martes, 28 de septiembre de 2010

Una Nueva Crisis Alimentaria

Jesús Hernández Garibay

El bloqueo ruso a las exportaciones de trigo por causa de la devastación de los incendios y la sequía, disparó hace sólo unas semanas el temor en los mercados a una nueva crisis alimentaria como la de 2007-2008; como si fuera un tsunami, el incremento del precio del trigo afectó el precio del maíz, dado que Rusia es el tercer mayor productor mundial de trigo, lo que implica detener bruscamente el suministro del cereal a escala mundial. Ello dio lugar a que se contemplara si el mundo entraría a aquello que se pronostica desde finales del 2009: que el planeta se dirige hacia una nueva gran crisis alimentaria, cimentada en la contracción del crédito, las catástrofes naturales, el cambio climático, la escases de cereales y el grave aumento del precio de los alimentos.

El problema está lejos de ser solamente circunstancial. De acuerdo con estimaciones oficiales hechas hasta agosto, el precio del trigo aumentó a nivel planetario un 92% en los últimos doce meses, mientras que el maíz aumentó un 44% y se vende a 4,66 dólares el bushel (25,40 kg), su mayor precio en 15 años, lo que comienza a presionar también el precio de la carne y la leche, productos que junto con el trigo y el maíz son de la mayor demanda por parte de gigantes como China y la India, que reúnen a un tercio de la población del planeta. Y por si fuera poco, la producción de etanol, el biocombustible que devora más de un tercio de la producción de cereales del mundo, es también un factor en juego en el panorama; a tal grado que se llega a considerar que hasta Estados Unidos, que produce el 54% de la producción mundial de maíz, verá en peligro su alimento básico en tres años si sigue subsidiando la producción de etanol.

Antecedentes de estas circunstancias son tanto la crisis de los setenta como la de 2007-2008. En los setenta se dieron alzas importantes en los cereales, aunque fueron de corto plazo, lo que permitió luego de un tiempo restablecer los precios; esa crisis estuvo precedida de fenómenos climáticos que afectaron a los principales países exportadores de alimentos: inviernos más crudos, sequías y vientos huracanados que redujeron la producción en la entonces Unión Soviética, lo que ocasionó reducción en las exportaciones para asegurar la oferta interna, elevando las presiones especulativas. Lo mismo en 2007-2008 la baja en la producción de alimentos básicos y su especulación por parte de los monopolios trasnacionales provocó una escases tal que se generaron masivas protestas en más de 70 países; ambos casos dieron como consecuencia la Conferencia Mundial sobre la Alimentación en 1974 y la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria en 2009.

La nueva crisis alimentaria se desenvuelve, no obstante, en un escenario diferente: las críticas y en gran medida irreparables circunstancias climáticas que provocan escases, en medio de una crisis financiera y en general económica de largo aliento que obliga a las grandes empresas a acudir de nuevo al mecanismo del alza de precios, la imposición de un precio de monopolio que permita la sobrevivencia en medio de un despiadado mercado altamente competido, impacta de manera importante en sectores sociales todavía desprotegidos con programas sociales insuficientes. Las regiones con mayores dificultades son las más pobres, entre ellas Bangladesh, el este de India o los países africanos. No obstante, dado que el pan y la tortilla constituyen dietas básicas para países como los latinoamericanos, se entiende que la economía familiar en varios de nuestros lugares también se vendrá al suelo.

28 de septiembre de 2010.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 3 de octubre de 2010)
El Otoño del Imperio

miércoles, 22 de septiembre de 2010

El Día Internacional de la Paz

Jesús Hernández Garibay

El Día Internacional de la Paz fue establecido en 1981 mediante la resolución 36/37 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que coincidiera con su sesión de apertura, la cual se celebraba anualmente el tercer martes de septiembre; el primer Día de la Paz se celebró en septiembre de 1982. En 2001, la Asamblea General adoptó por votación unánime la resolución 55/282, la cual fijaba el día 21 de septiembre como el día anual para la no violencia y el cese del fuego. De esta manera, las Naciones Unidas invitaba a todas las naciones y pueblos a cumplir con el cese de las hostilidades durante el Día y a conmemorarlo además a través de la educación y de la concienciación pública en temas relacionados con la paz, a la vez que a colaborar con la misma ONU en el establecimiento de un cese del fuego a nivel mundial.

Así, de entonces acá se ha evocado cada año este día, como “dedicado a conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación y cada pueblo y entre ellos…”, según rezan las intenciones de dichas resoluciones; un ideal en verdad difícil de alcanzar, en medio del clima hostil del mundo contemporáneo y los grandes intereses detrás del constante batallar por mantener las guerras y los conflictos nacionales o internacionales. Como ha sido reconocido, tan sólo el comercio de armas pequeñas se encuentra peligrosamente desbocado: se estima que hay en la actualidad unas 639 millones de armas pequeñas circulando en el mundo ―una para cada diez personas― y cada año se producen 8 millones más. Estas armas, fabricadas por más de mil empresas en al menos 98 países, facturan alrededor de 4 mil millones de dólares al año.

Esa proliferación cobra un alto precio en términos de vidas humanas, pues se estima que tan sólo por armas de fuego muere una persona cada minuto a nivel mundial; esto es, más de 500 mil muertes al año. Así, mientras países como Estados Unidos hacen pública su preocupación por las armas biológicas y las nucleares, son armas convencionales como las pistolas y los revólveres comunes las que más matan. Ante ello, de acuerdo con expertos América Latina es líder mundial en el desarrollo de instrumentos regionales para enfrentar la violencia armada; la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego (1997) y el Reglamento Modelo para el Control del Tráfico Internacional de Armas de Fuego (1998) de la OEA fueron los primeros mecanismos regionales en el mundo a tratar estos temas, y son reconocidos por su rigor.

A nivel subregional, el Sistema de Información sobre Seguridad del Mercosur (SISME) fue acordado en 1998 para centralizar e intercambiar información sobre registro de armas de fuego, y en Centroamérica hay un Tratado de Seguridad Democrática sobre control de armas. No obstante, muchos reconocen que también subsiste una lamentable falta de implementación de estos importantes esfuerzos para controlar las transferencias intrarregionales de armas. Y es que en el mismo minuto en que una persona muere como consecuencia de la violencia armada se fabrican y ponen a la venta 15 nuevas armas más. Así, el trasiego de armas de los centros manufactureros a los grupos que hacen uso de dicho poder de fuego resulta ―como bien se sabe a propósito por ejemplo de bandas de narcotraficantes en México― imparable, a pesar de los esfuerzos o las pretensiones de los gobiernos. Un asunto que da mucho de qué hablar, en el entorno del así llamado “libre mercado”.

22 de septiembre de 2010.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 26 de septiembre de 2010)
El Otoño del Imperio

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Las Sanciones a Irán

Jesús Hernández Garibay

El jueves 9 de septiembre último se cumplieron los 90 días de la adopción de la resolución 1929 del Consejo de Seguridad de la ONU, la cual estableció desde el pasado mes de junio una cuarta ronda de sanciones a Teherán por su determinación a desarrollar energía nuclear con fines pacíficos. El proyecto de sanciones, elaborado por Estados Unidos y sus principales aliados en la pretendida búsqueda de que Irán no alcance a desarrollar armas nucleares (una dura acusación que se le hace, por causa de la determinación de su gobierno de abrir varias centrales nucleares), establece ahora el ampliar el embargo al suministro de armas a Irán, congelar las cuentas de otras decenas de firmas iraníes y la posibilidad de la inspección de barcos iraníes en busca de material radioactivo o implementos relacionados. A partir de ahora, cualquier escaramuza podría derivar en un conflicto bélico.

En contribución al clima beligerante, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de la misma ONU había informado el lunes 6 que Irán ha producido hasta hoy unos 2 mil 800 kilos de uranio poco enriquecido ―mil kilos más que en noviembre anterior―, una cantidad que algunos expertos consideran suficiente para “construir entre dos y tres bombas nucleares”. En su más reciente informe técnico sobre Irán, dicha agencia nuclear señala que el país islámico está avanzando en sus labores atómicas y “desafía las severas sanciones impuestas en su contra”. Además, la OIEA expresa “su preocupación por las objeciones de Teherán al ingreso de algunos inspectores”. El documento llama a Irán, que niega las acusaciones de estar buscando fabricar bombas atómicas, a garantizar que la agencia de la ONU tenga acceso a instalaciones, equipos y personas importantes “sin más demora”, a fin de ayudar en su investigación.

El cuarto paquete de sanciones contra Irán fue aprobado por 12 votos a favor (Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia, China, México, Nigeria, Gabón, Bosnia y Herzegovina, Austria, Japón y Uganda), dos en contra (Brasil y Turquía) y una abstención (Líbano). Como se recuerda, en un loable esfuerzo diplomático Brasil y Turquía habían alcanzado en mayo con Teheran un compromiso para el enriquecimiento de su uranio en territorio turco y así asegurarse de que no dispusiera de combustible para actividades nucleares no civiles; hecho que EUA, de acuerdo con sus intenciones, no reconoció como válido y suficiente. Ahora, a partir de estas fechas, comienzan a aplicarse las nuevas sanciones, que incluyen una “lista negra” de 40 entidades presuntamente vinculadas al proyecto nuclear iraní y el veto a la venta de armamento pesado al país persa, incluidos vehículos de combate.

Lo que puede advertirse de toda esa parafernalia encabezada por Estados Unidos e Israel, es que más que buscar que las sanciones decretadas por el Consejo de Seguridad sean eficaces en impedir que Irán mantenga sus intenciones de avanzar en el desarrollo de una industria nuclear, lo que pretende esencialmente son dos cosas: internamente, posibilitar una mayor presión social en contra del gobierno de Mahmoud Ahmanidejad (al cual ya en el pasado y de manera infructuosa se le ha intentado socavar); en el plano internacional, preparar las condiciones para que una eventual invasión a Irán (en caso de fallar en lograr cambios internos significativos), sea acompañada de un apoyo mundial suficiente a los planes del ejército norteamericano, siempre presto en cumplir con los propósitos de mover de nuevo la maquinaria de la guerra, que tanta satisfacción deja a la industria militar.

15 de septiembre de 2010.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 19 de septiembre de 2010)
El Otoño del Imperio

jueves, 9 de septiembre de 2010

65 Aniversario de la Independencia de Vietnam

Jesús Hernández Garibay

El 2 septiembre de 1945, el histórico líder Ho Chi Minh proclamaba ante su pueblo y el mundo, la independencia de Vietnam del dominio colonial francés y japonés. A propósito del 65 aniversario de tan trascendental hecho, el actual presidente de la República Socialista de Vietnam, Nguyen Minh Triet, recibió la semana anterior a delegados llegados de 21 países, quienes participarían en los actos conmemorativos de la Fiesta nacional de la nación indochina: un lúcido desfile militar y popular que incluyó a millares de soldados, junto a hombres y mujeres, trabajadores, estudiantes y pioneros de la capital, que representan los diversos sectores de la sociedad vietnamita. Conocido por haber propinado una auténtica derrota militar y política a Estados Unidos durante los 70s del anterior siglo, Vietnam es hoy uno de los países más pujantes como potencia intermedia emergente en el mundo.

Luego del nacimiento de la República Democrática de Vietnam, ésta debió defender el país ante el retorno de los colonialistas franceses; nueve años más de lucha culminaron con una nueva victoria en mayo de 1954, al tomar el general Vo Nguyen Giap la plaza de Dien Bien Phu. La República Democrática quedó dividida en dos partes: en el Norte, una república socialista; en el Sur, un gobierno pelele que sobrevivió dos décadas gracias al apoyo estadounidense. La intención de reunificar el país por medio de elecciones no fue viable debido a la negativa de EUA, que temeroso de un triunfo electoral en favor de los norvietnamitas, comenzaron a enviar tropas a Vietnam del Sur. Un incidente en el Golfo de Tonkin en agosto de 1964 fue el detonante de una nueva guerra: las fuerzas norteamericanas atacaron instalaciones militares en Vietnam del Norte y enviaron más de 500 mil soldados al sur.

Una magistral guerra de guerrillas liderada por el Viet Cong, la milicia de Vietnam del Sur, junto con el Ejército Popular de Vietnam del Norte, inspiraron en 1968 la Ofensiva del Tet. Con el aumento de bajas en las filas estadounidenses, comenzó el proceso de transferir el rol de combate a las fuerzas militares de Vietnam del Sur. El acuerdo de Paz de París del 27 de enero de 1973 reconoció formalmente la soberanía de ambas partes (Vietnam del Norte y Vietnam del Sur) y bajo dicho acuerdo las tropas estadounidenses debieron retirarse para el 29 de marzo de 1973. El siguiente gran momento sería en abril de 1975 cuando Vietnam del Norte derrotó al ejército pronorteamericano de Vietnam del Sur; de ahí surge la República del Sur de Vietnam, un nuevo Estado que, con el apoyo del norte permite reunificar al país en julio de 1976 como la República Socialista de Vietnam.

Bajo el mandato del Partido Comunista de Vietnam ─antes Partido Laboral, que desde 1927 se proponía la tarea de convertir a esa nación “en un país fuerte…, en procura de la felicidad de su pueblo”─, contando ahora con más de 80 millones de habitantes, Vietnam es hoy, luego de China, la segunda economía de mayor desarrollo en el mundo. Con un crecimiento medio anual de más del 7% durante los últimos 20 años (una economía “de mercado con orientación socialista”), es uno de los países con menos porcentaje de población desempleada en el planeta; la pobreza es menor a un 15% y la pobreza extrema se sitúa en un escaso 2%. En su testamento político (Hanoi, 10 de mayo de 1969), el entonces presidente Ho Chi Minh decía: “La guerra de resistencia contra la agresión de EEUU puede prolongarse… [pero] nuestro pueblo siempre existirá; con los invasores norteamericanos derrotados, reconstruiremos nuestra tierra hasta hacerla diez veces más bella…”

09 de septiembre de 2010.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 12 de septiembre de 2010)
El Otoño del Imperio

lunes, 6 de septiembre de 2010

Hacia una Nueva Gran Crisis Global

Jesús Hernández Garibay

La reciente caída de las bolsas del mundo y la persistencia de inestabilidad económica en países europeos como Grecia, Portugal y España, cae como nuevo balde de agua fría en quienes consideraban que las medidas establecidas en reuniones importantes como la del Grupo de los 20, serían capaces de remontar la crisis que comienza a exhibirse en su más amplia dimensión en el desplome de las bolsas de valores en el otoño de 2008. La economía en distintos países y en diversos sectores se ha venido reactivando, pero en el fondo marcada por un creciente debilitamiento general del mercado, que no alcanza a despuntar y a imprimir fuerza en su desenvolvimiento, por la precariedad del consumo. El crédito, un recurso socorrido en las últimas décadas bajo el capitalismo, trastabilla frente a las necesidades de su reproducción, sin salida firme para las deudas que se acumulan.

La porfiada baja en las ventas de casas nuevas en Estados Unidos continúa evidenciando la crisis inmobiliaria y, no obstante que estas ventas se mantienen por encima del ritmo más bajo de hace dos años, lo que continúa también creciendo, “a velocidad de crucero”, son los embargos de viviendas; tan sólo durante el pasado mes de julio, los bancos confiscaron hasta 92 mil 858 casas, la segunda cifra mensual más alta de la historia, de propietarios que dejaron de pagar sus cuotas hipotecarias, según informaba recién la compañía de datos inmobiliarios RealtyTrac. Las compañías financieras estadounidenses tratan así de limpiar sus cuentas y balances de préstamos morosos y de ahí que las ejecuciones se cuenten por decenas de miles; éstas, según RealtyTrac, en lugar de notificar el incumplimiento del abono de cuotas y dar un margen de maniobra, optan por embargar directamente.

La actual debilidad financiera ha llevado a pensar que podría derivar en una nueva gran crisis. En días recientes una caída del 12 por ciento en las ventas de casas nuevas en EU provocaba durante dos días consecutivos el desplome de las Bolsas europeas. Si a ello se suman los más de 40 millones de personas sin trabajo que ilustraban el panorama europeo-estadounidense de inicios de este año (15 millones en la zona del euro, lo que representa 10 por ciento de la PEA, el peor índice desde 1998), entonces es cierto que persiste el riesgo de “un crecimiento débil y de una nueva crisis”, tal y como lo reconocieran Barack Obama y los jefes de gobierno de Canadá, Francia, Gran Bretaña y Corea del Sur en una declaración de marzo pasado en la reunión en el G-20 en el Palacio del Eliseo, París. Los cinco hacen en ese entonces un urgente llamado al resto del Grupo, presuponiendo que las ayudas a los bancos no han sido suficientes para la reanimación económica.

El mismo The Financial Times, un ícono del mundo financiero europeo, indicaba desde febrero de este año: “Estamos ante una nueva crisis global”. Ni siquiera la nueva Reforma Financiera impulsada por Obama y adoptada como ley por el Congreso el 4 de julio pasado, puede hoy resultar un seguro para evitar la detonación de una nueva crisis en Wall Street. Además porque la sombra de una insolvencia generalizada de pagos de deuda pública por causa de los déficit presupuestarios y la baja en la recaudación fiscal en distintos países, hace temer un rebrote de esa crisis financiera, no sólo en bancos y otras entidades privadas, sino inclusive en el nivel de los propios Estados. El Fondo Monetario Internacional estima que el déficit fiscal estadounidense llegará al 108 por ciento del PIB en 2014, un alza significativa frente al 62 por ciento del PIB de 2007. Noticias todas nada buenas para la salud del imperio.

06 de septiembre de 2010.
(Publicado: Revista Siempre!, México, 05 de septiembre de 2010)
El Otoño del Imperio