domingo, 11 de noviembre de 2012

Obama Reelecto Presidente de Estados Unidos

Jesús Hernández Garibay

No obstante un perturbador meteoro que ponía en jaque sólo días antes la campaña hacia los comicios presidenciales del 6 de noviembre; no obstante el “empate técnico” que muchas veces durante la campaña alcanzó el candidato opositor Mitt Romney, dando cuenta de la polarización ciudadana acerca del qué hacer en ese país en crisis; no obstante el alto número de votos en favor de las propuestas del multimillonario exgobernador de Massachussettes para considerar a una nación entera como si fuera una de sus empresas, al final tanto el voto popular como la cifra total de delegados al Consejo Electoral se mantuvo en favor de la reelección de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos.

Distintas encuestas durante las últimas dos semanas antes de las elecciones dejaban ver otra vez un empate a 49-49 en varios de los Estados de la Unión Americana, si bien Obama contaba con una ligera ventaja en algunos, mientras Romney lo rebasaba escasamente en otros, aunque a nivel nacional la intención de votos situaba a Romney uno o dos puntos por encima de Obama. Esto revelaba la posibilidad de un mayor número de votos ciudadanos para el republicano, aun cuando un menor número de representantes al Colegio Electoral; y no obstante que para algunos Obama no alcanzaría los 270 necesarios para ganar, finalmente el presidente logra 332, frente a sólo 206 para Romney.

Como en el 2008, Obama alcanza su victoria en una ola de amplio apoyo popular de las minorías negras y latinas, además de las mujeres. De acuerdo con las primeras encuestas de salida, el 73% de los votantes fueron blancos, el 13% afroamericanos, el 10% latinos y el 3% asiáticos. Pero aunque Romney captaba la votación mayoritaria de los hombres blancos, Obama recibió un importante voto de las mujeres blancas, así como un apoyo abrumador del voto de esas minorías. De acuerdo también a las encuestas de salida, para el 60% de los votantes la economía era el tema crucial, mientras que el 50% rechazaba la reforma de salud de Obama (Obamacare), frente al 43% que la apoyaba. Aun así, la mayoría preferiría más “al malo por conocido, que al bueno por conocer”.

Con su triunfo, Obama enfrenta ahora el complicado reto de dirigir por segunda y definitiva ocasión un país con un crónico déficit presupuestal y una grave problemática financiera, la deuda más grande del mundo y un muy lento crecimiento económico a raíz de una devastadora recesión proveniente de la mitad del primer decenio del nuevo siglo y que estalla en los mercados hipotecarios y financieros a partir del 2008. Lo hará luego de una campaña presidencial en la que logra más votos que en su primera ocasión, pero que a la vez exhibe la profunda polarización de la sociedad estadounidense en estos tiempos de franca decadencia del “american way of life” del representante por antonomasia del capitalismo mundial, en condiciones políticas similares a los pasados cuatro años, con una Cámara de Representantes republicana y el rechazo de más de 57 millones de ciudadanos en contra de todo lo que huela a “socialismo”.

11 de noviembre de 2012.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 11 de noviembre de 2012)
El Otoño del Imperio

No hay comentarios.:

Publicar un comentario