mayo las inundaciones provocadas por fuertes lluvias y el derretimiento de la nieve en el río Mississippi afectaron más de un millón de hectáreas de tierras de cultivo; el desbordamiento provocó inundaciones en campos y rompió los diques de pueblos cercanos.

En este año, varias ciudades han roto récords de alta temperatura. Un fenómeno inusual por mucho tiempo: Columbia, S.C. alcanzó más de 42 grados centígrados en varias fechas; Nashville rompió su récord histórico de 42 grados establecido en 1952, para alcanzar los 43 grados; Atlanta estaba por alcanzar la semana anterior su récord histórico de 40.5 grados del 17 de julio de 1980; Charlotte, N.C., empató su registro récord de 40 grados establecido en 1954 y en 2007; Washington, D.C., rompió su récord de junio de 2011, de 39 grados, al llegar a la temperatura de 40 una tarde; en Inner Harbor, Baltimore, la temperatura rompió el récord de 41 grados al pasar los 42 grados.

Una violenta tormenta compleja dejó una estela de apagones y destrucción en Indiana, al sur de Nueva Jersey, Virginia y Carolina del Norte el anterior viernes por la tarde y noche. El servicio meteorológico nacional advirtió a la vez que las altas temperaturas superarán en distintos días los 38 grados en el medio y bajo Valle del río Mississippi hacia el Este a través del Atlántico Central y Sureste. Además, el mismo servicio meteorológico pronostica: “Las lecturas normales anteriores combinadas con el aumento de la humedad va a crear valores de índice de calor peligroso desde 40.5 hasta 46 grados”; una medida secuela del cambio climático, que aviva graves problemas humanos por exceso de calor.

8 de julio de 2012.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 8 de julio de 2012)
El Otoño del Imperio